Roban dos piezas del sagrario de la parroquia de Riaza, que estuvo expuesto en Las Edades del Hombre

La Guardia Civil investiga la autoría del robo de dos piezas arrancadas del sagrario de la iglesia parroquia de Nuestra Señora del Manto, en la localidad segoviana de Riaza. Su titular, Florentino Vaquerizo, relata que el descubrimiento del asalto sufrido se produjo este pasado miércoles. Poco después, tras recopilar la documentación que permita la identificación de las obras sustraídas, interpuso la pertinente denuncia. Los agentes han estado ya en el templo riazano inspeccionando el lugar y recogiendo información y pruebas que puedan ayudar a esclarecer este suceso.

Las imágenes robadas, talladas en madera policromada y que representan a San Pedro y San Pablo, estaban ancladas al sagrario de la parroquia, por lo que el o los ladrones «las arrancaron y se las llevaron», cuenta el sacerdote. Florentino Vaquerizo supone que tuvo que ser cuando no había nadie. Los cacos aprovecharon ese momento para hurtar las piezas, que datan del siglo XVI y que forman parte de una apreciada obra que fue seleccionada para la exposición 'El árbol de la vida' que tuvo lugar en Segovia en 2003 con motivo de la recepción de Las Edades del Hombre en la ciudad.

El hallazgo de que faltaban las imágenes, que miden unos 40 centímetros de altura y que se situaban a los lados del sagrario, se produjo precisamente cuando los parroquianos habían vuelto a llenar el vacío que dejó la salida de la talla de la Virgen del Manto para su restauración. El hecho de estar pendientes de ese hueco es lo que propició que descubrieran el robo este pasado miércoles, aunque es posible que los ladrones hubieran cometido su fechoría antes del este pasado miércoles.

Según el párroco, tras el desconfinamiento la iglesia riazana reabrió sus puertas y así suelen estar durante el día, sobre todo para facilitar a los feligreses de la zona sus momentos de rezo y para la celebración del culto, aunque al ser un entorno de atracción turística, también hay visitantes de fuera que se acercan a conocer este templo. Mientras está abierto, la alarma no está conectada al haber tránsito de gente, comenta el sacerdote. En la parte trasera, la iglesia de Nuestra de Señora del Manto sí dispone de dos salas expositivas donde reúne piezas de orfebrería y arte religioso que están controladas y vigiladas.

«Espero que sea una travesurilla y que quien se las haya llevado las devuelva», afirma el párroco. Vaquerizo pide a los cacos que «recapaciten y que tengan tranquilidad» a la hora de reponerlas.