Los médicos van a la huelga para defender un estatuto propio y reducir su jornada
Los cuatro días de paros empiezan hoy y afectan a todo el sistema, tanto al Hospital General de Segovia como a la Atención Primaria
La plantilla de médicos de la provincia de Segovia, en torno al medio millar, está convocada a partir de hoy a cuatro días de ... huelga por el Sindicato Médico de Segovia (CESM), que se suma a una medida nacional para reivindicar un Estatuto Marco propio para el colectivo y que el borrador que prepara el Ministerio de Sanidad para actualizar un texto legal vigente desde 2003 tenga en cuenta sus demandas. En esencia, piden una regulación que reconozca su formación, de once años, frente a otras profesiones afines con las que hasta ahora comparten estatuto. No solo en cuanto a salarios, sino en la conciliación, por eso reivindican la reducción de las jornadas regulares de 48 horas semanales como prevé el documento del departamento que dirige Mónica García, hasta las 35.
Tras el fracaso a la hora de tender puentes entre ambas partes, los facultativos recurren a los paros como una medida no deseada, pero, a su juicio, necesaria, para unos días en los que reinará la incertidumbre en cualquier consulta del primer nivel asistencial de la Atención Primaria o con un especialista hospitalario, pues cada profesional es libre de secundar o no la medida de protesta y el paciente no lo sabrá hasta que llegue su cita.
El presidente del Sindicato Médico de Segovia, Miguel Marina, narra un conflicto que se remonta a un año de negociaciones con el Ministerio sobre cómo actualizar el Estatuto Marco que regula las condiciones laborales del personal del Sistema Nacional de Salud, no solo de los galenos, sino también de enfermeros o celadores. «Nosotros estamos de acuerdo en que las leyes tienen que progresar, pero la modificación que propone la ministra perjudica clarísimamente a los médicos. Por nuestra responsabilidad en el sistema, consideramos necesario que haya un estatuto propio del médico», arguye.
Lo justifica principalmente en los cambios de la jornada laboral y la reclasificación de las profesiones sanitarias. «Quieren equiparar a otras con nuestro nivel y nosotros consideramos que la formación que tenemos tiene que ser reconocida», subraya el representante del colectivo.
Uno de los nudos gordianos está en la jornada. «Se nos obliga a hacer 48 horas semanales de media y los trabajadores del sistema nacional hacen 35. Con el agravante de que dificulta la conciliación de la vida familiar y laboral. Que estas horas de exceso se pagan menos que una jornada ordinaria. Que no es voluntaria, contempla nocturnidad y festividad, y no contabiliza como tiempo trabajado para una jubilación», se queja Marina.
Compensaciones
Los médicos suelen encadenar cinco jornadas ordinarias de siete horas más una guardia semanal que, en la práctica, supone 24 horas de trabajo ininterrumpido. «En teoría, tendría que ser solo una, pero ante la escasez de personal que hay a veces se hacen hasta dos», detalla el portavoz segoviano. Un periodo que se considera como atención continuada, no ordinaria, y se paga a la baja.
La reducción de jornada obligatoria a las 35 horas no significa necesariamente que los médicos no vayan a trabajar más. El colectivo demanda que lo trabajado por encima de esa cifra sea retribuido como horas extraordinarias y que la decisión de hacerlas sea voluntaria. «Y que si tengo que hacer 24 horas un lunes se reconozca con compensación horaria en otros días de la semana o a nivel económico», reclama el presidente de CESM en la provincia.
Aunque pueda sonar de primeras paradójico, la medida –razona el facultativo– puede traducirse en más oferta de atención médica al entender que la mejora en las condiciones puede incentivar a los profesionales a trabajar más horas y puede facilitar el regreso al sistema público de quienes se fueron a la privada para cobrar más o conciliar mejor.
«El médico no es un esclavo. Con estas condiciones en el sistema público, buscan otras alternativas. Médicos que trabajen gratis no hay», añade a su reflexión.
Las plantillas sometidas a la actual distribución son consideradas deficitarias por el representante. «Están muy ajustadas, se necesitarían más efectivos». Pone un ejemplo de un servicio con diez médicos. «Lo suyo a lo mejor sería aumentar a doce y no tener a diez haciendo jornadas de tarde, guardia y sobrepasarse de horas». Con todo, asume lo complejo del sistema de trabajo para los médicos. «Mientras otros trabajan a turnos, nosotros trabajamos por la mañana con atención continuada, desde siempre. Hay que buscar un sistema que permita conciliar porque se nos están exigiendo muchas horas», esgrime Miguel Marina.
El cómo satisfacer esa demanda ya es un terreno no pisado. «Hay que prestar asistencia sanitaria por la mañana, por la tarde y por la noche; pero idear el sistema es complejo. A nadie le gustaría que le viera un médico que trabaja 24 horas seguidas y está agotado. Pasa fundamentalmente por el aumento de plantillas y la voluntariedad del personal. Se puede hacer», deja entrever el presidente del sindicato CESM en Segovia. Plantea fórmulas intermedias como un modelo mixto de guardias, entre otras soluciones que, en última instancia, decide el Ministerio de Sanidad. Y hasta ahora no ha sido posible acercar posturas.
Conflicto encallado
El encallamiento del conflicto ha llevado a los médicos a defender ese estatuto propio para una formación que requiere once años, entre licenciatura y especializaciones a través del MIR. «En otros grados exigen 240 créditos y a nosotros nos exigen 360», recuerda Marina. Eso se une al papel jerárquico que tiene su figura, la toma ordinaria de decisiones críticas. «Se tiene que valorar esa dedicación a la hora de recalificar las profesiones. Que equiparen a otros de menos nivel formativo con nosotros nos parece bien, pero se nos tendrá que reconocer el nuestro», reclama. Los médicos comparten desde aquel texto de 2003 grupo, el A-1, el de licenciados superiores, con técnicos de informática, farmacéuticos o veterinarios. A partir de ese Estatuto Marco, que emana del Ministerio de Sanidad, cada comunidad autónoma establece su estatuto propio.
«Lo que queremos es que se reconozca nuestro nivel tanto en la clasificación de las profesiones sanitarias como a nivel retributivo y de horario. A otros colectivos se les regula, se les pone jornada de solapamiento. No vas a dejar las cosas del estatuto previo que nos perjudican mientras beneficias a otros colectivos. Hay una discriminación totalmente negativa hacia nosotros. ¿Por qué a mí se me obliga a hacer 48 horas cuando a otros trabajadores se les regula a 35?», incide en las quejas que detonan la protesta que e empieza hoy en forma de huelga. Con todo, subraya y precisa que su lucha no supone oponerse a otras profesiones. «No es que si a los otros les han dado yo quiero más. Yo quiero lo mío. Los médicos estamos haciendo nuestras reivindicaciones independientemente de otros colectivos», quiere dejar claro Marina.
Antes de estas jornadas de paros, hubo concentraciones en Madrid y dos días previos de huelga, el 13 de junio y el 13 de octubre. El sindicato cuenta en Segovia con unos 225 médicos y facultativos como farmacéuticos que trabajan en el Hospital, lo que supone en torno a la mitad del total en la provincia. «Lamentablemente, el Ministerio no ha atendido a nuestras peticiones y este conflicto va en escalada. No sabremos lo que vendrá en el futuro», señala Miguel, Marina. La medida de presión busca trasladar sus reivindicaciones al borrador antes de que pase al Consejo de Ministros.
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