«Mi anhelo es que la gente sepa diferenciar mi obra entre todas las demás y lo estoy consiguiendo»
La exposición ‘Los hilos de mi piel’ puede visitarse hasta el 29 de septiembre en la biblioteca de campus María Zambrano
laura martínez
Segovia
Domingo, 24 de septiembre 2017, 14:31
Tras casi cien exposiciones a sus espaldas, tanto individuales como colectivas, dentro y fuera del territorio nacional, esta entregada artista expone su obra más reciente en el campus universitario María Zambrano para deleite general.
–¿Cómo crea Pilar Coomonte las láminas que se exponen actualmente en el campus María Zambrano?
–Es una exposición que yo titulo ‘Los hilos de mi piel’ porque, como decía Leonardo Da Vinci, «los lápices son la prolongación de nuestro cerebro». El lápiz me fascina. Lo mejor que se me puede regalar es una caja de lapiceros. Yo, en cada trazo que doy, lo que hago es dar mi vida. Pinto como una persona que se encuentra en estado de gracia. A mí me pones una lámina delante, empiezo a dibujar con los lápices y lo lleno todo. La sensación de mis cuadros siempre tiene que ser la de plenitud total, no puedo dejar ni un trocito sin pintar, porque esto es mi vida. Primeramente, trato de preconcebir una idea, por ejemplo, mi mundo es la mujer y las plantas, poco a poco voy introduciendo al hombre, pero creo que la mujer es la clave de todo, somos el punto donde y desde donde nace todo. Si tengo un sueño, lo que hago es escribirlo y plasmarlo en las láminas, así se crea mi obra. Mi anhelo es que la gente sepa diferenciar mi obra entre todas las demás y lo estoy consiguiendo. Además, creo que, pintando, aporto mi granito de arena para hacer un mundo mejor. Habrá en total unas treinta obras que se tarda casi toda una vida en realizarlas. Es cuestión de ponerle sangre, vida, corazón y tiempo.
–¿Cuándo empezó a pintar?
–Tengo una atracción fatal a la pintura, como la película. Desde que era pequeñita, dibujaba con los pintalabios de mi madre y me llevaba unas azotainas que no te puedes hacer una idea. En mi proceso de formación, tanto cuando hice magisterio como naturopatía, la pintura estuvo muy presente. En cuanto cojo un rotulador y un papel, ya estoy dibujando. Suelo usar tinta china, la verdad, porque los colores persisten más en el tiempo que si lo hago con rotulador, por ejemplo. En mi obra, también, trato de plasmar lo que yo amo, que es el expresionismo alemán, el constructivismo y los impresionistas franceses, que me fascinan.
–¿Cuántas horas al día dedica a la pintura?
–Me levanto a las seis de la mañana todos los días para dibujar, porque tengo la sensación de que necesito comprar tiempo. La vida es demasiado corta para ser pequeña, entonces yo quiero que sea plena. De mi abuelo, que era alemán, cogí la costumbre de levantarme temprano y darme una ducha de agua fría. Suelo dedicar entre cuatro y cinco horas por la mañana y cinco ó seis horas por la tarde, como si fuese una jornada laboral en cualquier empresa. Y pinto sin parar porque así es como soy feliz. Mis ojos están al servicio de la cultura. Para esta profesión hay que ser muy constante, si te levantas a las seis de la mañana para pintar, te pones a pintar, y si no, dedícate a otra cosa.
–¿Responden los segovianos a los estímulos culturales?
–La cultura está mejorando muchísimo en Segovia, hay muchísimos festivales como el Hay Festival actualmente. Pero, aparte de eso, los segovianos responden. Son personas responsables que colaboran y participan.