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Una de las ochenta torres de la muralla preside la subida desde el paseo de Santo Domingo al a Puerta de San Cebrián. De Torre

A Segovia le 'cuesta' más de 2,5 millones al año ser Patrimonio de la Humanidad

Es el dinero que deja de percibir el Ayuntamiento por liberar del cobro del IBI a los Bienes de Interés Cultural y otras exenciones sujetas a la ley del mecenazgo y las restauraciones

Domingo, 14 de octubre 2018, 11:51

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Se han preguntado alguna vez el 'precio' que hay que pagar por pertenecer al selecto club de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad? ¿Han pensado si el título es rentable ? La concejala de Patrimonio Histórico, Turismo y Urbanismo, Claudia de Santos, tiene claro que sí, que merece la pena pagar el coste que conlleva la declaración universal de la Unesco. «Son muchas más las ventajas», insiste. Lo que no exime de inconvenientes y, sobre todo, de una responsabilidad de la que carecen otras urbes.

Segovia fue cofundadora del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad en España. Junto a ella, esta entidad nacida en 1993 está integrada por otros catorce miembros: Alcalá de Henares; Ávila; Baeza; Cáceres; Córdoba; Cuenca; Ibiza; Mérida;Salamanca; San Cristóbal de la Laguna; Santiago de Compostela; Tarragona; Toledo, y Úbeda. Además de los departamentos dedicados a explorar y explotar el atractivo turístico del grupo o a gestionar el patrimonio que les acredita con el título de la Unesco, este organismo creó un área de hacienda con la intención de cuantificar y tener datos para saber lo más certeramente posible cuánto cuesta ser Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Aunque el Ayuntamiento asegura que «no es una carga, sino un prestigio», reclama más implicación por parte de otras administraciones

De Santos anticipa antes de meterse en harina que esa voluntad de poner negro sobre blanco y con cifras contantes y sonantes el 'precio' que hay pagar para lucir el título acarrea una labor de cuantificación «muy compleja». No todas las quince urbes son iguales. La concejala segoviana también precisa que ese coste se paga más como consecuencia de «lo que se deja de percibir por el hecho de ser Patrimonio de la Humanidad y no tanto por la propia declaración». El ingreso más evidente y cuantioso que no llega a las arcas municipales –como apunta De Santos– responde a la exención del cobro del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) a la que están sujetos todos aquellos edificios amparados bajo el paraguas de la distinción de Bien Interés Cultural (BIC).

Recogida a mano de la basura

No son los únicos que se libran, precisa, ya que «también hay otros inmuebles catalogados a proteger por tener unos valores o una antigüedad» que tampoco lo abonan. Por aquí, por este cauce de la exención fiscal, se escapan buena parte de esos ingresos que deja de percibir Segovia paradójicamente por su abundante y copiosa riqueza patrimonial. De Santos concibe este beneficio para los propietarios como «una contraprestación y un modo de primar el mantenimiento» de esos bienes, que «es muy caro».

Obreros trabajan en un aintervención de urgencia llevada a cabo hace medio año sobre la muralla a la altura del mirador del Postigo. A. de Torre

Pero hay más «sobrecostes», como lo define la representante del Ayuntamiento de la capital. Esos extras económicos y sociales a los que ha de hacer frente el municipio con sus recursos están relacionados con «la propia estructura de las ciudades y sus entornos patrimoniales». Por poner un ejemplo, Claudia de Santos cita el servicio de recogida de basuras, el cual acarrea un 'sobrecoste' en forma de lugares a los que los camiones no alcanzan y, por tanto, la recogida se ha de hacer a mano. También la iluminación ha de ser singular «y más cuidada». Con respecto a este último aspecto, la contratación del modelo diferencial de iluminación monumental, recogido en un plan especial para los entornos históricos, está a la espera de los informes para salir adelante.

La lista continúa con el mantenimiento y conservación de ese entorno monumental. Para muestra, el botón del Acueducto, para el que el Ayuntamiento de Segovia reserva entre 15.000 y 20.000 euros anuales dedicados a esta labor. La muralla suele llevarse en torno a 10.000, solo en mantenimiento. Y a mayores están las inversiones que se hagan en rehabilitación y recuperación, añade De Santos.

