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álvaro gómez san frutos
Segovia
Jueves, 1 de enero 1970
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Las obras en la circunvalación de Segovia continúan dando que hablar entre los usuarios habituales de la vía. Esta vez el objeto de debate son los accesos, cuya señalización ha ocasionado las críticas de los empresarios del polígono de Hontoria, que denuncian haber perdido un 50% de los clientes a causa de las obras. De hecho el presidente de la asociación de negocios de la zona, Enrique Velázquez definió como «chapuza» los desvíos y la señalización establecida.
Para Pedro José Pastor, jefe provincial de Tráfico, el problema en la mayoría de las ocasiones es de los conductores. «Me han asegurado que la señalización está bastante bien, lo que pasa es que hay que fijarse y el problema que tenemos muchas veces con los conductores es que no tienen en cuenta la señalización», denuncia Pastor.
El jefe de Tráfico reconoce que «las obras son complicadas» debido a los viaductos, la dureza del suelo y la climatología adversa, a lo que se han unido complicaciones constructivas como las del enlace con la autopista, que «ya se están solventando y que espero que en breve también terminen».
La opinión de Pedro José Pastor seguro que fue de gran peso de cara al desvío del flujo de tráfico hasta Perogordo. «Cuando me han pedido consejo he pensado en la seguridad de cara a tener que ir hasta la rotonda de Perogordo para hacer el cambio de sentido y coger la autopista», señala.
El responsable de Tráfico en la provincia de Segovia explica que las otras opciones posibles que se barajaron «en mi opinión no ofrecían la suficiente seguridad». El objetivo del responsable de tráfico en este tipo de decisiones es buscar el equilibrio entre la comodidad y esa seguridad para los conductores, siendo la segunda más importante como es evidente, y en este sentido considera que la opción que finalmente se ha ejecutado ha sido la correcta, a pesar del recorrido que hay que hacer hasta la glorieta de Perogordo, lo que ha suscitado las quejas de los comerciantes de Hontoria.
Las obras, cuyo fin está previsto para septiembre de 2019, generan ciertos contratiempos que son comunes en estas intervenciones, por lo que para Pastor es importante que se cumplan los plazos establecidos en la medida de lo posible. «Espero que el tiempo nos acompañe y las obras puedan ir a buen ritmo para acabar cuanto antes con las molestias ineludibles que tiene cualquier tipo de obra», sentencia.
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