La residencia de Riaza, que suma 67 positivos y siete ingresados, «tiene todas las bajas cubiertas»
La dirección del centro segoviano de mayores asegura que los once trabajadores contagiados han sido sustituidos, el último este martes por la mañana, en enfermería
Los responsables sanitarios ya esperaban que una vez declarado, a finales de la semana pasada, el brote de coronavirus en la residencia de mayores Rovira Tarazona de Riaza, en Segovia, la cifra de casos positivos que iban a salir de la realización de las pruebas de detección molecular (PCR) ascendería. Según los últimos datos facilitados este miércoles por el delegado territorial de la Junta, José Mazarías, ya son 67 los contagios detectados entre el personal del centro y la población interna.En las últimas 24 horas se han diagnosticado seis infecciones más.
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Además, el responsable de la Administración regional en la provincia añade en la actualización de la situación en la residencia riazana de la hospitalización de un paciente más a lo largo de la última jornada, por lo que son siete los ingresados en el complejo asistencial de la capital segoviana. En cuanto a las encuestas epidemiológicas para determinar las cadenas de contactos, el delegado ha indicado que a raíz de este brote hay 198 personas bajo vigilancia y guardando la preceptiva cuarentena después de haberse sometido a la primera PCR. Estos contactos están a la espera de los resultados, por lo que la cifra de contagios relacionados con este foco puede aumentar en los próximos días.
«No hay transmisión comunitaria»
Mazarías ha precisado, «para tranquilidad de todos en la zona básica de Riaza», que «no hay transmisión comunitaria». Es decir, que todos los casos de contagio confirmados en la villa se circunscriben a la residencia y «provienen del mismo caso índice». Por lo tanto, el delegado territorial de la Junta descarta cualquier riesgo de confinamiento por el momento en la zona, a pesar de la elevada cantidad de positivos resultantes del foco localizado en el centro de mayores. La Rovira Tarazona es una residencia privada que «desde marzo no habíamos tenido casos», reconoció su director, José Encinas, cuando se declaró el brote el viernes pasado.
El responsable de la residencia subraya que hasta ahora «se han cubierto todas las bajas» que el coronavirus ha causado entre el personal, por lo que no hay vacantes con respecto a la plantilla original. «Según nos comunican la baja se está fichando», reitera. Encinas concreta que los once empleados con diferentes atribuciones que han dado positivo en las pruebas han sido suplidos a lo largo de los últimos tres días, el último, en enfermería, ha sido contratado este mismo martes por la mañana.
Más de la mitad de los ancianos, afectados
Esta residencia atiende a 91 mayores que viven en ella, por lo que se deduce de los datos de la Junta que más de la mitad (56 internos) han resultado contagiados, como confirman las PCR llevadas a cabo. Asimismo, la dirección especifica que, sumados los diferentes cargos y tareas, el personal habitual está compuesto por medio centenar de trabajadores. Con el brote activo, José Encinas agrega que «se ha reforzado el área de limpieza con dos personas más y la lavandería».
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La cobertura de las bajas está siendo rápida, apunta el director de la residencia riazana. «Lo estamos haciendo mediante una bolsa de trabajo a través de bandos municipales en los que se pregunta sobre quién quiere trabajar en la residencia» y se indican las funciones que han de llevar a cabo. José Encinas apostilla que están recibiendo también demandas laborales para incorporarse a centro provenientes del ámbito de la atención a domicilio.
«Todo esto no sale de la nada porque teníamos un plan de contingencia que preveía todo esto y que estamos adaptando a la situación», explica el director. «Se trata de aplicar lo antes posible las medidas que habíamos diseñado», incide. «Tratamos de controlar por todos los medios» que el contexto sanitario no empeore. En este sentido, José Encinas asevera que «cualquier residente cuyo estado de salud tenga la mínima complicación es derivado al Hospital General». El seguimiento del médico y de las enfermeras a la población residente es «diario», subraya el responsable del centro de mayores.
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«Humanización» de los párrocos con EPI
Además del plan de contingencia, Encinas destaca otras acciones paralelas que van a ayudar a sobrellevar el brote de coronavirus. Así, señala que se ha acordado con los dos párrocos de Riaza el desarrollo de actos de «humanización» en un contexto de pandemia. Está previsto que dos días a la semana, los sacerdotes acudan al complejo a oficiar unas breves oraciones a través de la megafonía. También, añade Encinas, se prevé que los dos curas, provistos de los equipos de protección individual (EPI) correspondientes, visiten presencialmente a los ancianos que han dado positivo para reconfortales y animarles.
Encinas anuncia también que se va a poner en marcha un sistema de comunicación de con las familias mediante videoconferencias que tendrán lugar mediante dos tablets y una vez a la semana para que tengan información detallada de la situación de sus allegados y del centro residencial.
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