Bolsas con bebidas de unos jóvenes por la calle. a. de torre

La Policía Local de Segovia controla ya más de veinte lugares donde los jóvenes hacen botellón

La pandemia ha provocado un aumento de las zonas y del número de participantes

Jueves, 5 de agosto 2021, 13:31

La Policía Local controla más de una veintena de lugares de botellón en Segovia, una cuestión, la de los botellones, que no es novedosa, ... aunque ahora están más en la boca de todos por el aumento de contagios entre la gente joven. «Ya estaban prohibidos antes de la pandemia; no es algo nuevo, sino que es un tema que ya estaba prohibido antes», comenta el intendente jefe de la Policía Local, Julio Rodríguez Fuentetaja. La pandemia ha devuelto esta cuestión a la primera plana. «Durante la pandemia se ha recordado la prohibición del consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, incluso en la normativa covid se recoge de manera expresa esa prohibición», añade Julio Rodríguez Fuentetaja.

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El intendente jefe de la Policía Local deja claro que «se trata de un problema anterior al covid», pero por las circunstancias que se han dado, y las características de horarios de establecimientos, de toques de queda, de limitaciones según los distintos niveles que se han ido pasando... vuelve a estar en boca de todos. Para controlar estos botellones, Rodríguez Fuentetaja especifica que «tenemos un servicio, reforzado, para intentar evitar estos botellones en diferentes zonas de la ciudad. Ya lo teníamos anteriormente», aunque sí constata que «lo que sí que hemos observado a raíz de la covid es que han aumentado las zonas que son frecuentadas para hacer botellones y que el número de personas jóvenes que acuden a estas reuniones también ha aumentado».

Detrás de esos aumentos en las zonas en las que se realizan botellones pueden estar razones y argumentos como «esa necesidad de relacionarse que tiene la gente joven, que a la gente le gusta estar en lugares un poco apartados para estar más tranquilos y eso conlleva el consumo de bebidas alcohólicas, que es lo que está prohibido realmente, porque que haya una concentración de personas que no sobrepasen los límites autorizados, si no están consumiendo bebidas alcohólicas, y salvo que estén cometiendo alguna infracción administrativa, tampoco les podemos decir nada», dice.

Hay ocasiones en las que son los propios vecinos los que llaman a la Policía Local quejándose de estas concentraciones «y cuando llegamos, si no están cometiendo ninguna infracción, no podemos decirles nada. La libertad de circulación existe en España», agrega Rodríguez Fuentetaja.

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Reconoce el policía que «a veces es molesto, muy molesto, sobre todo por la noche y más en verano, que solemos dormir con las ventanas abiertas. En esas circunstancias, cualquier concentración de personas que esté hablando a un volumen un poco elevado, las carcajadas... en medio de la noche resulta más molesto todavía, pero no se está cometiendo ninguna infracción administrativa», diferencia.

La Policía Local de Segovia maneja una relación de lugares donde se hacen botellones o reuniones de jóvenes, «que unos beben y otros no, hay de todo; sobre todo los fines de semana, viernes y sábado por la noche, se reúnen más gente. De las distintas patrullas que tenemos por la ciudad, se reparten estos lugares para hacer una vigilancia móvil de los mismos. Se pasa por estos lugares, se comprueba si hay jóvenes, se comprueba también si están cometiendo alguna infracción y las infracciones que se observan, se corrigen», tratando de evitar así comportamientos que, como se está comprobando pueden suponer un riesgo para la salud pública. En esta quinta ola, como ha sucedido en las anteriores, los miembros de la Policía Local también tratan de impedir que se produzcan aglomeraciones de personas.

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Zonas

¿Y cuáles son esos lugares de botellones en la ciudad? No hay uno específico o determinado. «Los tenemos repartidos por toda la ciudad. No se concentran ni en un sitio determinado ni en un barrio determinado. Al final los jóvenes lo que van buscando son lugares un poco apartados, donde no se les vea mucho y donde estén un poco fuera de las vistas de nuestras patrullas y puedan pasar más desapercibidos, aunque algunos, aunque no se vea desde la calle, el ruido que generan sí que alertan a los vecinos que son los que nos llaman», apunta Julio Rodríguez.

En su enumeración, y en cuanto a lugares más frecuentados, «tenemos el paseo del Salón, un lugar que últimamente ha visto cómo ha aumentado el número de personas que se concentra; tenemos también La Hontanilla, el Pinarillo, en la zona de la Veracruz, detrás del colegio Martín Chico en la calle de las Nieves, en La Albuera la zona del cementerio, en Nueva Segovia detrás del pabellón Pedro Delgado y en otras zonas del final de la calle Vicente Alexandre, Conservatorio...».

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Podría ir repasando barrio por barrio y prácticamente en todos hay lugares en los que se concentra la gente. «Si nos vamos al Cristo del Mercado, en la zona de Las Lastras, si nos vamos al sector de la Plaza de Toros, pues en la plaza de toros, que también es un sitio en el que se concentra bastante gente y estamos haciendo seguimientos, en La Albuera detrás de las pistas de atletismo, y en el camino de los Polvorines... Si vamos dando una vuelta por la ciudad prácticamente no hay ningún barrio que no tenga alguna zona de botellón. Nosotros lo que hacemos es repartir en sectores la ciudad y asignar unos coches patrullas cada zona. Y esos coches patrulla van pasando por estas zonas», explica Rodríguez Fuentetaja.

Invierno o verano

Esos lugares más frecuentes varían un poco dependiendo de si es invierno o verano, «porque en verano, cualquier sitio (entre comillas), vale y en invierno suelen buscar sitios que puedan servir de refugio para las condiciones climatológicas;entonces sí que puede haber alguna variación. Yo creo que en todos ellos en algún momento ha sido zonas de botellón», comenta.

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Y el intendente jefe de la Policía Local pone un claro ejemplo. «Tuvimos una zona en Santo Domingo de Guzmán, lo que entonces era conocido como la curva famosa, que hubo unos años en los que se puso de moda y allí se concentraban muchísimos jóvenes, Ahora, en esa zona de la curva, hay algún grupito, pero no es de las peores zonas o de más aglomeraciones. Tenemos más problemas a lo mejor por ejemplo en los jardines de los Zuloaga. Esto suele variar un poco porque hay cierta moda, cierta tendencia, pero ahora en verano, como la climatología es buena, suelen utilizar aquellos escenarios que están más cerca del barrio en el que viven, o viven sus amigos, o por donde ellos se mueven», especifica.

Por último, Julio Rodríguez insiste en el mensaje para apelar a la responsabilidad. «Hay que recordar que seguimos estando en pandemia. No hay estado de alarma, pero seguimos estando en pandemia. Las cifras todavía son preocupantes, aumentan los contagios». De ahí su mensaje a los jóvenes. «Que no olviden todas las cuestiones de seguridad, básicamente mascarillas y distancia social y que no hagan reuniones multitudinarias porque las posibilidades de contagiarse aumentan», recuerda mientras insiste en esa responsabilidad personal de cada uno «porque el problema es que cuando nosotros llegamos a estos lugares de reunión vemos que la gente está sin mascarilla, que no guardan distancias de seguridad... No hay que bajar la guardia».

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