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Muñoz de Pablos, con el diploma, entre los guías turísticos. Óscar Costa
Un megáfono para la Historia del Arte

Un megáfono para la Historia del Arte

El vitralista Carlos Muñoz de Pablos recibe el nombramiento como guía de honor por su papel en la conservación del patrimonio artístico de la ciudad

laura lópez

Segovia

Jueves, 20 de febrero 2020, 13:09

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«El importante no soy yo, sino cómo divulgáis vosotros el Patrimonio de Segovia». Con estas palabras recibía ayer el vitralista Carlos Muñoz de Pablos el nombramiento de honor de la Asociación de Guías Oficiales de Turismo de Segovia, a los que el artista califica de «megáfono de la Historia del Arte».

«Esta labor requiere de gran responsabilidad, de medir lo que se cuenta, porque lo que se dice, se oye; y lo que se oye, queda», apuntaba el académico del arte durante el acto de entrega del diploma celebrado en su taller.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Guías Oficiales de Turismo de Segovia, María Rincón, expresó que este galardón, que el año pasado se lo llevó el historiador Antonio Ruiz Hernando, nace del reconocimiento al vitralista como un «maestro» y «referente» que es mencionado a diario por la veintena de guías que integran la organización durante los 'tours' por la capital segoviana. Durante el acto, al aceptar el nombramiento por parte de los guías, el artista puso en valor la labor de difusión de «la herencia y transmisión de la cultura» que hace este colectivo: «Yo contribuyo y ustedes lo divulgan, es una hermosa labor». A sus 82 años, Carlos Muñoz de Pablos sostiene a sus espaldas innumerables trabajos que lo acreditan como un referente del arte vitral, tanto en trabajos nuevos como en la restauración de obras históricas por toda España y diversos lugares del continente europeo.

El artista ha firmado trabajos por toda la geografía española, como en el Alcázar de Segovia, las catedrales de Vitoria, León, Cádiz, Sigüenza, Burgos, Salamanca, Toledo y otros edificios civiles como el Palacete Albéniz de Barcelona, el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid o el Congreso de los Diputados. Pero el prestigio de Muñoz de Pablos ha traspasado fronteras en diversas ocasiones y el vitralista ha colaborado en obras como el Templete de San Pietro in Montorio de Bramante, en Roma o con artistas de otros países como Félix Candela en Guadalupe (México).

Entre sus logros internacionales, está haber pertenecido al Comité Español del Corpus Vitrearum Dedii Aevi para la defensa y conservación de las vidrieras medievales europeas y del equipo de expertos para la redacción del proyecto de restauración de la Catedral de Cracovia (Polonia).

El vitralista destacó durante su intervención su voluntad de que el acto se celebrase en su taller, en el que trabaja él y sus dos hijos, Pablo y Alfonso Muñoz Ruiz, una nave de grandes dimensiones en la que se encuentran grandes maquinarias, bocetos gigantes, y un millar de pinceles.

Con este emplazamiento para la entrega de la distinción, Muñoz de Pablos ha querido reivindicar «lo que hay detrás de las vidrieras», como el trabajo de diseño, forja de hierro o pigmentación, que hacen de la disciplina un compendio de «siete u ocho oficios» que el artista ha de conocer y que hacen que este sea un arte «complicado y apasionante».

Según el experto, el de las vidrieras es un arte que forma parte de la arquitectura, de la misma manera en que los instrumentos de una orquesta tienen diferentes partituras, mientras que el contenido completo solo es conocido por el compositor y el director del conjunto.

El académico manifestó sentirse «preocupado» ante la actual tendencia de «planteamiento industrial» del mundo del arte vitral, que hace que se planteen de forma incoherente ciertas técnicas que a su modo de ver, son «importantísimas», porque se trata del lenguaje del artista, como por ejemplo el mal uso de los pigmentos en el vidrio.

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