Uno de los perros participantes en el concurso de este sábado, junto a su dueña con la bolsa de obsequios. C. B. E.

La protectora alerta del aumento de gatos abandonados en «malas condiciones»

La asociación segoviana, que este sábado celebró el concurso tradicional de perros mestizos y de raza, recoge al año unos ochenta animales entre perros y felinos

Domingo, 26 de octubre 2025, 13:17

La avenida del Acueducto se convirtió este sábado en una pasarela de modelos peludos que pasearon palmito junto a sus dueños. Los había más grandes, ... otros más pequeños; más juguetones y atrevidos, y otros más tímidos y retozones ante la expectación del púbico apostado tras las vallas. Algunos, incluso, se pusieron sus mejores galas y lucieron 'brilli brilli' todo coquetos. El concurso de perros mestizos y de raza y el certamen fotográfico de gatos que lo acompaña fueron de nuevo un escaparate a pie de calle para aquellos animales que aguardan un hogar en las instalaciones que gestiona la Protectora de Segovia en la carretera de Palazuelos de Eresma, junto a las Destilerías de Dyc.

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El buen humor, los sorteos y los protagonistas de cuatro patas acapararon la atención en una cita que ya es tradición cada vez que el calendario voltea la fecha de la festividad de San Frutos.

Este evento, que ha cumplido su trigésima edición, tiene para la organización un doble sentido. Por un lado, compartir con la sociedad la tarea que lleva a cabo, mostrarla, hacerla visible y sensibilizar a la población de la necesidad de que haya más adopciones y más casas de acogida, aunque esta misión sea «dura», como lo define la presidenta de la Protectora de Animales de Segovia. María Jesús Serrano hace un llamamiento «urgente» para que se sumen a la causa más casas de acogimiento en las que un perro o un gato van a recibir los cuidados que requieren, van a estar alimentados y atendidos antes de que encuentren un nuevo hogar. Y es ahí, en el momento en el que han de separar sus caminos, cuando esta misión se vuelve ardua, e incluso cruel, aunque satisfactoria.

«No saben sobrevivir afuera»

Serrano advierte de que cada vez son más los gatos abandonados de los que se hace cargo la protectora segoviana. «Llegan en malas condiciones, desnutridos, golpeados porque quizás han sido atropellados», expone la presidenta, quien hace ver la inquietud que le ocasiona a la asociación el carecer del espacio suficiente para atender a los mininos que se han quedado en la calle dejados a su suerte. Estos felinos, acostumbrados a estar en un hogar, «no saben sobrevivir afuera», incide en la preocupación creciente porque cada vez son más los gatos que rescatan de la intemperie.

Al final de cada año, el volumen de trabajo más o menos se repite. «Son ciclos», apunta la responsable. Por ejemplo, no se nota especialmente un incremento de la recogida de perros de caza porque «muchos la practican de forma furtiva», por lo que durante todos los meses del curso acogen y dan refugio a estas razas.

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María Jesús Serrano cifra en torno a los ochenta los animales que cada año recalan en el albergue y que reciben la atención y los cuidados de los voluntarios, un entramado altruista que necesita más activos, subraya la presidenta, que reclama más enrolamientos en las filas de la protectora.

Calefacción para el refugio

Por otra parte, la felicidad del deber cumplido porque los inquilinos de cuatro patas abandonan el refugio después de encontrar un hogar de adopción se repite unas sesenta o setenta veces al año, calcula a bote pronto Serrano. Esto quere decir que casi equilibran las entradas de perros y gatos que rescatan y alojan en las instalaciones de la carretera de Palazuelos de Eresma con las salidas que se producen por un desenlace feliz a las esperas y a las historias de malos tratos y abandonos que hay detrás.

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«Tenemos muchos proyectos», anticipa la presidenta de la AsociaciónProtectora de Animales de Segovia, aunque no se vislumbran en un horizonte cercano. La organización quiere mejorar el refugio y, por ende, la calidad de vida de los perros y gatos que lo habitan. Por ejemplo, la presidenta cita la falta de un sistema de calefacción que mantenga caldeado el recinto ahora que se acerca la temporada más cruda del año. Intentan solventar esta carencia con mantas y abrigos para que los inquilinos no sufran tanto las incemencias del invierno segoviano.

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