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amiliares del músico, durante el descubrimiento de la placa hace una década. M. Rico
El legado del padre del 'A por ellos'
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El legado del padre del 'A por ellos'

Este verano se cumple una década desde que la Escuela Municipal de Música decidiera llevar el nombre de Cecilio de Benito

MÓNICA RICO

Segovia

Lunes, 5 de agosto 2019, 12:11

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Este verano se cumplen diez años desde que la Escuela Municipal de Música lleva el nombre del cuellarano Cecilio de Benito. El Ayuntamiento, a instancias del consejo escolar del centro, decidió honrar y reconocer el legado del músico local, 'padre' de una de las canciones más famosas entre los vecinos de la villa, la jota 'A por ellos', himno de las fiestas de la localidad.

Aunque la Escuela Municipal de Música nació en el año 1996, no fue hasta 2009 cuando tomó el nombre del compositor cuellarano Cecilio de Benito Sánchez (1869-1940), uno de los personajes más relevantes del panorama musical cuellarano durante los primeros años del siglo pasado. La iniciativa partió del consejo escolar del centro educativo, que inició el expediente para el cambio de nombre de la Escuela Municipal de Música. La instructora del mismo fue la entonces concejala delegada de Cultura, María del Carmen Gómez, quien contó con la colaboración de la familia para indagar en la vida del compositor, que dejó una profunda huella en la historia musical de la localidad.

Dentro de uno de los anexos del expediente se habla de la primera referencia documental que habla de la existencia de una banda de música en Cuéllar. Aparece en un acta municipal de julio de 1893, aunque es en la de 5 de enero de 1895 donde aparecen los miembros de aquella agrupación, con motivo de la entrega, por parte del Ayuntamiento, de los instrumentos a los músicos para que comiencen los ensayos ante la proximidad de la feria de Cuéllar. Es en este documento donde Cecilio de Benito figura ya como miembro de la Banda de Música. Tenía entonces 25 años, tocaba el clarinete y, según las referencias documentales de junio de 1895, cobró, al igual que sus compañeros, once de las antiguas pesetas por tocar en la Octava del Corpus. En las fiestas de aquel año cobraría ochenta, una cantidad resultante de repartir un remanente de 181,21 pesetas entre todos los miembros de la banda.

En julio del año 1899 se produjo su nombramiento como maestro interino de la banda de música, un cargo que ocupó durante más de doce años. En un acta de una sesión del año 1916 aparece la dirección de la banda, puesto que ocupó hasta su fallecimiento, en 1940, aunque ya había estado al frente de la agrupación en periodos anteriores. En definitiva, perteneció a la banda de música durante casi 47 años, de los cuales más de 36 estuvo al frente de la agrupación.

Saga de músicos

Sus méritos como músico no se ciernen únicamente a la banda. De Benito tocaba el clarinete, el armonio y el acordeón e inculcó a sus hijos su afición por la música. Cuatro de ellos tocaron también en la banda municipal. Durante el tiempo que estuvo al frente a la agrupación formó a un gran número de cuellaranos en el conocimiento de la música, siendo también requerido para la formación de la Banda de Música de Riaza. Su amor por Cuéllar le llevó a componer varias obras musicales dedicadas a su tierra, como los pasodobles 'Viva Cuéllar' o 'El Segoviano', y la jota 'La cuellarana'. Aunque, sin duda, su obra más conocida son las Seguidillas cuellaranas 'A por ellos'. Por todo ello, el Pleno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad, hace ahora diez años, que, por los especiales merecimientos y en agradecimiento al legado cultural aportado por Cecilio de Benito Sánchez, la Escuela Municipal de Música de Cuéllar pasase a llevar su nombre.

No ha sido este el único reconocimiento que recibió el músico, pues las peñas y pandas cuellaranas, en colaboración con el Ayuntamiento, le homenajearon en agosto de 1980 dedicándole el 'VI Alarde cuellarano de Música y Danza popular de Castilla la Vieja', celebrado en la plaza de toros. En el libro 'Estudios sobre mi tierra', de Isidoro Tejero Cobos, se recoge la obra realizada por el músico. Además, durante el verano del año 2007, la Escuela Municipal de Música dedicó el cartel de su Semana de la Música a la figura del compositor cuellarano.

En el expediente que se realizó con motivo del nombramiento de la Escuela Municipal de Música, la concejala Carmen Gómez apuntaba el sentir unánime «de la necesidad de rescatar de la memoria para las generaciones futuras, el nombre de un cuellarano que dedicó su vida a la música y a la formación cultural y musical de sus vecinos, habiéndonos dejado un legado musical junto con el cual debemos perpetuar su nombre». También se afirmaba que «los cuellaranos siempre serán deudores de un legado musical que nos identifica», y se recordaba que sus jotas se entonan en los momentos de mayor alegría, y que, aunque se había recordado y homenajeado su figura, hasta ese momento no se había perpetuado el reconocimiento.

Orígenes

En el expediente se incluía un recuerdo a la importancia del momento de la banda, funcionando gracias a los alumnos de la Escuela de Música. Para su redactora, la agrupación «es una institución consolidada, que tiene sus orígenes en aquellos primeros fundadores del año 1893, entre los que se encontraba Cecilio de Benito Sánchez».

El reconocimiento municipal fue más allá de que el pleno aprobara que Cecilio de Benito diera nombre a la Escuela de Música. Durante el mes de agosto, se realizó un homenaje al compositor, en el que tomaron parte todas las asociaciones locales vinculadas con la música en aquel momento, es decir, la coral cuellarana, los alumnos de la escuela y miembros de la banda, los alumnos del grupo de dulzainas y el grupo de danzas Villa de Cuéllar.

El homenaje comenzó con una ofrenda floral en la tumba de Cecilio de Benito, para seguidamente descubrir una placa con su nombre en la Escuela de Música. Después, todos los asistentes se dirigieron en pasacalles hasta la Huerta de la Alegría de los paseos de San Francisco donde tuvo lugar un concierto homenaje con la colaboración de la banda municipal de música de Cuéllar, los alumnos de dulzaina de la Escuela Municipal, la agrupación de danzas local y la Coral Cuellarana. Tras el mismo los participantes y asistentes pudieron degustar una limonada y recordar la figura del compositor y su legado musical a la villa.

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