La vacunación comienza en Cuéllar con los usuarios y el personal de la residencia El Alamillo

El viernes, por primera vez, las vacunas hacían acto de presencia en Cuéllar, en concreto en la residencia de ancianos El Alamillo, gestionada por Cáritas con la colaboración de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, con tres religiosas que viven en el centro junto a los ancianos.

En total más de 60 personas entre residentes y trabajadores, fueron los primeros vecinos de Cuéllar en recibir la primera de las dos dosis de Pfizer previstas para la inmunización contra el coronavirus, que atacó de forma importante a este centro de ancianos en los primeros compases de la pandemia, por el mes de marzo. De hecho, en el centro se registró el primer caso de coronavirus que se dio a conocer en la villa de Cuéllar.

Desde las 9:30 horas de la mañana, el equipo de vacunación se preparó para inyectar más de 40 dosis a los residentes y una veintena de ellas a los trabajadores, puesto que se ha priorizado en ellos como grupos de riesgo, vacunando en primer lugar a las residencias de mayores y trabajadores sociosanitarios.

Para hacer frente a esta vacunación, la residencia El Alamillo preparó tres salas diferentes. En primer lugar se habilitó la biblioteca como área donde inyectar las vacunas, pero también se prepararon dos espacios como salas de espera, una de ellas para los residentes o trabajadores que iban a recibir la vacuna, y otra para los momentos posteriores, puesto que, al igual que ocurre cuando se suministran otras vacunas, se recomienda que la persona vacunada permanezca unos 30 minutos en observación en una sala de espera para detectar posibles reacciones adversas inmediatas. Para esta espera posterior en El Alamillo se habilitó el gimnasio.

Esta semana está prevista que la vacunación llegue hasta el Centro de Mayores Valdihuertos, la otra residencia de ancianos de la localidad.