Las peñas consideran «lógica y normal» la suspensión de las fiestas de Cuéllar

Es el caso de la peña El Pañuelo. Su presidente, Valentín Quevedo, aseguraba que lo más adecuado era suspender las fiestas y que desde su asociación no se realizará ninguna celebración ni acto oficial durante los días que tendrían que celebrarse las fiestas. «Igual que el año pasado, si las fiestas no están normalizadas, no se organiza nada. Estamos completamente de acuerdo en que no se celebren las fiestas con la situación que hay».

De manera similar opinaba la presidenta de la peña La Plaga, Alba García, que veía la decisión de cancelación como algo «lógico y normal tal y como está la situación en estos momentos», apuntando que ni el Ayuntamiento ni las peñas se pueden plantear unas fiestas con actividades a no ser que la situación mejorase, aunque con el margen de tiempo de un mes la esperanza se diluye. «Estamos de acuerdo, lo malo es que pasamos otro año en blanco, pero hay que ser coherentes con la situación».

Desde la Panda El Soto, su presidente Jesús Salamanca señalaba que la suspensión es «una cuestión lógica y de sentido común». A su juicio no sería normal que con la situación actual el Ayuntamiento se planteara celebrar unas fiestas como las de Cuéllar, que requieren de semanas de organización y celebran numerosos actos multitudinarios. «La idea de la panda es no hacer nada, no se puede meter tanta gente en los locales, ni públicos ni privados, tal cual está la situación hoy».

Jesús Pascual, presidente de la Peña El Embudo también se muestra de acuerdo con la decisión municipal, que aunque hubiera sido diferente apenas habría afectado a la agrupación, puesto que según se encontraba la situación sanitaria no pensaban realizar actividades. «Las peñas no están autorizadas, no podemos meter a 200 socios en un local, y las aglomeraciones de actividades como los encierros o las sopas de ajo que nosotros hacemos son impensables, no era nada coherente pensar en fiestas». Pascual es la voz de muchos cuellaranos cuando señala que «a todos nos duele un año más sin fiestas, pero con un poco de responsabilidad, es lo mejor», por lo que por segundo año consecutivo mantendrán cerrada la peña, con la ilusión del próximo año «celebrarlo con el doble de ganas».

Respecto a las peñas, desde el Ayuntamiento se recuerda que a fecha de hoy, éstas no están permitidas en Castilla y León, una situación que se mantendrá, al menos, hasta el 16 de agosto. En todo caso, se recordó a todos los propietarios de inmuebles que, para poder ejercer la actividad de reunión de personas con una finalidad de sede de peña, se debe realizar la preceptiva comunicación ambiental.

Los inmuebles destinados a ese fin, con carácter previo, deberán reunir unas buenas condiciones de habitabilidad, seguridad e higiene, necesarias para albergar personas, y disponer de luz eléctrica, aseos y agua corriente, además de cumplir la ley del ruido de Castilla y León.

En caso contrario sería necesario solicitar la correspondiente licencia de obras para realizar las actuaciones de adecentamiento o reforma necesarias para adecuar el inmueble a las prescripciones legales en cuanto a seguridad, higiene, ruidos y resto de normativa de aplicación. Los propietarios que arrienden los locales para peñas deberán cumplir lo indicado, asumiendo la ineludible responsabilidad de lo que pueda suceder en dichos locales, señalan desde el Consistorio.