Vacaciones en paz a 2.300 kilómetros de casa
Trece niños saharauis del programa de acogida pasarán el verano con familias de la provincia segoviana
Laura asegurado
Sábado, 30 de junio 2018, 21:53
Risas, llantos de alegría y abrazos de reencuentro inundaron este viernes el ala de llegadas del aeropuerto de Villanubla, en Valladolid. Aunque también, de dudas e inquietudes. A las 8:45 horas del viernes un avión lleno de niños saharauis, entre 8 y 12 años, pisaba tierra firme. Alguno de sus pasajeros acababa de recorrer por primera vez los 2.318 kilómetros que separan su casa, en los campamentos de regufiados de Tinduf (Argelia), de Valladolid.
Se notaba en sus rostros turbadores. Otros, sin embargo, ya son unos verdaderos veteranos. En total son 218 los niños –algunos no llegan hasta el próximo miércoles, 4 de julio– los que pasarán los meses de julio y agosto en familias de acogida de Castilla y León. La iniciativa, enmarcada dentro del programa Vacaciones en Paz, promovido por las asociaciones de Amigos del Pueblo Saharaui y financiado con 35.000 euros por la Junta, ofrece a estos pequeños un verano libre, alejados de las duras condiciones y las altas temperaturas que padecen en esta época del año en los campamentos del Sáhara.
Alimentación y salud
Por provincias, 13 de estos niños estarán con familias de Segovia, 26 de Burgos, 37 de León, 23 de Palencia, 25 de Salamanca, 8 de Ávila, 11 de Soria, 43 de Zamora y 32 de Valladolid. Los pequeños pondrán rostro y voz a la situación de su pueblo. Además, durante su permanencia en España, podrán disfrutar de una alimentación saludable y, sobre todo, de reconocimientos médicos.
«Son niños que vienen sanos entre comillas. Suelen venir con anemia, falta de hierro y, alguna vez, con parásitos», explicó la presidenta de la Unión de asociaciones solidarias con el pueblo sahariano, Inés Prieto, quien recibió a los niños en el aeropuerto, junto a la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García; el presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero y el delegado de Saharaui en Castilla y León, Mohamed Labat.
Llamamiento a la solidaridad
Los cuatro agradecieron la labor de las familias de acogidas por «abrirles sus puertas y su corazón». Sin embargo, el número de familias decididas a acoger ha sido inferior con respecto al año pasado, cuando pudieron venir 250 niños.
«Antes podían venir hasta cinco años, ahora solo pueden tres porque casi no hay familias y sino no podrían venir todos los niños», explicó Javier Heredero, para quien este será el tercer –y último– año con su niño saharaui, después de dos veranos juntos. Insistieron en que cualquier familia puede ofrecerse para acoger, y se hace un llamamiento a la solidaridad, pues el esfuerzo compensa.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.