Segovia se blinda para frenar el azote del vendaval y La Granja revisa las cúpulas del Palacio Real

La temida borrasca Elsa mostró ayer su peor cara sobre las nueve de la noche, tal y como estaba previsto, y ha seguido azotando la ciudad durante la madrugada. Segovia pasó todo el día con la respiración contenida y el miedo en el cuerpo después de la virulencia con la que el viento sopló la tarde noche del lunes y los innumerables daños ocasionados. Las rachas de viento alcanzaron los 82 kilómetros por hora en la capital segoviana, los 109 en el puerto de Navacerrada y los 122 en la estación de esquí de La Pinilla, según confirmó Adrián Escobar, de Meteosegovia.es.

En realidad, el aire sopló durante todo el día. Sobre las diez de la mañana, las rachas de viento eran especialmente intensas en toda la provincia. En la capital, el viento llegaba a los 79 kilómetros por hora y la veleta que corona el campanario de San Esteban zozobraba de manera inquietante. Policía Local y bomberos acordonaban la plaza para evitar riesgos y los técnicos evaluaban posibles soluciones. A esa hora, el Ayuntamiento ya había ordenado 'precintar' parques y jardines y la alcaldesa aconsejaba no salir de casa, a no ser que fuera estrictamente necesario. «Sé que es muy difícil conseguir que la gente se quede en casa en fechas tan señaladas, previas a la Navidad, cuando hay compras que hacer, reuniones de amigos y cenas de empresa, pero, en la medida de los posible, debemos hacerlo». Los riesgos que se corrieron el lunes estaban muy presentes. «El viento derribó ramas y arrancó árboles de cuajo. No hubo desgracias que lamentar, pero el peligro fue muy grande. Lo mejor es que, si se sale, se evite caminar por las zonas donde hay árboles, ya sea en parques y jardines o en aceras muy pobladas», dijo Luquero.

El viento arreció con la noche entrada. A las nueve, era verdaderamente complicado mantenerse en pie en el paso de la Canaleja y en algunas calles del casco histórico, como Refitolería y las siempre frías Daoiz y Marqués del Arco. En la Plaza Mayor no había una rata: tampoco se podía estar a gusto. Según informó la concejala de Seguridad, Raquel de Frutos, los bomberos tuvieron que salir porque se había desprendido parte de la techumbre de la gasolinera de la carretera de San Rafael, pero el incidente no tuvo mayores consecuencias. Agentes de la Policía Local patrullaron por las calles durante toda la noche. En la provincia, dos equipos del servicio de Vías y Obras de la Diputación permanecieron en guardia, pero antes de las once no se había recibido aviso alguno, según el diputado responsable del área, Basilio del Olmo.

El Ayuntamiento de Segovia está evaluando todavía los «innumerables» daños que el vendaval causó el lunes. Operarios del Servicio de Parques y Jardines y de Obras y Servicios trabajan desde entonces, pero todavía se desconoce el alcance exacto de los destrozos. También se trabaja en la colocación de las señales que el aire tumbó. La borrasca Daniel dejó cifras históricas. Los 121 kilómetros por hora registrados en la ciudad dan cuenta del peor vendaval de los últimos treinta años (el récord está en los 126 kilómetros por hora de febrero de 1989). Los registros de ayer no llegaron a tanto.

Las previsiones meteorológicas anuncian una mejoría para las próximas horas. El viento deja paso a la lluvia, pero la borrasca empezará a remitir a lo largo del día de hoy, aunque también se esperan lloviznas y vientos más moderados durante el fin de semana.

Patrimonio Nacional mantiene cerrado el acceso a los Jardines del Palacio Real de La Granja de San Ildefonso mientras evalúa los daños que causó el paso de la borrasca Daniel, la noche del pasado lunes y revisa las cúpulas del propio Palacio para detectar daños, según confirmó ayer el alcalde del Real Sitio, Samuel Alonso. Tras una primera evaluación, los árboles afectados en el entorno del Palacio, alrededor de un centenar, son de gran tamaño y algunos se encuentran en situación de riesgo. El viento dañó asimismo la red eléctrica y algunas cubiertas de los edificios del monumental complejo.

Los vecinos de La Granja y Valsaín han vuelto a vivir una noche en alerta, esta vez por causa de la borrasca Elsa, que dejó rachas de viento muy intensas. «Sopla mucho pero menos que el lunes. Nos espera una noche de mucho viento. Confiamos en que todo vaya bien», declaró el alcalde sobre las diez de la noche. No ha sido una semana fácil para el Real Sitio, que ha ido recobrando la normalidad conforme pasaban los días.

En otros pueblos de la provincia, como Cuéllar, también se tomaron medidas de precaución para evitar situaciones de peligro. El acceso a los parques públicos estuvo prohibido todo el día.