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El alcalde de Sepúlveda, en una calle de la histórica villa.

«Pedimos mucho respeto, porque ya viviremos tiempos mejores»

Ramón López, alcalde de Sepúlveda ·

La situación no ha impedido que hubiera mucho turismo en la villa, «aunque es difícil tener datos exactos»

Mónica rico

Jueves, 27 de agosto 2020, 08:20

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La situación que se vive como consecuencia de la crisis sanitaria motivó la suspensión de las fiestas de Sepúlveda a todos los efectos. Ante la cercanía de las mismas, desde el Ayuntamiento se ha emitido esta misma semana un bando recordando la prohibición de la celebración de actos privados o públicos que puedan llevar la concentración de personas y se pide extremar al máximo las medidas de seguridad. El alcalde de la localidad, Ramón López, cuenta cómo serán estos atípicos días.

-¿Cuáles son las líneas principales del bando y qué es lo que se quiere trasladar con su publicación a los vecinos?

-Sobre todo que no va a haber ningún tipo de fiesta, que tenemos un peligro, que es la transmisión del virus, que es lo que se trata de evitar, y que ya tendremos otros años para fiestas. Por eso pedimos a los vecinos que sean consecuentes y respetuosos con la situación y no pongan en peligro la salud del pueblo por actuaciones inconscientes. Sé que Sepúlveda es un pueblo responsable y confío en el buen hacer y sentido común de los vecinos.

-¿Durante los días en los que Sepúlveda acogería la celebración de las fiestas de los Santos Toros se ha programado algún acto cultural, religioso o de alguna índole?

-No, nada, nada. Tanto la Comisión de Peñas como el Ayuntamiento hemos pensado que cuantas menos referencias se hagan a lo que hubieran sido las fiestas, mucho mejor, por lo que hemos optado por no programar nada.

-Aunque estas son las fiestas centrales de Sepúlveda, hace unos días ya tuvieron que suspender otra gran tradición de la localidad, El Diablillo, en honor a San Bartolomé.

-Sí, y anteriormente la Fiesta de los Fueros y el certamen de teatro. En total un montón de actividades que todos los años celebramos en Sepúlveda y que este año no se han podido desarrollar.

-¿Cuál es la sensación que le transmiten los vecinos ante este verano tan triste, tan vacío?

-Principalmente se tiene temor a contagiarse. Sobre todo vemos que hay muchísima gente, nunca había visto tantísima gente que pasara aquí el verano, y es algo que está ocurriendo en muchos lugares. De turismo también ha venido bastante. Los vecinos están viviendo el verano con precaución, mucha precaución y respeto ante la enfermedad.

-¿Qué mensaje se lanza desde el Ayuntamiento a los vecinos ante ese temor al contagio?

-Un mensaje de prudencia, de cumplir las medidas que se marcan desde las autoridades sanitarias. Pedimos mucho respeto, que actúen con mucho sentido común y que tengan en cuenta que ya viviremos tiempos mejores. De momento es tiempo de reflexionar sobre lo que nos puede venir y recordar el confinamiento que se vivió.

-Comenta que hasta Sepúlveda se han desplazado numerosos visitantes, ¿no se ha resentido el turismo este verano cómo en otros lugares de la provincia?

-Ha venido mucho turismo, no sé las cifras exactas, pero me imagino que sí que habrá descendido, porque nuestro termómetro sobre todo es la oficina de turismo. También es verdad que como tenemos el Parque Natural de las Hoces del río Duratón, viene mucha gente que no pasa por el centro de Sepúlveda o que no se acercan hasta la oficina de turismo, pero que acuden a realizar las rutas que están marcadas, por lo que es difícil tener datos exactos.

-En un año incierto, ¿qué proyectos destacables están en marcha o se quieren sacar adelante en las próximas fechas?

-Haremos todo lo que podamos hacer con la disminución de ingresos tan drástica que hemos tenido durante estos meses. Sé que se nos van a quedar cosas en el tintero, pero bueno, con imaginación vamos a ver si podemos sacar algunas iniciativas, pero sobre todo el proyecto estrella de este año, que ya está adjudicado a la empresa constructora y que es la puesta en marcha de los depósitos de agua para Tanarro y Perorrubio.

-El dinero de las fiestas que no se celebran, ¿se podrá emplear en alguna iniciativa?

-Es que no hay una caja que digamos: esto es. Todo viene a través de los ingresos, y si estos han caído drásticamente, pues evidentemente los gastos tienen que caer también. Hemos estado analizando el primer semestre y la verdad es que no da mucho margen para más. Mucha gente cree que ahí está el dinero y no es tan fácil. Nosotros cuando hacemos las previsiones o los presupuestos para un año, contamos con que vamos a tener unos ingresos, pero en esta ocasión esos ingresos no han entrado, por lo que no se pueden hacer tantas cosas como se habría querido.

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