Los sanitarios de Segovia se quedan sin cobrar el complemento de productividad

Dicho de forma somera, la razón para que tampoco se les abone esta prestación a mayores del sueldo es el incumplimiento del techo de gasto. Fuentes de organizaciones sindicales lamentan y se quejan de que, con los sacrificios realizados por el personal durante los dos últimos años, sobre todo a raíz de la irrupción de la pandemia del coronavirus, la plantilla de la sanidad pública se vea obligada a prescindir de este ingreso económico a mayores de la nómina, el llamado el complemento de productividad variable.

Sin embargo, son las reglas del juego que determinaron los responsables anteriores de la Consejería de Sanidad. Y es que, según explican fuentes de la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Segovia, fue durante el anterior mandato cuando se estableció el cobro por parte de los trabajadores de una especie de incentivo vinculado al cumplimiento de una serie de objetivos del plan de gestión diseñado para cada provincia, entre los que están, por ejemplo, la reducción de las listas de espera.

Las medidas que se instan para materializar esos requisitos están enfocadas al logro de un mayor control presupuestario. Así pues, si al cabo del ejercicio se sobrepasa el techo de gasto fijado para cada territorio, los trabajadores no cobran el complemento de productividad variable.

El malestar en el conjunto del plantel de la Gerencia es generalizado. La suspensión no hace distinciones entre un celador o un jefe de servicio, entre un administrativo o un cirujano. Todos los eslabones de la cadena asistencial de la provincia pierden este montante económico extraordinario pactado. El enfado es mayor aún por el esfuerzo y los sacrificios profesionales y personales llevados a cabo por los equipos, que se han sobrepuesto a las penurias que arrastra el sistema, como el déficit de sanitarios en algunas especialidades o la cobertura de vacaciones o bajas laborales de compañeros mediante la asunción de la consiguiente sobrecarga de trabajo y de un cupo masificado de tarjetas de usuarios.

Los portavoces sindicales matizan que la saturación es más evidente en la temporada estival, meses en los que la población residente en la provincia se multiplica y los cupos a atender también. Además, en el último año han tenido que enfrentarse a una singular ola de calor que, junto a la vigilancia frente a la covid, forzaron a intensificar la tarea asistencial.

A pesar de los palos en las ruedas, el personal de la Gerencia de Asistencia Sanitaria sacó adelante la anualidad con un cumplimiento del 74% de los objetivos del plan de gestión. El elevado porcentaje de ejecución no ha sido suficiente ni siquiera para premiar a los trabajadores con una parte del complemento. Esto obedece a la fórmula establecida para hacer efectiva la retribución. El problema, como reconoce el ámbito sanitario, es el factor de ponderación que aplica la Administración.

La superación del techo de gasto se asocia a este baremo corrector, que es cero, lo que anula el complemento si se supera el techo de gasto presupuestario, ya que ese sobrante se multiplica por el factor y el resultado es nulo para los trabajadores. Sanidad 'se ahorra' el pago de esta cuantía, que varía en función de la categoría profesional de cada empleado y del desempeño laboral que ejerce.

Tras dos años seguidos sin reunir las condiciones necesarias para percibir el complemento de productividad variable, la plantilla vuelca su esperanza en que, a la hora de diseñar el nuevo plan anual de gestión, se ignore la actual fórmula correctora y se cambie por otra que habilite el cobro de este incentivo económico.