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Regreso a la tradición propia

Regreso a la tradición propia

Titirimundi rescata este año algunos de los pequeños espectáculos que han hecho historia en el festival

alfonso arribas

Miércoles, 10 de mayo 2017, 18:26

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Genuino, generoso, extrovertido y diverso. Así es Titirimundi, el Festival Internacional de Teatro de Títeres que está a la cabeza de lo que pudiéramos llamar Marca Segovia. Un evento reconocible y sobradamente conocido que cada primavera regala miles de momentos de esos que enriquecen las maletas espirituales, que se llenan de vivencias más que de objetos, que proporcionan un placer duradero porque se degustan en el instante y también después, cuando se tira de memoria.

Y la memoria es precisamente uno de los rasgos que caracterizan a esta trigésima primera edición. Lo ha explicado el director de Titirimundi, Julio Michel: este año se ha querido rescatar alguno de los montajes que han hecho historia en el festival, y se aborda con una doble intención.

Por una parte, homenajear a las compañías, algunas de ellas, que han contribuido a hacer grande el evento con espectáculos ante los que se han rendido legiones de fieles. Y por otra, generar nuevas oportunidades para que los recién llegados al teatro de títeres, o los despistados en las ocasiones originales, puedan sumarse a esas legiones.

De modo que el programa de 2017 tiene más de recuerdo e insistencia que de novedad, sin que este elemento esté completamente ausente. Una suerte de grandes éxitos, una recopilación que habla de que el festival ya ha creado su propia tradición, en paralelo a la del género.

Y ahí encontrábamos sin duda al maestro Rod Burnett, tan pegado a la piel de Titirimundi que ambos llegaban a confundirse. Pocos días antes del inicio, Burnett falleció dejando «un vacío imposible de llenar», según dijo Michel. Y ante esta circunstancia, todo lo demás será secundario. La 31 edición será la del homenaje de toda la profesión a uno de sus mitos, a un cabecilla natural, artísticamente impecable y personalmente irresistible.

70 funciones diarias

Cuestiones logísticas y presupuestarias han borrado del mapa aquellas ediciones que se extendían a lo largo de diez o más jornadas, con dos fines de semana entre medias. Desde hace tiempo el festival se ha reducido en tiempo, se ha concentrado, y en 2017 serán seis días, del 10 al 15 de mayo.

A pesar de ello, las cifras que exhibe siguen describiendo un evento total, felizmente invasivo, viral como dirían las nuevas generaciones. 515 funciones se realizarán en esta edición, 425 de las cuales se representarán en Segovia capital, en cuyas plazas, calles, patios históricos, iglesias y teatros (30 espacios), se darán cita 37 compañías de 11 países que realizarán una media de 70 funciones diarias.

La identificación con la ciudad, ese factor sin el que Titirimundi ya no sería, o sería otra cosa menos interesante, se consigue por tanto a través de dos caminos que confluyen. Está esa magia que asalta al nativo y al foráneo en cada rincón, con entrada o sin entrada, a la vuelta de la esquina, en unas escaleras, al abrigo de un soportal. Y está ese rosario de espacios pequeños que parecen inventados para servir de escenario al teatro de títeres, habitualmente conciso.

Completativo y didáctico

La vertiente didáctica de Titirimundi crece cada año, sin olvidar que una de las aspiraciones no cumplidas del festival, que también las tiene, es crear una verdadera escuela estable, regular, paradigmática, de teatro de títeres en Segovia al calor del festival, con su apoyo y marca.

Hasta que llegue, en esta ocasión serán seis los talleres para niños y adultos: Gabriel Belloni y El trastero de Lula mostrarán a los más pequeños cómo se crea un títere con elementos sencillos y material reciclado; Tamanka Teatro creará un espectáculo-taller para toda la familia con El viaje de Miss Dayse; en el Palacio de Quintanar, un taller de sombras con las manos y un taller de cartón piedra enseñarán técnicas tradicionales con las que crear ilusión; y la guinda: la séptima edición del taller de talla de títeres, impartido en la Casa de los Picos por Chris Geris, uno de los miembros de la compañía Plansjet, que siempre deslumbra por la destreza y la sencillez de sus figuras.

Además, el Museo de Marionetas de Peralta, en la Puerta de Santiago, ofrecerá acceso gratuito durante el Festival, del 11 al 16 de mayo. Y una de las joyas de la presente edición espera en el Torreón de Lozoya: la exposición de las «pequeñas cosas» de Gilbert Legrand, un prodigio de imaginación y creatividad que va a alcanzar cifras récord de visitantes, eso seguro.

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