Sanidad busca fórmulas en Segovia para reducir la media de un aborto cada tres días
Vídeos en redes sociales o charlas en institutos de la provincia tratan de mitigar los 62 procedimientos iniciados entre enero y junio de este año
El sistema sanitario valora alternativas para deshacer el nudo gordiano de la educación sexual, una problemática gradual que ha desembocado en 62 procedimientos de aborto ... en el sistema público segoviano en el primer semestre del año. Un dato que varía lo justo respecto a los 66 del ejercicio anterior y que supone el inicio del proceso de una interrupción del embarazo cada tres días. Aunque el global incluye excepciones, desde la violencia sexual a accidentes en adultos ya entrados en edad, la gran mayoría son adolescentes o veinteañeras.
Con ese diagnóstico, la Gerencia de Salud apuesta por la pedagogía como herramienta preventiva, desde aumentar las charlas en los centros educativos a atacar el monstruo de las redes sociales, la gran fuente de referentes de las nuevas generaciones. Hasta el punto de plantearse crear contenido para que los jóvenes lo consuman en vez de buscar soluciones en la pornografía o 'youtubers' de dudosa reputación.
La fotografía de los procedimientos de interrupción del embarazo, que pueden activarse a partir de los 16 años sin necesidad del consentimiento paterno, es incompleta porque muchas pacientes segovianas optan por hacerlo en clínicas privadas madrileñas. Por otro lado, no todos los procesos desembocan en la intervención, pues hay quien decide continuar con la gestación.
Desinformación en las redes
El camino para solicitar el aborto empieza en el médico de cabecera, que inicia el protocolo y deriva el caso a la unidad de Ginecología y a la trabajadora social. El facultativo hace una interconsulta con el especialista hospitalario, que data el embarazo en un informe para que Inspección determine si el plazo entra en los límites legales. Si es así, da la cita para acudir a la clínica concertada a someterse al procedimiento.
«A mí me parecen muchísimos, no debería de haber ninguno», subraya la directoria médica de Atención Primaria, Julia García, quien detalla casuísticas que van más allá de la imprudencia adolescente. «Hay personas que toman anticoncepción habitualmente y, por lo que sea, ha fallado, los métodos no son cien por cien efectivos. Y también hay mucha falta de educación en adultos», apostilla.
Una vez en consulta, el relato no ha cambiado. «Cuando yo estaba en asistencial, te venían con que se rompía el preservativo, pero te creías la mitad. No puede ser que haya tanta rotura». Explica los procedimientos fuera del amparo del sistema público por la vergüenza o los tiempos, ya sea por estar fuera de plazo o por las prisas. «Todo esto lleva unos trámites y muchas no pueden esperar», expone la profesional sanitaria.
García tiene clara la raíz del problema. «Educación, es fundamental», subraya. Además de las nociones que da cada facultativo en consulta cuando la situación lo requiere, la Gerencia de Salud de Segovia imparte cursos en los institutos, una competencia que asumen prácticamente todos los centros de salud de la provincia mediante enfermeros, trabajadores sociales o médicos. Una lucha que incluye a los pediatras, que aprovechan las revisiones para explicar los riesgos de las infecciones de transmisión sexual, en claro auge.
Un panorama al que se suma un nuevo obstáculo: las redes sociales. «No ayudan, lo que hacen es desinformar más que informar. Intentamos hacer todos los cursos; pero la sociedad en la que estamos, lo miran desde cada vez más pequeños en YouTube o Twitter». García no ve otro camino que no sea incidir en la educación sanitaria. «Si en vez de dar una charla al año porque no tienen medios puedes dar siete, seguro que alguno más acaba sabiendo las cosas», asevera. Pero plantea nuevas herramientas. «Es muy complicado para una institución, pero estamos valorando entrar a nivel de redes sociales. Que cuando metas en Google 'anticoncepción de urgencia', lo primero que te salga sea un vídeo de la Consejería de Sanidad. Todo lleva su proceso, pero estamos en ello», avanza García.
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