Turégano: El castillo que te mira y al que admiras
Especial Municipalismo. El patrimonio de Castilla y León ·
Turégano es episcopal, como la propiedad de su fortaleza, retratada miles de veces desde la plaza porticada 'de los cien postes', centro de la vida de la villael norte
Martes, 1 de septiembre 2020, 07:46
Erase una vez una villa pegada a un castillo; o un castillo pegado a una villa. Así podría comenzar la historia de Turégano, una villa episcopal desde que Doña Urraca, hija de Alfonso VI, entregara su posesión al obispado de Segovia, propietario desde entonces del imponente castillo que ejerce de vigia del municipio.
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«Turégano, entre el castillo y el centenar de postes»
La existencia del castillo ha guiado siempre la vida de este hermoso pueblo medieval. Su imponente visión desde cualquier ángulo del casco urbano ha marcado la vida de los tureganenses, que presumen con razón de un monumento extraordinario. Te mira y lo miras y admiras.
La fortaleza comenzó a construirse en el siglo XII, aunque la mayor parte de lo que se conserva se realizó en el XV. El castillo no puede ocultar su pertenencia a la Iglesia cuando uno descubre que en el patio de armas está el templo de San Miguel, con elementos arquitectónicos del románico y del gótico y una espadaña ya del XVIII.
Defensa
El castillo cuenta con un doble recinto amurallado para su defensa, con barbacanas y torres en los ángulos; su lado sur sirve de fachada de la iglesia y su puerta, adornada con el escudo episcopal, se defiende con dos torres poligonales en el primer cuerpo y circulares, en el segundo.
Pero no siempre perteneció a la Iglesia, porque hubo un tiempo, el de Carlos III, en el que pasó a depender de la Corona, aunque fue devuelto poco después a sus propietarios eclesiásticos. Estos lo cedieron al Ayuntamiento quien ahora gestiona su explotación turística y se encarga de su conservación. Su visita es una delicia y miles de turistas que así lo hacen a lo largo del año lo certifican.
Imagen icónica
Pero la imagen icónica del castillo no es desde su interior, sino la tomada desde la plaza principal de la villa, conocida como 'de los cien postes'. Allí, rodeado de soportales y de la Casa Consistorial, uno puede plantar el trípode, sacar la cámara o los pinceles y disparar la mejor fotografía del mundo o inmortalizar el castillo, como han hecho cientos de pintores a lo largo de la ya longeva historia de la localidad.
Y si no mira al castillo, puede retratar los postes que jalonan la plaza porticada, sus casas blasonadas y el bullicio que hace de Turégano un pueblo que vive fundamentalmente en su plaza, bajo la atenta mirada de su castillo.
Muy cerca de la singular plaza, en otra que preside un gran pilón, se encuentra la iglesia de Santiago, con su ábside semicircular del románico tardío en el que se descubrieron a finales del siglo pasado dos grupos escultóricos, con buena parte de su policromía original, en el lugar que hay entre los ventanales del ábside. Para facilitar su visita se adelantó el retablo de la capilla absidal.
En el ábside de la iglesia de Santiago se descubrieron dos grupos escultóricos a finales del XX
Y Turégano tiene mucho más que ver: palacios, barrio judío, ermitas, Museo Forestal y el patrimonio de sus pedanías de Aldeasaz, Berrocal, Carrascal y La Cuesta. Todo bajo la vigilancia del castillo, que nos mira desde su púlpito.
Qué visitar
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Patrimonio: Castillo: Construido en su mayor parte en el siglo XV, contiene en su patio de armas la iglesia románica de San Miguel. Es de propiedad eclesiástica. Plaza porticada 'de los cien postes': recinto con soportales, casas blasonadas y la Casa Consistorial.Iglesia de Santiago. Con un ábside semicircular románico
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De interés: El castillo ha sido cedido por la Diócesis de Segovia al Ayuntamiento para su explotación y conservación. Miles de turistas lo visitan todos los años.