Borrar
Una de las casetas de la Feria del Libro Antiguo, que terminó ayer. A. de Torre
Los libreros de viejo cierran con pérdidas y dudan de si volver el próximo año

Los libreros de viejo cierran con pérdidas y dudan de si volver el próximo año

Los profesionales del sector están molestos con el Ayuntamiento porque no deja que la feria dure más días

maría martínez

Segovia

Lunes, 18 de noviembre 2019, 11:18

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La Feria del Libro Antiguo y de Ocasión finalizó con un culpable que les acompañó toda la semana: la lluvia. «Nos ha ido mal, muy mal. Hemos tenido muy mal tiempo desde el principio. Cuando no ha sido frío, ha sido lluvia, y cuando no, viento. Nos ha ido mucho peor que otros años», señala Rafael Moral, vicepresidente de la Asociación de Libreros de Viejo y Antiguo de Castilla y León. Normalmente, los profesionales del sector ya andan muy justos para conseguir organizar la feria. «Solo venimos seis porque no hay más que quieran venir, antes veníamos el doble».

Además, los libreros lamentan tener que mantener una «pelea constante» con el Ayuntamiento de Segovia y quedarse siempre con la duda de qué hubiera pasado si les hubieran concedido la oportunidad de estar una semana más. Se quejan porque todas las ferias del libro suelen durar diecisiete días, tres fines de semana. «Esta es la única capital de Castilla y León, bueno, y de España, en la que la feria solo dura diez».

También se junta que, «desgraciadamente», los libros no tienen tanto tirón en las ferias como la alimentación o la bebida. «El proceso es lento. La gente tiene que mirar mucho y escoger mucho, para lo cual se toman su tiempo». La duración de la feria resulta, pues, decisiva.

A pesar de los inconvenientes, los libreros de viejo han celebrado veinticinco ediciones en Segovia, un lugar donde se les trata «muy bien» y en el que la gente les hace sentirse «muy a gusto». «Por eso venimos. Si no fuera así, no vendríamos. El sitio nos encanta y la ciudad también». El problema será al año que viene. «Tendremos que pensar si volver al año que viene. A mí, la caseta me cuesta 2.000 euros y además he alquilado un piso para estos diez días. Luego come, cena y duerme... Todo son gastos. Perdemos dinero».

Moral sabe que, dentro de veinte o veinticinco años, los libreros serán tratados igual que los de oficios perdidos y que les subvencionarán por hacer la labor que ya se encuentran realizando. «En lugar de dejar morir este trabajo y luego pagarlo, habría que empezar desde ahora. Pero bueno, eso es muy difícil que lo entiendan las administraciones».

Los clientes han acudido buscando libros de todos los tipos, pero sobre todo relacionados con el folclore y la etnografía. También se han pedido libros de Antonio Mingote, el dibujante, o de algo que nunca les habían solicitado: un ejemplar antiguo sobre la cría de la oveja y el tratamiento de la leche. «Nos preguntan por cosas que son de lo más insospechadas».

El público infantil es otro sector que ha afectado a los beneficios, a pesar de que en Segovia «es la ciudad donde más se les vende».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios