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Ricardo de Cáceres (i), Javier López-Escobar, el coronel José María Martínez y Santiago Martínez, en el Museo de Segovia. Antonio Tanarro
La primera ocupación del Alcázar de Segovia se remonta a hace 3.000 años

La primera ocupación del Alcázar de Segovia se remonta a hace 3.000 años

Los últimos estudios arqueológicos retrasan a la I Edad del Hierro la presencia de una fortificación en la meseta caliza

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Viernes, 27 de abril 2018

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La ocupación de la meseta de roca caliza que ocupa el Alcázar de Segovia es más antigua de lo que se creía hasta ahora; los últimos estudios arqueológicos, realizados durante las obras de rehabilitación de las murallas exteriores de la fortaleza, «amplían el ámbito cronólogico del espolón rocoso donde se asienta el Alcázar hacia el año 1000 antes de Cristo», según ha explicado el arqueólogo que ha estudiado los hallazgos de materiales, Ricardo de Cáceres Sastre.

El potecial arqueológico de los materiales que aún estar por estudiar y datar con exactitud es «enorme», ha explicado el arqueólogo ha descrito varios niveles de uso del terreno y estructuras que llevan a la I Edad del Hierro, además de un acceso a un primitivo recinto fortificado celtíbero y prerromano de alrededor del año 300 antes de Cristo.

La datación de los restos, no obstante, permite situar las primeras ocupaciones conocidas en esta plataforma caliza donde se asienta el Alcázar a una época inteterminada entre la Protohistoria y la Antigüedad, anterior a la primera Edad de Hierro o finales del Bronce tardío.

Arriba, inscripción funeraria tardorromana de los siglos I o II; debajo, pieza de cerámica y pebetero. A. Tanarro-El Norte
Imagen principal - Arriba, inscripción funeraria tardorromana de los siglos I o II; debajo, pieza de cerámica y pebetero.
Imagen secundaria 1 - Arriba, inscripción funeraria tardorromana de los siglos I o II; debajo, pieza de cerámica y pebetero.
Imagen secundaria 2 - Arriba, inscripción funeraria tardorromana de los siglos I o II; debajo, pieza de cerámica y pebetero.

La presentación del resultado de las excavaciones y estudios la han realizado este viernes el delegado territorial de la Junta en Segovia, Javier López-Escobar, y el director de la Academia de Artillería y alcaide del Alcázar, el coronel José María Martínez Ferrer, que han formalizado en el Museo de Segovia ante su director, Santiago Martínez, el acto de entrega de materiales procedentes de los trabajos arqueológicos preventivos vinculados a tres proyectos de restauración promovidos por el Patronato del Alcázar de forma consecutiva en la histórica fortaleza: el 'Proyecto de Restauración de fachadas costado sur del Alcázar de Segovia', de 2014; el 'Proyecto de restauración de la muralla de Segovia tramo correspondiente a la zona sur, de la plazuela del Alcázar de Segovia', de 2015; y el 'Proyecto de restauración de la muralla norte plaza del Alcázar, bajada del revellín y muralla baja', iniciado en 2017.

Primera entrega

El lote de materiales arqueológicos depositado en el Museo de Segovia, informa la Delegación de la Junta, está integrado por treinta y una piezas, en su mayoría de cerámica y fragmentos de piedra –en algunos casos tallada-, halladas durante los controles arqueológicos de las obras en el Alcázar que, además de suponer el cumplimiento de la legislación vigente en materia de patrimonio, son garantía de la identificación y limpieza, excavación, documentación, estudio y conservación de las estructuras, contextos y materiales arqueológicos que se conocen durante el desarrollo de estos trabajos.

Desde el punto de vista arqueológico, pese a tratarse de actuaciones diferentes, el conjunto de los materiales, niveles y estructuras documentados en los distintos ámbitos intervenidos en el Alcázar han puesto de manifiesto la existencia de estructuras datables entre la Protohistoria y la Antigüedad. Estos hallazgos han ampliado el arco cronológico de ocupación del sitio y han evidenciado el marcado carácter defensivo del recinto desde, al menos, la I Edad del Hierro.

Las piezas depositadas en el Museo de Segovia, como el resto de los fondos que atesora, constituyen un recurso indispensable para el conocimiento del pasado de la ciudad y la provincia de Segovia.

El Museo se ocupa de su estudio, catalogación, conservación y difusión. El lote cuya entrega se ha formalizado hoy es una pequeña parte del material recuperado en las intervenciones asociadas a los recientes proyectos de restauración del Alcázar, el inventario definitivo del grueso del material arqueológico de estas intervenciones se entregará junto con el informe-memoria final de las diferentes actuaciones arqueológicas llevadas a cabo.

Piezas singulares

Entre las actividades de difusión que desarrolla el Museo de Segovia figura el programa divulgativo 'Pieza del mes', que en el próximo mes de mayo ha seleccionado una de las piezas entregadas por el Patronato del Alcázar para su exposición. Se trata de un fragmento de ara votiva romana, documentada por primera vez en abril de 2001, que se hallaba empotrada en la muralla, formando como es habitual parte de la cimentación de la muralla cristiana.

El elemento es de caliza ocre rojiza, bastante porosa, sin texto y de datación imprecisa. El campo epigráfico está rebajado. Presenta en la cabecera como ornamentación 6 líneas incisas paralelas que recorren los cuatro costados del soporte. En la parte superior se pueden observar una oquedad, un posible foculus y un pulvinus marcado por una incisión.

Otra pieza singular, aún pendiente de un estudio detallado, es la inscripción funeraria de finales del siglo I o principios del II, hallada en muy buien estado de conservación en el proyecto de restauración de la muralla norte iniciado en mayo de 2017. La inscripción es un testimonio de que en la época en la ciudad de Segovia había clanes indígenas, en este caso los camálicos integrados en la estructura social latina, pues el texto es una dedicatoria de un esposo a su mujer fallecida: «A Anna, de los Camálicos, esposa de Acón, de 60 años. Séate la tierra leve».

Otrras piezas descubiertas en los distintos proyectos de restauración son más recientes. En el movimiento de tierras del foso de Enrique IV, al restaurar las fachadas del costado sur del Alcázar, fue hallado un fragmento de escudo orlado del siglo XVI y labrado en piedra caliza que conserva parte de la figura de un león rampante y otros elementos, como cinco escudetes y cinco estrellas de seis puntas. A falta de un mayor estudio, podría corresponder a un elemento deteriorado en la Guerra de las Comunidades, pues en este espacio estuvo la antigua catedral románica, frente al Alcázar, y los dos bandos batallaron en el lugar.

El acto desarrollado este viernes en el Museo de Segovia, como ha destacado López-Escobar, ha puesto de relieve el valor y la necesidad de la colaboración interinstitucional para la investigación y documentación del patrimonio histórico artístico y para su salvaguarda y conservación.

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