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Tres corredoras entran de la mano en la meta de la carrera. Pedro Luis Merino
Solidaridad a 1.500 metros de altura en Guadarrama

Solidaridad a 1.500 metros de altura en Guadarrama

La Copa Cueva Valiente, que ha recaudado más de 6.000 euros para los enfermos de ELA, celebró ayer su cuarta edición

quique yuste

Segovia

Domingo, 26 de mayo 2019, 11:19

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Con menos actividades que en otras ediciones pero con las mismas ganas de pasar una jornada deportiva y solidaria, la Copa Cueva Valiente regresó por cuarto año a San Rafael. En plena Sierra de Guadarrama, los amantes de las carreras de montaña pudieron disfrutar de la dureza y la belleza de los montes segovianos en una competición exigente y de nivel en la que lo más importante no fueron los vencedores de las distintas categorías, sino echar una mano a los enfermos de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).

Organizada por el Club Deportivo Caloco, la Copa Cueva Valiente volvió a conjugar el carácter deportivo y competitivo con el solidario. Así, de cada una de las 175 inscripciones realizadas se destinaron cuatro euros a Fundela, la Fundación Española para el fomento de la investigación de la Esclerosis Lateral Amiotrófica, enfermedad que en la actualidad no tiene curación, que afecta a más de 4.000 personas en España y que causa la muerte de 900 al año. Lo saben bien, por haberla sufrido de cerca, los organizadores de la prueba, que desde hace cuatro años no dudan en destinar lo recaudado a la asociación. «Nos sentimos un poco con esa obligación moral de trabajar con ellos», explica Manu Montilla, director de una carrera que a lo largo de su historia ha logrado recaudar más de 6.000 euros para la asociación, a los que habrá que sumar lo conseguido en la jornada de ayer con las inscripciones. Además, si del dinero restante sobrase algo tras cubrir los gastos generados por la prueba, también irían destinados a Fundela. «Nosotros tenemos que quedarnos a cero», afirma Montilla.

Aunque su colaboración con la asociación es firme y continuará en futuras ediciones de la prueba, la organización de la Copa Cueva Valiente tampoco cierra las puertas a otras organizaciones que pueden necesitar su ayuda. Es el caso de Juegaterapia, con la que ya se colaboró en la tercera edición logrando un triciclo para que los niños enfermos de cáncer puedan sustituir durante algunos minutos su habitual silla por un pequeño vehículo de tres ruedas que haga más amena su estancia en el hospital.

Cerca de su techo

El carácter solidario de la prueba se mantiene un año más, al igual que el competitivo. Sin embargo, y por circunstancias especiales, en esta ocasión el evento ha sufrido pequeños cambios con respecto a pasadas ediciones, en las que las pruebas se celebraban a lo largo de todo un fin de semana y se incluía una marcha familiar para todos aquellos que quisieran colaborar con la asociación pero no se vieran lo suficientemente preparados como para completar la carrera por los montes de la Sierra de Guadarrama. Así, se espera que en próximas ediciones se recuperen dichas actividades para consolidar un evento que ya está cerca de su techo, según reconoce el propio Montilla.

El carácter competitivo de la Copa Cueva Valiente también se ha incrementado con el paso de las ediciones. Desde la primera, en la que se contó con cerca de 80 inscritos, se ha ido creciendo hasta alcanzar ayer los 175, récord de una carrera que tiene el tope en los 200. La organización, que cuenta con medio centenar de voluntarios, no quiere que la prueba pueda escaparse de sus posibilidades y por ello no esperan incrementar mucho más el número de inscritos durante las próximas ediciones, aunque sí confían en alcanzar los dos centenares en 2020. «La idea es mantener la prueba y que se consolide en el calendario, pero siempre manteniendo los pies en el suelo», señala Montilla, director y creador de una prueba que surgió ante la falta de competiciones similares en la zona. Anteriormente, Montilla ya había mostrado su intención de unir deporte y solidaridad organizando eventos parecidos, como una carrera con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Guadarrama para recaudar fondos para un niño enfermo de cáncer.

Con la Copa Cueva Valiente además se pretende dinamizar la zona de El Espinar y sus montes. Por el momento, el objetivo se cumple, como demuestran las decenas de corredores que cada edición llegan a la Sierra de Guadarrama procedentes de todas las provincias de Castilla y León y también de la Comunidad de Madrid. Entre ellos se encuentra Álvaro Hernández, campeón de trail de Castilla y León y vencedor ayer también de la prueba espinariega.

Con inicio a las diez de la mañana, los participantes pudieron elegir dos recorridos. Uno de 17 kilómetros y más de 1.000 metros de desnivel en el que hubo que ascender Cabeza Lijar, el Cerro de la Salamanca y Cueva Valiente. Para aquellos que les quedasen fuerzas la organización planteó un segundo recorrido, de 25 kilómetros y más de 1.600 metros de desnivel, en el que los corredores tuvieron que afrontar, además de las tres ascensiones del primer recorrido, una cuarta subida por un vertiente diferente de Cueva Valiente.

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