El undécimo ARCO de Alberto Reguera

La feria ARCO de Arte Contemporáneo, que se celebra en Madrid hasta el domingo, cuenta entre sus prestigiosas firmas de esta edición con la de un segoviano. Alberto Reguera participa estos días con una selección de su obra más reciente en este formidable escaparate, dentro del espacio ocupado por la galería Fernández-Braso, que también colgará cuadros de Tapies, Ráfols-Cassamada y Broto. Esta sala pretende «confrontar diferentes generaciones de artistas, cuyas obras nos ayuden a ver la evolución de la pintura abstracta desde los años 60 hasta hoy mismo», explica el autor.

Reguera confiesa su admiración por los artistas con los que ahora comparte exhibición en la feria madrileña. «Es un honor, y además en ARCO», incide. Tapies, por ejemplo fue reconocido por utilizar materiales distintos a los que acostumbraba. Contribuyó al informalismo, del que fue un símbolo. Al igual que Ráfols-Casamada, comparte su gusto por la sensualidad en la materia. Los dos vivieron o estuvieron muy relacionados con París; lo mismo que Broto, quien también ha vivido en la capital francesa, a la que Reguera está muy unido. Sus tres ‘compañeros’ de expositor tienen en común «una veneración por el color con aroma mediterráneo», explica. «Aunque mis trabajos hacen referencia al paisaje, que luego abstraigo a través de mi pintura, también he trabajado la pintura teniendo como eje principal el color», añade.

Sin embargo, de los cuadros de Tapies y de Ráfols-Cassamada a los de Broto y el segoviano se puede ver una evolución en la manera de entender la pintura desde los años 60 hasta hoy. Los dos primeros dan más importancia a los trazos, mientras que las obras de Broto y de Reguera «están quizás más adentradas en el paisaje interior; pero todas ellas generando espacios de profundidad».

La galería Fernández-Braso ha seleccionado dos obras de gran formato firmadas por el pintor segoviano, y alguna más de tamaño mediano. Son creaciones realizadas fundamentalmente el año pasado que «pretenden rememorar a algunas figuras que se inspiraron en la noche, como el pintor holandés Aer Van de Neer o el romántico ruso Yvan Ayvazovsky o el noruego Christian Dahl».

Desde el punto de vista formal, son paisajes abstractos de gran formato y pinturas tridimensionales al mismo tiempo. Estas obras tienden a ser monocromáticas en su parte central, aunque el autor busca y logra el contraste deliberado con los ensanchados bordes del cuadro. «He optado conjuntamente con los galeristas por estos paisajes abstractos tridimensionales y no por la pintura expansiva o por las instalaciones pictóricas», afirma el autor.

No es la primera vez que Alberto Reguera expone en ARCO. Ya acumula diez experiencias. El pintor reconoce que la que recuerda con mayor impacto y mejor sabor de boca fue la de su debut, a finales de los 90. El segoviano también ha llevado su obra a otras ferias de arte de predicamento internacional, como AHAF Hong Kong Art Fair, Art Brussels, MacoMexico, las de París, Kunst Raí de Amsterdam y las de Lisboa también, por citar algunas.