Dos semanas sin la ninfa del Duratón

Fernández creó la escultura durante el confinamiento del año pasado y la instaló en una roca, enfrente del chiringuito Duranguito, donde trabaja, por ser un «lugar mágico y de gran belleza». Hasta allí suele ir nadando a diario para descansar de los fogones. «Es un sitio precioso, por la mañana es una maravilla», dice. El sábado 5 de junio fue la última vez que vio la escultura, porque el domingo, cuando se acercó a visitarla, ya no estaba.

Ante esta situación, Fernández ha decidido denunciar la desaparición de la obra, aunque asegura que retirará la denuncia si la estatuilla reaparece, incluso si tiene desperfectos. No obstante, pide la «colaboración de todos para recuperar la ninfa» e insiste en que seguirá luchando para que pueda volver al lugar «para el que fue creada». «No pierdo la esperanza», señala Fernández, quien no cree que la escultura la retirara alguien «con mala fe».

A raíz de su anterior empleo en los Jardines de la Granja, Fernández se empezó a interesar por la mitología y las ninfas, a las que describe como «diosas de la naturaleza con aspecto de mujeres jóvenes, a las que se las asocia con un determinado lugar, como los ríos, fuentes o montañas». Cuenta que por ese motivo decidió crear esta escultura en gres, un tipo de cerámica muy resistente, y alega que la estatuilla ya estaba «plenamente integrada en el entorno», aportando «una nota lírica al lugar».

Si bien no había solicitado ningún permiso oficial a la Confederación Hidrográfica del Duero antes de instalar la escultura, el artista cuenta que el año pasado preguntó a los vecinos de Fuentidueña y a las asociaciones que defienden el entorno del Duratón su opinión al respecto. Según indica, la escultura ha sido muy bien acogida en todo este tiempo. De hecho, el verano anterior numerosas personas «se acercaron nadando o en piragua a contemplar la estatuilla» y esta primavera, incluso, turistas procedentes de otras ciudades han llegado al lugar preguntando por ella.

Este segoviano se dedica durante gran parte del año a la artesanía en su taller de Cabañas de Polendos, donde recientemente ha creado muchos otros objetos de cerámica homenajeando las Hoces del Duratón, como jarras, platos o figuras de la fauna de la zona. No obstante, sigue pendiente de la ninfa y confía en que pronto pueda volver a la roca para la que fue creada.