«No es ninguna carga»

La concejala aprieta la tecla de la suma de la calculadora. Sobre ese total resta la cuantía que Segovia deja de percibir por ese patrimonio inmobiliario protegido que no paga el IBI, sustrae también la partida correspondiente a la aplicación de la ley de mecenazgo y detrae otras exenciones de pago derivadas de rehabilitaciones y el resultado que le sale ronda los 2,5 millones de euros. Si se juntan las quince localidades del grupo español, el montante que dejan de recibir está en los 25 y los 30 millones de euros, según los cálculos de la entidad.

Esos 2,5 millones es el coste «aproximado» que para Segovia significa ser y mantenerse como Patrimonio de la Humanidad; aunque este desembolso merece sus matizaciones. Y es que habrá anualidades en las que el Consistorio exprima más sus cuentas y aumente sus inversiones para sufragar una obra específica relacionada con el mantenimiento o la recuperación de ese patrimonio declarado por la Unesco, una declaración que, por cierto, «no corre peligro» a pesar de las críticas, reclamaciones y advertencias expresadas desde algunos colectivos que discrepan de la política y gestión del equipo de gobierno municipal.

«Tanto Segovia como el resto de ciudades del grupo español no queremos dar la idea de que es una carga», hace hincapié la concejala. La pertenencia al club de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad «es un prestigio y una riqueza» para todos los miembros, apostilla la representante del Ayuntamiento de Segovia.

Que cumplir con el título universal no represente una carga no significa que estas urbes se manejen con holgura financiera a la hora de preservar sus entornos monumentales. El grupo español tiene claro que «necesitamos una ayuda no solo económica, sino también para hacer ver que este hecho diferencial conlleva una serie de sobrecostes que hay que compartir». El guante a las administraciones central y regional está lanzado, si bien es cierto que también el sector privado es visto con buenos ojos por los responsables de las corporaciones.

Segovia ya sabe lo que es que una entidad privada 'patrocine' la salvaguarda de su rico patrimonio. Hace algo más de cuatro años, Bankia aportó 30.000 euros para la ejecución de varias intervenciones en el Acueducto a lo largo de 650 metros de los más de 16 kilómetros que se alarga el santo y seña monumental de la ciudad. El Ayuntamiento de Segovia aguardaba desde hacía diez años la ejecución de esos trabajos. Como contraprestación al patrocinio, el logotipo del banco lució bien visible durante el tiempo que duraron las obras.

Hace poco, el Consistorio de la capital repitió la fórmula del mecenazgo y consiguió un patrocinador para la restauración y la réplica de la Virgen del Acueducto. La talla original, del siglo XVI había dado síntomas de deterioro, e incluso se habían desprendido algunos pequeños trozos de la piedra caliza en la que está esculpida. El cálculo municipal sobre el coste que alcanzaba esta operación es de unos 15.000 euros.

Patrocinios y ayudas

El micromecenazgo como vía para sufragar el mantenimiento del Acueducto será una realidad, barrunta la concejala. De momento, las informaciones recabadas sobre cómo funciona animan a los responsables municipales a apostar por esta fórmula que apela a la generosidad de los ciudadanos de a pie. La cuantía clave de las donaciones sería de 150 euros, ya que el solidario contribuyente podría desgravarse el 70%. Solo sobrevuelan las dudas de cómo gestionar este método, admite la edil: si hacerlo mediante los recursos propios del Ayuntamiento o externalizar la gestión a través de una plataforma privada, que no sería desde luego barato.

Las Ciudades Patrimonio de la Humanidad, y en concreto Segovia, pueden aliviar el dichoso sobrecoste con las ayudas disponibles. Claudia de Santos especifica que el Ministerio de Cultura ofrece una subvención de concurrencia competitiva para el patrimonio mundial; sin embargo, este respaldo económico no se otorga a las ciudades en sí, sino a los bienes inscritos, que en España hay 41. Segovia posee dos opciones, que son al fin y al cabo los dos tesoros declarados por la Unesco: por un lado, la Ciudad Vieja, y por otro, el Acueducto.

