Secciones
Servicios
Destacamos
e. esteban
Segovia
Sábado, 27 de enero 2018, 20:39
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Los preparativos comenzaron pronto. A las nueve de la mañana de ayer, varios clientes y colaboradores habituales de La Churrería-Chocolatería de Nueva Segovia empezaban a colocar todo lo necesario para celebrar la novena Matanza Popular de la Asociación de Amigos de La Churrería. En plena calle, bajo el cielo encapotado y a cero grados, un centenar de vecinos desafiaron al tiempo y a la amenaza de nieve y no faltaron a su cita con la tradicional matanza. «Es una celebración que surgió a raíz de una apuesta entre amigos que estábamos tomando café y nueve años después aquí estamos», aseguraba Saúl García Martín, encargado del establecimiento.
En la avenida Vicente Aleixandre, donde está La Churrería de Nueva Segovia, el frío se notaba en la celeridad con que caminaban los peatones y en que, a las doce y media, la hora prevista para la degustación, la campana de humos de la parrilla todavía estaba cubierta. Muchos de los invitados combatían el frío entre sopas castellanas y bailes al ritmo del grupo de dulzainas y tamboril ‘Tanami’. Otros, por el contrario, optaron por refugiarse dentro del bar.
Esta novena edición ha tenido las mismas características que las anteriores. La única diferencia según García es que este año han sacrificado «más cerdos que nunca». Han sido un total de cuatro los animales estazados para llegar a los 347 kilogramos que podían degustarse. «Suelen venir unas 1.000 personas», subrayaba el gerente de La Churrería. La fiesta, que suele extenderse hasta las «seis y media o siete» de la tarde, no acabaría hasta que agotasen todas las existencias.
Cada año distinguen como Matancero de Honor a una institución o personaje emblemático de la ciudad. Esta vez la condecoración ha sido para el periódico El Norte de Castilla con motivo del 25 aniversario de la edición en Segovia. Su delegado en Segovia, Jaime Rojas, recibió el galardón. «No había nadie mejor que ellos para recibir este premio», incide García.
«Quien quiera venir solo necesita tener ganas de comer», continúa. Si bien durante los dos primeros años «cada uno ponía 20 euros para poder celebrarlo», Saúl García decidió que «eso tenía que acabarse» y, desde entonces, todos los gastos (música, comida y bebida) corren a cuenta de La Churrería. «Es una fiesta para que nos reunamos todos y lo pasemos bien, sin ninguna intención más allá».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.