Los vecinos de Trescasas se recuperan del susto: «Hemos sentido miedo porque no sabíamos qué hacer»
El alcalde de la localidad agradece la implicación de los habitantes de la localidad en las labores de control del incendio
quique yuste
Segovia
Lunes, 8 de julio 2019, 13:36
La localidad de Trescasas, con un millar de habitantes censados, vio truncada ayer la tranquilidad de una veraniega tarde de domingo por la amenaza de ... un incendio declarado a pocos metros de su casco urbano. Las llamas y el humo, intensificados por el fuerte viento, hicieron salir a los vecinos de sus casas para observar la evolución del incendio y para tratar de ayudar a su extinción. Todo valía para luchar contras las llamas. Palas, mangueras, cubos, rastrillos, tractores... Y no solo de los trescasianos, también de los vecinos de San Cristóbal de Segovia, Torrecaballeros y el Real Sitio de San Ildefonso, quienes no dudaron en colaborar en el control y extinción de un incendio que llegó a alcanzar el nivel 2 de emergencia debido a su proximidad a las viviendas del barrio de Sonsoto.
«Hay un ambiente de humo que no quiero que mis hijos respiren»
«Hemos sentido miedo porque tenemos familia e hijos. No sabíamos qué hacer o si había que seguir algún protocolo de evacuación», explicaba Beatriz Duque. Su vivienda, situada a las afueras de Trescasas, estuvo cerca de ser alcanzada por las llamas, pero la rápida actuación de los bomberos y de los vecinos impidió que el fuego llegase hasta la casa, aunque sí calcinó la parcela situada a escasos metros, justo al otro lado de la calle. «Estábamos fuera del pueblo y nos ha tocado volver porque unos amigos nos han alertado de que se estaba complicando la situación. Cuando hemos llegado estaban los vecinos con cubos y haciendo una cadena humana para intentar controlar el incendio», relataba.
Con dos hijos de seis y cuatro años, Beatriz todavía se mostraba preocupada a última hora de la tarde, pese a que el incendio ya estaba controlado. «No tengo claro si mis hijos dormirán aquí esta noche. Aunque nos digan que está todo bien, el pueblo está rodeado y hay un ambiente de humo que no quiero que mis hijos respiren», añadió.
Las llamas se originaron pasadas las dos de la tarde en las proximidades de una cuneta junto a una parcela particular, el camino que une el municipio con las localidades de Palazuelos de Eresma y Tabanera del Monte y a escasos metros de la planta de Bezoya. La fuerza del viento causó que el fuego se expandiera en dos lenguas diferentes, lo que dificultó las labores de extinción y motivo la declaración del nivel 2 de emergencia. Por un lado, el fuego obligó a cortar la carretera que une Trescasas con el Real Sitio de San Ildefonso y amenazó varias viviendas, una línea de alta tensión y la residencia de personas mayores de la localidad, aunque en ningún momento, según el alcalde, Borja Lavandera, se pensó en evacuar a sus residentes. Sí fue necesario evacuar una quincena de casas por el intenso humo, aunque pronto pudieron volver a sus domicilios. La segunda lengua se expandió en dirección a San Cristóbal de Segovia, lo que obligó a cortar la carretera entre ambos municipios durante varias horas.
«Ha sido algo alarmante pero no extremo»
Jesús Delgado estaba haciendo la comida cuando se originó el incendio a unos metros de su vivienda. Sin embargo, fue su mujer, que regresaba de Segovia, quien le avisó del fuego. «Me decía que no podía entrar al pueblo porque había un incendio. He salido de casa, he olido a quemado y he visto la situación», explica. «Ha sido algo importante pero no tanto como parece. El fuego se ha ido por los prados y ha rodeado el pueblo, las casas de la entrada de la carretera de San Cristóbal... Algo alarmante pero no extremo», añade. Sin llegar a temer por su casa, su familia sí se mostró más preocupada por la evolución de las llamas. «Mi mujer y mi familia ya estaban haciendo el plan de evacuación», bromea Jesús, una vez la situación ya estaba controlada por los bomberos.
