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La atleta paraolímpica, Gema Hanssen-Bey (izq.), con la representante de STESCyL, Sandra García, en la presentación del calendario. De Torre
La lección de vida de Gema Hanssen-Bey

La lección de vida de Gema Hanssen-Bey

La atleta paraolímpica comparte con alumnos segovianos su reto de subir en silla de ruedas a la cima africana

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Martes, 6 de marzo 2018, 20:06

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Los alumnos de tres clases de bachillerato del instituto La Albuera recibieron ayer una de esas enseñanzas que no entra en los exámenes pero que sirve para aprobar con nota las pruebas que pone la vida. Los jóvenes segovianos escucharon con una mezcla de atención y admiración las experiencias relatadas en primera persona por Gema Hanssen-Bey, una de esas heroínas cotidianas para quien los desafíos son el alimento de cada jornada. Sin ellos y sin su afán de superación, la deportista no habría conquistado, por ejemplo, las cuatro medallas y doce títulos olímpicos. Ya sea impulsando la silla de ruedas o montada encima de su ‘Hassen-bike’, la atleta paraolímpica derriba cada barrera que se impone a su paso, por muy alta que sea.

Y lo de la altura no es un símil gratuito. Después de haber plantado simbólicamente la bandera de la superación en la cima canaria del Teide, a la que subió en su bicicleta propulsada en parte por su corazón y coraje y por la fuerza de los brazos que empujan como lo hacen las piernas sobre los pedales, desde hace unos años ha enfocado su objetivo en el Kilimanjaro, la cota cumbre del continente africano.

Pero este proyecto no se queda únicamente en la satisfacción personal de ser la primera mujer en silla de ruedas en coronar esos 5.895 metros con el impulso de los brazos. La iniciativa ambiciona «ayudar a la gente» con capacidades diferentes, como trasladó en su ‘magisterio’ vital impartido en la biblioteca pública. La forma que ha elegido Gema Hanssen-Bey es mediante la innovación tecnológica y la solidaridad.

Desarrollo tecnológico

En torno a su desafío africano, ha logrado que varios equipos trabajen en el diseño de un prototipo de bicicleta de montaña pensada para que las personas con movilidad reducida puedan también recorrer y disfrutar de la naturaleza. Ingeniería pura y dura. También aspira a confeccionar prendas que, gracias a la aplicación del desarrollo tecnológico, contribuyan a regular el calor corporal, según expuso Hanssen-Bey en su conferencia de ayer.

Su mensaje siempre es positivo, aunque el proyecto esté inmerso en la búsqueda de financiación por parte de empresas o entidades que compartan los valores que la atleta quiere transmitir. El sueño de coronar la montaña esplendorosa, como se conoce al Kilimanjaro, requiere hacer antes varias cimas más pequeñas, pero también necesitar estar arropado por una fuerte financiación económica.

Un calendario en femenino

Junto a Hanssen-Bey, ayer también compartieron sus testimonios con los estudiantes otras dos mujeres deportistas: Toñi Jordán, aficionada ciclista integrante del club femenino BTT Las Camelias, y la atleta Mercedes Chañes. Todas estas intervenciones se encuadran en la presentación del calendario ‘Tiempo de mujeres, mujeres en el tiempo’, que en esta ocasión está dedicada a las deportistas. Esta iniciativa de la Organización de Mujeres del Sindicato de Trabajadores de Enseñanza de Castilla y León (STECyL) se ha convertido ya en una esperada tradición para conmemorar cada año el Día Mundial de la Mujer.

La representante de la central profesional, Sandra García, ha reivindicado la «educación en igualdad», un ‘Kilimanjaro’ diario al que se enfrentan los profesores y maestros.La visibilidad femenina en todos los campos y el fomento del espíritu crítico ante las discriminaciones por sexo son los objetivos que persigue el calendario coeducativo, que se repartirá en colegios e institutos de la provincia, señala Sandra García. Además, el almanaque propone actividades encaminadas a la práctica de la enseñanza en igualdad destinadas a escolares de todas la edades.

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