Los primeros brotes de solidaridad con Marruecos desde Segovia
Las dos mezquitas segovianas y la Federación de Comunidades Musulmanas recaudan fondos para suministrar productos básicos a los afectados por la catástrofe
Los primeros brotes solidarios con los afectados por el terremoto en Marruecos empiezan a extenderse por la provincia. «Es una tragedia humana, una tragedia muy grande», lamenta Mohammed El Mizeb, presidente de la Federación de Comunidades Musulmanas de Castilla y León, con base en Segovia. Esta entidad, que engloba a otras asociaciones regionales, y las dos mezquitas de la ciudad han iniciado una campaña para recaudar fondos con el propósito de garantizar el acceso a alimentos, agua, mantas y medicinas a la población afectada. No se descarta que en las próximas semanas se organicen recogidas de productos básicos.
El pueblo marroquí todavía no se ha recompuesto del devastador terremoto de magnitud 6,8 que sacudió el centro del país en la noche del 8 de septiembre y provocó millares de muertos y heridos. Las labores de rescate continúan, aunque ya no quedan esperanzas de encontrar supervivientes.
«La prioridad de las autoridades ahora mismo es abrir carreteras y sacar a los muertos de entre los escombros», subraya El Mizeb. No obstante, también se han propagado las labores de apoyo básico a la población, para lo que se requiere la colaboración ciudadana incluso de los propios países vecinos.
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En un principio, la federación contemplaba hacer acopio de productos para enviarlos a Marruecos, pero «no teníamos ni los medios ni la logística necesarios», explica. En los primeros momentos «no sabíamos qué hacer», el tiempo apremiaba y esto obligó a optar por una alternativa «más cómoda». Así, esta semana se puso en marcha una campaña de recaudación económica. «En Segovia ya ha empezado a dar buenos resultados y hemos podido enviar dinero varias veces», explica aliviado.
El destinatario de estos fondos es un hombre, residente en Segovia, que por motivos familiares tuvo que viajar sin previo aviso a Marruecos. Esto provocó que estuviera presente a unos 60 kilómetros del epicentro del seísmo cuando ocurrió la catástrofe. Su pueblo es Moulay Brahim, que está al sur de Marrakech. De ahí que sea uno de los más afectados por el terremoto.
Zonas aisladas
En el momento en que el suelo empezó a temblar, el segoviano estaba a punto de comenzar a cenar junto a sus seres queridos. «Cuenta que eran un gran grupo de personas y salieron ilesos porque su casa no se derrumbó como sí ha pasado en otros casos», señala el presidente. Huyeron corriendo de su hogar y, hasta el momento, no han podido regresar a él, ya que presenta grietas y fisuras. «Las dos primeras noches las pasaron a la intemperie y ahora, en tiendas de campaña», asevera.
Pese a esta situación, «él es quien ahora se encarga de comprar las cosas que hacen falta allí, justo este viernes compró comida, agua y mantas para llevar a los pueblos que están más aislados», relata El Mizeb. Al ser un gran conocedor del terreno, del entorno y carreteras, «todo es más fácil con él». También se ha encargado de poner en contacto a la federación con una asociación local para colaborar en las necesidades humanitarias más urgentes.
El terremoto destruyó localidades y accesos enteros. «No se puede entrar a los pueblos que están en plenas montañas, los caminos están destrozados, hay piedras y rocas caídas por la intensidad del terremoto que cortan el paso y pesan toneladas: no se pueden quitar de allí», subraya. Hasta estos lugares, donde no llegan camiones tráiler llenos de avituallamiento, se desplaza la ayuda segoviana.
La comida no es el problema, sino que el principal obstáculo que encuentran los marroquíes es obtener tiendas de campaña para resguardarse del calor durante el día y del frío por la noche. El presidente espera que esta sea una solución momentánea. De modo contrario, «lo peor vendrá en el invierno», advierte. También hay escasez de medicamentos.
Teme también que en unos meses «todo el mundo se haya olvidado» de la tragedia y, por este motivo, la concienciación para el envío de ayudas descienda. «Al final, estas se acabarán, por lo que ahora cualquier gesto de apoyo es bien recibido. Estamos recibiendo muchos y eso nos anima», determina. Asimismo, baraja organizar próximas recogidas de productos básicos en Segovia cuando se encuentre una estrategia propicia para su transporte a Marruecos.
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