Con varios focos activos aunque controlados por los bomberos, la intensidad del viento amenazó con reactivar unas llamas que calcinaron zonas de pasto, árboles y alguna que otra huerta, y que motivaron una rápida respuesta de los vecinos para evacuar a los animales, nerviosos por la proximidad del fuego y del humo. En algunos casos las llamas se quedaron a escasos metros de alcanzar varias viviendas. También fueron muchos los vehículos que tuvieron que ser movilizados con urgencia para no ser afectados por las llamas.
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Cinco helicópteros
Fueron decenas de vecinos los que se echaron a la calle para colaborar en unas labores de extinción en las que participaron cinco helicópteros (uno de ellos un Kamov con gran capacidad de carga), cinco cuadrillas de tierra, cinco vehículos autobomba, seis cuadrillas helitransportadas y cinco agentes medioambientales. También se desplazaron hasta la localidad efectivos de Bomberos de Segovia y del Real Sitio, miembros de Protección Civil del Real Sitio de San Ildefonso y agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Segovia. Además, estuvieron presentes los alcaldes de municipios vecinos, como el de San Cristóbal de Segovia, Óscar Moral, o el del Real Sitio de San Ildefonso, Samuel Alonso. En el caso de este último, colaboró de forma intensa en las labores de extinción al ser una de las parcelas afectadas por las llamas propiedad de su familia.
«Ha empezado a comernos el fuego y hemos tenido que salir corriendo»
Nicolás de Andrés estaba jugando a la videoconsola cuando, pasadas las dos de la tarde, miró por la ventana y observó un intenso humo. Salió de su casa para comprobar qué estaba ocurriendo y se percató de la presencia de varios vecinos y bomberos tratando de apagar un incendio que había comenzado cerca de la planta embotelladora de la localidad. «Ha empezado a comernos el fuego y hemos tenido que salir corriendo. Han venido más bomberos y han podido controlarlo», recuerda Nicolás, de dieciocho años. «Había llamas bastante grandes a menos de cien metros de mi casa. Es una sensación de miedo pero sobre todo lo que tienes son ganas de ayudar a controlarlo», concluye.
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A las 19:25 horas la Junta de Castilla y León rebajó la alerta al nivel 1 y dio por controlado el incendio, que según las primeras estimaciones afectó unas 60 hectáreas y del que por el momento se desconocen las causas, aunque el delegado de la Junta, Javier López Escobar, descarta que sean naturales. Durante la noche continuaron los trabajos por parte de los equipos de extinción para evitar posibles reactivaciones de los focos del incendio.
Agradecimiento
El alcalde de Trescasas, Borja Lavandera, ha agradecido este lunes el esfuerzo y trabajo de los vecinos del municipio para controlar una de las lenguas del incendio declarado en la tarde de ayer, que ya está controlado, evitando que saltara la carretera y se acercara a la residencia de personas mayores. La implicación de los medios de extinción de la Junta y de los ayuntamientos cercanos contribuyeron a evitar males mayores y el pueblo ha amanecido «más tranquilo y aliviado».
Borja Lavandera recordó que pasadas las nueve de la noche el incendio se pudo bajar de nivel 2 a nivel 1 y se mantienen los retenes trabajando y refrescando varios puntos calientes para evitar que se reactive. «Hay pequeños focos que todavía pueden suponer una amenaza», remarcó el alcalde de Trescasas en declaraciones a la agencia Ical. Lavandera agradeció la perfecta coordinación de todos los equipos y los vecinos para controlar las dos lenguas de fuego que se separaron del incendio central.
Por precaución, especialmente por el humo, se desalojaron varias viviendas. Afortunadamente no fue necesario evacuar la residencia de personas mayores del municipio porque «entre todos logramos que el fuego no cruzara la carretera y finamente se quedó lejos de la residencia». El alcalde de Trescasas aseguró que éste fue el momento de más tensión pero «se actuó muy rápido en esta zona».
Boja Lavandera declaró que el pueblo de Trescasas «respira hoy aliviado» después de los momentos de angustia vividos logrando que el fuego se detuviera «a escasos metros de la misma linde de las viviendas» y, tras una noche, en la que han estado muy pendientes de la información remitida por los retenes.
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