Trazado medieval del Acueducto por la calle Cañuelos. A. Tanarro

La parte medieval del Acueducto es la prioridad del futuro plan de mecenazgo

Mientras el Ayuntamiento de Segovia intenta cerrar las condiciones en las que se moverá el plan de mecenazgo para el mantenimiento preventivo del Acueducto, el monumento sufre. Dado por bueno por el equipo de gobierno el estudio que descarta el impacto de las vibraciones sonoras que genera un concierto, al menos si los altavoces están alejados un mínimo de veinte metros, el tesoro del patrimonio universal de la ciudad necesita una serie de cuidados intensivos. La concejala de Patrimonio Histórico, Turismo y Urbanismo de la capital, Claudia de Santos, localiza la parte más enferma entre las calles Almira y Cañuelos, en el barrio de El Salvador.

La representante municipal señala que es el tramo reconstruido en tiempos de los Reyes Católicos y en el que se emplearon materiales de peor calidad, un granito más blando y esos morteros de han degradado con el paso del tiempo. La intervención en esta zona del Acueducto es «urgente», hace hincapié la concejala. De materializarse la fórmula de mecenazgo, esta parte del monumento sería la prioridad y «empezaríamos por ella».  

El Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad en España,. de la que forma parte Segovia, llama la atención sobre la necesidad de establecer políticas para contribuir a la conservación de sus entornos monumentales y no depender únicamente de las líneas de subvenciones, apostilla la edil.

La edil también nombra otra línea de ayuda, esta vez indirecta, que el Ministerio de Cultura adjudica al Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad. La cuantía de la inyección está en torno a los 230.000 y 250.000 euros. La partida va dirigida fundamentalmente a proyectos sobre los entornos patrimoniales encaminados a mejorar la accesibilidad, a la promoción y otros aspectos que no sean la rehabilitación directa. Y además, está el programa del 1,5% Cultural por el que el Ministerio de Fomento cofinancia al 70% trabajos de conservación o enriquecimiento de bienes inmuebles del patrimonio histórico español. El Ayuntamiento no quiere dejar pasar este tren y ha presentado el proyecto para la recuperación de la muralla norte.

Pero aquellas la época de las vacas gordas para reunir financiación es historia. La concejala de Patrimonio Histórico, Turismo y Urbanismo de Segovia se retrotrae con cierta añoranza a un tiempo en el que «se juntaron varias subvenciones». Una, derivada del 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento para «dar un empujón definitivo a la muralla». Otra, encuadrada en las subvenciones del espacio económico europeo. Y otra más de American Express, a través de la fundación internacional World Monuments Found, que «se torció mucho». Con los 100.000 dólares se elaboraron dos planes: uno paisajístico del Acueducto y el documento de gestión del arquitecto Alberto García Gil.

Vegetación, huecos dejados por desprendimientos y grietas en el muro de la muralla norte. A. Tanarro

El deterioro de la muralla norte se ha convertido en «una obsesión»

«Es nuestra obsesión porque es la que peor está». El ruinoso estado en el que se encuentra buena parte de la muralla norte preocupa a la concejala de Patrimonio Histórico, Turismo y Urbanismo. Claudia de Santos explica que este tramo de la fortaleza «está invadida por la vegetación» que ha crecido sobremanera y creado una extensa zona de umbría. También este entorno está estigmatizado por «la despoblación», y es que el recorrido está salpicado de «casas vacías» y prácticamente derruidas, añade la edil.

Esa copiosa frondosidad oculta solo a medias la huella del paso del tiempo y de la hostilidad climatológica. El itinerario de la muralla al que se refiere la representante del Ayuntamiento revela el desgaste y la erosión fruto del abandono. Los desprendimientos han dejado un perfil mellado y la pared resquebrajada. Ese lienzo norte, que además presenta un acceso sumamente complicado para la ejecución de obras, discurre desde la puerta de San Cebrián, recorre toda la zona del Hospital de la Misericordia hasta llegar al edificio del Hospital de los Pobres. «Hay tramos que están prácticamente perdidos, absorbidos por la vegetación», incide la concejala. En cuanto a la complejidad de acceder, De Santos explica que «hay que hacer camino para colocar los medios auxiliares» para la pretendida restauración.

Este proyecto, valorado en algo más de 1,1 millones de euros, es el que el Ayuntamiento ha presentado al 1,5% Cultural de Fomento.

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