Patatas con carne para el fin de fiestas

Tras cuatro días de intensa actividad, marcados por las iniciativas para los más pequeños, la música y los actos litúrgicos en honor a la Virgen de la Palma, el popular barrio cuellarano de El Salvador cerró, la noche del pasado martes, sus fiestas de El Henarillo, y lo hizo, como es tradicional, repartiendo más de un millar de raciones de un guiso de patatas con carne, una cita marcada en el calendario de muchos cuellaranos e incluso vecinos de distintos puntos de la comarca.

La actividad comenzaba en torno a las 16:00 horas con la tradicional pelada de patatas, en la que varios voluntarios se afanaron durante horas para pelar los 400 kilogramos de las protagonistas del guiso, que un año más fueron cedidos por la Cooperativa del Campo Glus I. Pero ese no fue el único trabajo, pues también había que preparar el resto de los ingredientes, entre los que destacan decenas de kilos de pimientos rojos y verdes, cebollas y ajos. Junto a más de 70 kilogramos de carne y una docena de litros de aceite, varios puñados de sal y pimentón, el atrio de la iglesia de El Salvador se convirtió en una gran cocina.

Al frente de la misma, aunque con varios ayudantes, este año se puso Fernando Quevedo, un cuellarano afincado en Mallorca, que cada año regresa a la villa, aunque, según recordó hacía unos 40 que no acudía a las fiestas del Henarillo. En esta ocasión, las fechas de sus vacaciones coincidieron con estos días, por lo que, a petición de los vecinos, y tras medio siglo como cocinero en hoteles y restaurantes, el martes dirigió los fogones del barrio de El Salvador.

Los preparativos se prolongaron durante varias horas, pues además de pelar y trocear los ingredientes también se realizaron los sofritos, se encendieron las hogueras y se colocaron las mesas y tableros para que los asistentes pudieran realizar su degustación de forma más cómoda, así como las vallas para encaminar la fila que cada año se forma para poder probar el guiso que realizan los vecinos, que a las 21:30 horas ya era bastante larga.

En ese momento comenzó el reparto, consistente en un plato del guiso, un pedazo de pan y un vaso de vino. Los vecinos, con sus platos, fiambreras, cazuelas y cucharas esperaron su turno, momentos que estuvieron amenizados por los sonidos de la música tradicional, de la mano de una nueva edición de la concentración de dulzaina y tamboril que El Salvador organiza anualmente de forma paralela a este reparto de patatas con carne.

Los músicos comenzaron a tocar, animando los preparativos y realizando un pasacalles por el barrio que concluyó en torno a las 22:00 horas en el atrio de la iglesia de El Salvador, donde también fueron obsequiados con un plato del guiso estrella de la noche.

Poco a poco las cientos de personas que asistieron pudieron probar su plato de patatas. Finalmente se repartieron más de un millar, junto a seis sacos de barras de pan y unos 100 litros de vino, cantidades que los vecinos preparan cada año para esta cita. El reparto finalizaba en torno a las 23:00 horas, cuando todos los voluntarios que se habían encargado de la organización, cocina y entrega de las raciones, pudieron descansar y degustar un muy merecido buen plato del guiso de patatas con carne. Tras apagar las hogueras y recoger la infraestructura, los vecinos pusieron el punto y final a una nueva edición de sus fiestas, que un año más han contado con una gran afluencia de público.