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Gloria Martín superó un linfoma no Hodgkin. Antonio De Torre
«La primera noche pedí que me pusieran en una habitación yo sola»

«La primera noche pedí que me pusieran en una habitación yo sola»

A Gloria Martín le detectaron un linfoma no Hodgkin a raíz de una angina en la garganta infectada

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Jueves, 1 de enero 1970

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Gloria Martín presume con razón de haber doblegado al cáncer. Su diagnóstico, un linfoma no Hodgkin, «algo parecido a la leucemia porque afecta a la sangre», resume someramente. «Me lo detectaron a raíz de un angina en la garganta que se me infectó», recuerda esta trabajadora del Ayuntamiento de la ciudad, casada, con tres hijos y dos nietos. Cuando se lo diagnosticaron hace trece años, lo primero que pensó fue en ellos, en su familia. Por eso no quiso que compartieran con ella la primera noche tras la noticia. «Pensé que tenía que asumirlo yo sola y pedía al doctor que me pusiera en una habitación sin nadie, así si quería llorar, lloraba sin que nadie me viera», relata.

Su entereza y su fuerza, el acierto y la tenacidad del doctor que descubrió lo que le aquejaba «y el de ahí arriba (y señala al cielo)» han hecho que, después de diez años de tratamiento, Gloria Martín pueda decir alto y claro que venció al cáncer. «No se puede perder la esperanza», lanza el mensaje a aquellas mujeres que, como ella, tengan que afrontar el tratamiento duro y exigente que conlleva la lucha contra un cáncer.

Estuvo un año de baja laboral. No en vano, el linfoma de Hodgkin es «uno de los más agresivos, pero el que mejor responde al tratamiento», expone. «Gracias al médico otorrino que luchó y luchó hasta encontrar lo que era», se congratula Gloria Martín, que se tuvo que someter a tres biopsias.

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