Los vecinos de Rapariegos observan la imagen, ya en la iglesia. El Norte

Los vecinos de Rapariegos alaban la restauración de la Virgen del Monte

La imagen retorna al pueblo después de cinco meses de trabajos de restauración

Fernando de la Calle

Rapariegos

Martes, 28 de octubre 2025, 10:11

La talla románica del siglo XIII encontrada en Rapariegos tras permanecer olvidada en una sacristía durante cuarenta años, y conocida como Virgen del Monte, retornó ... finalmente al pueblo después de cinco meses de trabajos de restauración que le han devuelto parte de su aspecto original. Cuando el pasado viernes las restauradoras hicieron entrega de la escultura en la iglesia de San Pedro, los miembros de la junta de la asociación quedaron gratamente sorprendidos con el resultado final de los trabajos. «Todo el mundo ha quedado satisfecho. Nos hubiera gustado que hubiera ido más gente a verla, pero los que fueron nos decían lo bonita que era y que cómo la hemos podido tener olvidada», señala Faustino Martín, que recuerda cómo al encontrarse la talla de la Virgen abandonada y deteriorada durante tanto tiempo, el sacerdote, don Teodoro, tuvo que realizar un nuevo acto de sacralización de la imagen.

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La llegada de la escultura restaurada fue sin duda el tema principal de la comida popular que se celebró el pasado sábado y a donde acudió casi todo el pueblo, aunque una celebración familiar impidió que pudiera estar presente el alcalde de la localidad, Alfredo Fernández. «Iré en cuanto pueda verla, porque en la corporación estamos encantados con la restauración de la Virgen. Nosotros hemos ayudado en la medida de lo posible», señala el regidor, que subraya la buena relación que mantienen desde el Consistorio con la asociación cultural que ha tenido la iniciativa de restaurar la imagen románica. «Estamos siempre en contacto directo porque ellos se encargan de otras actividades culturales que se hacen a lo largo del año y nosotros tratamos de colaborar en lo que se puede». Para el alcalde, la ubicación final de la talla no es algo que le preocupe en exceso. «De momento estará en la iglesia, pero al lado está el convento y también podría quedarse allí. Habría que informar al obispado, pero no suelen poner pegas», concluye.

La escultura, de autor anónimo, mide 76 centímetros de alto por 47 de ancho y está realizada en madera tallada y policromada y tela enyesada y policromada. Aunque su origen se remonta al siglo XIII, se cree que sufrió grandes modificaciones en los siglos XVI o XVII que han alterado significativamente su aspecto original, como la falta del Niño que llevaba en su regazo, pero que según Dammar, el taller de restauración y conservación que se ha encargado de los trabajos de recuperación de la talla, no le resta su importante valía artística e histórica.

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