Las multas por exceso de velocidad se multiplican por cuatro en Segovia en dos años
La concejala de Seguridad achaca el aumento de sanciones a que la Policía Local hace más controles y cuenta con mejores medidores de velocidad
Si se programan más controles aleatorios y se cuenta con más y mejores dispositivos para medir si un conductor pisa más de la cuenta el ... acelerador, las posibilidades de cazar a los infractores suben y, por tanto, crece la capacidad sancionadora. Es lo que ha ocurrido en la capital segoviana. La concejala de Seguridad, Raquel de Frutos, cita esa conjunción de motivos como la alineación de causas que justifica y explica el incremento de las multas puestas por la Policía Local durante el año pasado.
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En 2021, el cuerpo municipal de seguridad y tráfico interpuso 1.863 sanciones por exceso de velocidad encuadradas en 231 dispositivos en los que se midió la velocidad de 38.610 vehículos de media, revela la edil, a un ritmo medio de cinco infracciones al día.
La propia De Frutos reconoce el importante incremento de las denuncias registradas por esta causa, en particular al comparar los datos de los ejercicios precedentes. Antes de meterse en harina, subraya que «no hay un afán recaudatorio detrás», y matiza que «2020 no es representativo», ya que estuvo encorsetado por las restricciones a la movilidad y la propia actividad cotidiana. Estas medidas en prevención de la covid-19 se tradujeron en un descenso del tránsito de vehículos por la ciudad y, por ende, en una disminución de las sanciones por pisar de más el acelerador. Pese a ello, en 2020 la Policía Local puso 929 sanciones en los controles efectuados.
El efecto '30 por hora'
La concejala se retrotrae a 2019 y 2018, cursos sin pandemia y sin las restricciones de movilidad en el tráfico rodado por la capital. Al colocar estos ejercicios en el espejo de la comparativa con las sanciones contabilizadas en 2021 por sobrepasar los límites de velocidad estipulados en la norma para cada tramo viario, Raquel de Frutos concluye que las multas a los infractores se han multiplicado por cuatro y casi por cinco. Hace tres años, el cuerpo municipal de seguridad puso 394 multas, 36 más que en el curso anterior, aunque la mitad que las que registró en 2017, que fueron 779.
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Además de contar con más dispositivos de medición «más sensibles y modernos» y de llevar a cabo más controles, la edil llama la atención sobre la entrada en vigor, el 11 de mayo de 2021, de la limitación de velocidad a 30 kilómetros por hora en buena parte del entramado viario de la capital. Recuerda que empezó a aplicarse esta norma para reducir la siniestralidad en el casco urbano. El objetivo, en parte, se ha conseguido.
El balance del año pasado demuestra que la cantidad de incidentes de circulación ocurridos en el término municipal de la capital segoviana ha bajado. Descendió todavía más en 2020, pero como insiste en matizar la concejala, las restricciones de tráfico condicionaron las estadísticas relacionadas con la circulación y la seguridad vial. En concreto, en 2021 la Policía Local atendió 520 percances, que son un 14% menos que los acaecidos dos años antes, en tiempos de prepandemia, y un 17,5% menos que los producidos a lo largo de 2018. Además, hace hincapié en que «la mayoría de los accidentes son leves o moderados, con daños materiales por alcances, topetazos, roces...»
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La concejala destaca que el año pasado acabó sin tener que lamentar fallecimientos en percances viarios en la ciudad. Los accidentes sí que se cobraron 43 heridos, aunque buena parte de estas víctimas sufrieron lesiones de pronóstico leve, apostilla.
Vías más preocupantes
Con una abrumadora mayoría de arterias de un único carril por sentido y aceras, buena parte del entramado urbano de la ciudad bajó, en mayo del año pasado, el límite máximo de velocidad a 30 kilómetros por hora, incluida la circulación por los barrios incorporados y por Revenga.
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Además, ya había una serie de calles que por poseer una plataforma única de un carril y acera ya habían reducido el límite a 20 kilómetros por hora, como se aplica en todo el recinto amurallado y en San Millán (desde la plaza Doctor Gila hasta Arturo Merino), a las que se añaden Francisco Giner de los Ríos (desde Berlín a la avenida de la Constitución); Cofradía de la Piedad; Dámaso Alonso (desde su confluencia con Quevedo hasta el número 116); Manuel González Herrero (de la glorieta de Gerardo Diego a la de Mirasierra); Santa Teresa de Jesús (del portal 14 al 24); Muerte y Vida y San Francisco; plaza de Somorrostro; Puente Muerte y Vida; plaza de Santa Eulalia, y el tramo de José Zorrilla desde el portal 1 al 117.
Raquel de Frutos coloca el foco de la preocupación en los accesos, que al fin y al cabo son las vías por las que se circula más rápido. «Se mantuvo el límite de 50 kilómetros por hora para evitar bloqueos en las entradas», apunta. Una de esas arterias, la calle 3 de Abril que conecta con el Hospital General, fue uno de los puntos más problemáticos por la velocidad superior al tope establecido a la que suelen transitar los vehículos. En 2021, en los 26 controles desarrollados se detectaron 209 infracciones con sus pertinentes multas.
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