El perfil del jugador segoviano: hombre y de una media de 34 años
La asociación, que estrenará este año las terapias grupales, cuenta con 24 miembros tras sumar a siete nuevos en 2022, principalmente del juego 'on line'
El sector de afectados por adicción al juego en la provincia es eminentemente masculino, tanto de la capital como la provincia, tiene una edad media ... de 34 años y la causa más extendida de su patología es el juego 'on line'. Es la fotografía de la Asociación Segoviana de Jugadores de Azar Rehabilitados, que ha sumado este año a siete nuevos miembros y cuenta ahora con 24 personas. Su presidente, Ángel Aranzana, encabezó la primera directiva con un núcleo de jugadores de Valladolid con el objetivo de lanzar al colectivo segoviano, sin apenas representación en un principio. Pasado ese periodo transitorio, habrá nueva directiva en el primer trimestre del año. «El compromiso es que pasados estos dos años fuera la propia gente de Segovia la que tomara las riendas».
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Como en otras adicciones como el alcohol, el motivo que lleva a estos jugadores a pedir ayuda es que los daños generados han escapado de su control. «El desastre económico, personal y familiar es tremendo. Hay que buscar una solución y normalmente es la familia quien lo hace». El tratamiento de la asociación consiste en consultas psicológicas, tanto individuales como familiares o de pareja. Segovia estrenará este año las terapias grupales, un trabajo que ya realiza el grueso de asociaciones de Castilla y León. Será de un formato más reducido, pero la idea es hacer una terapia semanal –probablemente los viernes por la tarde– con socios, familiares y la psicóloga.
Aranzana, conocedor del proceso en primera parte, no vende falsas esperanzas. «La rehabilitación es difícil, eso se lo decimos en el momento de la acogida». Dibuja un calendario aproximado de año y medio o dos años. «Depende mucho de la persona, de su reconocimiento de que realmente tiene un problema y que quiera solucionarlo. No vale de nada que la familia te obligue a ir si no pones algo de tu parte. Algo que es mucho».
Por ejemplo, se les pide un control de su dinero o un cambio de hábitos como alejarse de los eventos deportivos o no entrar a los bares. «Con los jóvenes no tenemos tanto problema porque tienen otra forma de reunirse, pero con las personas de más de 40 años tenemos un problema porque su vida social la hacen allí». La conversación es parecida a la siguiente. «¿Cómo no voy a poder entrar al bar?» La respuesta de Aranzana: «¿A qué vas? ¿A tomarte un café? Al final el café te cuesta 500 euros porque te tomas el café y dejas todo el dinero que tienes en la tragaperras. Entonces, está claro que no puedes entrar en un bar».
El día a día de un jugador es muy complicado por la presencia constante de estímulos publicitarios. «Es muy complicado. Los temas de prevención brillan por su ausencia». Aranzana tilda de ineficaz la campaña del Gobierno, a través de Consumo, con el hashtag: #pero. «Ni me identifiqué con el vídeo ni vi a ningunos de los chavales cuando se lo enseñé». No se trata tanto de huir del ruido, algo complicado con una vida social normalizada, sino de educar a la población para que conviva con él. «Lo que hay que conseguir es que nuestros jóvenes lleguen preparados al momento de enfrentarse al juego. Que sepan que es una cosa optativa y que no se tienen que dejar arrastrar por el grupo».
El motivo que lleva a los jugadores a pedir ayuda es que los daños generados han escapado de su control
El consejo más complicado de enseñar es que quien quiera jugar debe hacerlo con el excedente. «Todos tienen su paga; que vean en qué se lo quieren gastar, en el cine o en tomar algo. Si luego te sobra y quieres gastar, vale, pero si lo pierdes no tienes que volver a intentar recuperarlo». Igual que la entrada de cine de una película mala no se devuelve. «Es un dinero que se perdió, no hay vuelta de hoja. Hay que enseñárselo. Y hay que dejar de bombardearles con la cantidad de cosas buenas que tiene el juego. Que si no juegas eres idiota. O como dice el mayor operador de España (el Estado), sueña ilusiones. Que si metes un euro en un rasca te puedes llevar un millón. Coño, eso tienta a cualquiera, fíjate si eres tú. Se lo estamos poniendo en bandeja a los chicos; no trabajes, no te esfuerces, que jugando lo tienes».
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