'Los niños de la villa' regresan al colegio La Villa
La escultura, que se instaló en el centro en 1928, desapareció tras unas obras en el patio
La comunidad educativa del colegio La Villa, de Cuéllar, dio ayer una calurosa bienvenida a 'Los niños de la fuente', una escultura que se situaba ... en el centro de una fuente ubicada en el patio del centro desde su inauguración, en el año 1928, hasta el año 1967, cuando se realizaron obras en el lugar. Más de medio siglo después, la obra ha sido recuperada y restaurada por el Ayuntamiento y ahora luce sobre un pedestal con una placa dedicada «a los niños que serán abuelos y a los abuelos que fueron niños, para que nunca desaparezca su ilusión». También hay una alusión a los maestros, «que nos enseñan a buscar la fuente de la sabiduría».
Hasta el centro se desplazaron abuelos de alumnos para contar sus vivencias en torno a la fuente. El equipo directivo y los tutores del colegio realizaron trabajos sobre la escultura que derivaron incluso en la realización de un cuento.
Los propios alumnos del centro fueron los encargados de leer sus historias sobre la escultura. Incluso se realizó una entrevista a los niños que forman parte de la escultura en la que repasan su historia. «Estaba escondida y, con esta ubicación, pasa a ser de todo Cuéllar», declaró Álvaro Catalina, uno de los profesores del colegio La Villa. «Es un día histórico para todos, para el colegio y para Cuéllar, porque la estatua vuelve a estar visible para todos los cuellaranos», añadió.
En los trabajos realizados por los alumnos también se recordó cómo la escultura llegó al patio de las recién inauguradas Escuelas Graduadas de niños 'Primo de Rivera', nombre que tenía el centro en 1928. También parte de la historia del colegio, pues en 1937, entre febrero y junio, estuvieron viviendo en el centro los soldados del ejército italiano que participaron en la Guerra Civil.
En 1967 se realizaron obras en el patio, se eliminó la arena y los árboles. Pero también la fuente. La escultura de los niños desapareció y no fue hallada hasta varios años más tarde en un vertedero, de donde alguien la rescató. Posteriormente estuvo en una peña como fuente de limonada e incluso en algún domicilio particular, hasta que nuevamente regresó al colegio La Villa. Ahí ha permanecido en un pasillo, en el acceso de uno de los edificios, donde era habitual verla entre jerséis y bufandas, pues se utilizaba como depósito de objetos perdidos.
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