El proyecto del carril bici suscita las primeras críticas: «Santa Eulalia se ha llevado la peor parte»

La presidenta de la asociación vecinal de este barrio y de la nueva federación vecinal, Esther Santos, sostiene que hay muchas deficiencias en Santa Eulalia que se llevan años denunciando y aún no se han solucionado: «El barrio está que se cae. No entendemos que no se hagan inversiones pero que sí haya para proyectar un carril bici». Pone como ejemplo los arreglos que, a su juicio, son necesarios en las calles Blanca de Silos, Caño Grande y Plata, o la falta de iluminación en la calle de la Dehesa.

Al ser un barrio de gente mayor (la edad media es de 70 años, según Santos), también preocupa a los vecinos que pueda producirse algún incidente entre ciclistas y peatones a raíz de la implantación del carril bici, aunque Santos reconoce que el Ayuntamiento les ha asegurado que han sido «muy cuidadosos» a la hora de diseñar el proyecto para tener en cuenta al peatón. Sin embargo, los vecinos creen que esta obra es «innecesaria». «No vemos que la gente se mueva en bicicleta ni que haya cambiado el transporte», subraya la presidenta de la asociación vecinal, quien insiste en que «Segovia es una ciudad complicada para ir en bici».

La plaza de Somorrostro o la calle Blanca de Silos son algunos de los puntos por donde está previsto que pase el futuro carril bici, todos situados en Santa Eulalia. «Nuestro barrio se ha llevado la peor parte. Hay mucho cabreo», alega Santos. Ante el anuncio del concejal de Obras, Servicios e Infraestructuras, Miguel Merino, de mover algunas plazas de aparcamiento para construir el carril, los vecinos se sienten inquietos, si bien el edil ya aseguró que el objetivo del consistorio es reubicarlas, no eliminarlas definitivamente. Las plazas de aparcamiento que van a tener que quitarse de su ubicación actual en este barrio, según Santos, ascienden a un total de 31 y se recolocarán en las calles Alonso Sánchez Coello y Agapito Marazuela, principalmente. Pero lo que verdaderamente lamentan los vecinos es que llevan seis años reclamando una zona azul de estacionamiento (zona ORA) y, como explica Santos, es una petición que «aún no se ha tenido en cuenta».

Las fuerzas de la oposición municipal también se han pronunciado. Pablo Pérez, portavoz del Partido Popular, se muestra contrario al proyecto porque «el dinero se está sacando de los remanentes que estaban destinados a las necesidades económicas y sociales derivadas de la crisis económica». «Se está usando un dinero que se tenía que haber empleado en ayudas a los sectores más afectados y familias más desfavorecidas por la crisis», señala. Se refiere a sectores como el comercio, la hostelería o los autónomos, a los que dice que otros ayuntamientos que sí han ayudado porque «han entendido la emergencia económica y social». «El gobierno está siendo incapaz de diferenciar entre lo urgente y lo importante», apunta Pérez.

Para Podemos-Equo, es importante que, si se quitan plazas de aparcamiento, se propongan alternativas «cercanas, prácticas y funcionales para el vecindario» o que «se reubiquen en calles adyacentes», afirma su portavoz, Guillermo San Juan. «Vemos el proyecto como una oportunidad pero somos conscientes de que es un cambio en la movilidad que va a requerir su tiempo», alerta San Juan. Asimismo, la formación morada pide que se garantice «la mayor seguridad posible» en todo el recorrido, sobre todo en aquellos puntos de convivencia entre coches y bicicletas, y apunta que no hay que concebir el carril bici solo desde la perspectiva del ocio «sino como un medio de transporte». «Tiene que ser práctico, le tiene que servir a los segovianos», declara.

Por su parte, en Ciudadanos están de acuerdo con los proyectos que fomenten la movilidad sostenible, pero critican al Ayuntamiento la falta de un plan de acción integral. «Ha ido desarrollando medidas puntuales, deslavazadas, y no a través de un plan generalizado», sostiene Noemí Otero, portavoz de Cs, quien argumenta que su partido lleva reclamando una Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible para la ciudad desde 2019. Apuntan, además, que han notado «el malestar de usuarios de bicicletas que no están conformes con el trazado debido a las vías por las que discurre» y lamentan que no haya a día de hoy una ordenanza municipal que regule el uso de los patinetes. «Está muy bien que se hagan infraestructuras pero sería necesario que se desarrolle una normativa para no tener a los usuarios en una incertidumbre absoluta».