El ARU del barrio segoviano de San José se reanudará en 2019 para rehabilitar cien viviendas más
La solicitud a la Consejería de Fomento de la tercera fase del Área de Regeneración Urbana se realizará en noviembre, con una inversión prevista de 1,9 millones de euros
La concejala de Urbanismo, Claudia de Santos, confirma que dar continuidad al Área de Regeneración urbana (ARU) del barrio de San José y El Palo Mirasierra figura entre las prioridades del equipo de gobierno y, una vez firmado el convenio entre el Ministerio de Fomento y la Consejería de Fomento de la Junta, en breve se lanzará la nueva convocatoria y el Ayuntamiento de Segovia presentará la solicitud para poner en marcha una nueva fase en San José, la tercera, con otro centenar de viviendas aunque con un presupuesto inferior al previsto. De Santos indica que el presupuesto total de inversión entre el Ministerio, la Consejería, el Ayuntamiento y las aportaciones de los particulares rondarán los 1,9 millones de euros para actuar en un centenar de viviendas, con una inversión municipal de alrededor de 500.000 euros.
De todas formas, ya que aún no se ha publicado la convocatoria y que el acuerdo del Consejo de Ministros del pasado mes de marzo aprobó el calendario de inversiones dedicado al nuevo Plan Estatal de Vivienda para el trienio 2019-2021, la previsión es que el presupuesto no comenzará a aplicarse hasta el año que viene, con un plazo de ejecución de las obras del ARU que abarcará los tres años.
Destaca la concejala que el área de actuación en el barrio de San José está delimitada. «Ahora, en noviembre, presentaremos la nueva redacción de la memoria, una adaptación de la anterior a las nuevas condiciones, y la solicitud a la Consejería de Fomento de la Junta. Tenemos la confianza en que se va a aprobar porque el área ya estaba definida, y es posible que antes de fin de año se apruebe la solicitud y se publique la convocatoria», apunta.
Teresa Ruano: «Son casas muy viejas, de más de 60 años, y necesitan arreglo por fuera y por dentro»
Al cuarto intento, Francisco Gil consiguió que hubiera alguien dispuesto a tomar el relevo en la presidencia de la Asociación de Vecinos de San José. Fue el pasado 15 de septiembre. Gil sigue en la directiva, pero el colectivo vecinal lo preside a partir de ahora Teresa Ruano, después de 15 años de mandatos consecutivos con Francisco al frente. Ambos responsables de la asociación consideran que el anuncio de una tercera fase del Área de Regeneración Urbana de San José y El Palo Mirasierra es «una buena noticia para el barrio», pero los dos ponen matices. Gil considera que la segunda fase «no está terminada». Ya indicó en su día al Ayuntamiento que la rehabilitación prevista quedó al 90%, y precisa que «faltan varios portales de la calle Tomasa de la Iglesia, de la de Londres y de Carretera de Valdevilla». Apunta Gil que en algunos edificios «está terminando las obras la comunidad de propietarios por su cuenta». Mientras, Teresa Ruano, que dice que necesita un tiempo para ponerse al día con los asuntos pendientes del barrio, señala su deseo de que «continúe el desarrollo» del ARU, aunque matiza que «ya comenté en su día en el Ayuntamiento que no entendemos por qué si se rehabilitan las fachadas los propietarios de los locales tienen que asumir ellos casi la totalidad del coste». Explica Ruano que algún propietario ha recurrido la denegación de las ayudas. Con todo, la nueva presidenta se congratula por la continuidad del ARU, pues «es una mejora para el barrio, que tiene más de sesenta años y las casas son muy viejas, necesitan el arreglo por dentro y por fuera». Es un aliciente, además, para «atraer a gente joven, porque en San José, que era un barrio envejecido, vuelve a haber gente joven, es un lugar asequible para vivir y para adquirir viviendas. Ahora San José es casi el centro de la futura ciudad y se puede ir andando a todos los sitios».
El calendario de intervenciones comenzaría el año próximo, pues en los planes de las concejalías de Urbanismo y Patrimonio (las dos bajo la responsabilidad de Claudia de Santos) marcan el año 2019 para preparar toda la normativa y las convocatorias del ARU de San José y los ejercicios de 2020 y 2021 «para la ejecución de las obras en sí, es decir, abordar la rehabilitación de los inmuebles y la reurbanización, estas en función del número de solicitudes».
Recuerda la edil este último aspecto para curarse en salud, y cita que en el ARCH de las Canonjías no pudo llevarse a cabo la reurbanización completa del entramado viario incluido en el área porque los propietarios no rehabilitaron el porcentaje necesario de las viviendas, lo que impidió que se 1,7 millones de euros de los 2,4 previstos.
En la nueva memoria se definirán alrededor de 200 viviendas susceptibles de actuación en el ARU, «un área lo más amplia posible a continuación de la anterior para conseguir las cien, porque sabemos que el tope son cien».
De Santos advierte, además, de que en la nueva convocatoria del ARU de San José que está a punto de producirse la cuantía de las subvenciones será menor, pues así lo dispone el acuerdo entre el Ministerio y la Consejería de Fomento.
En la segunda fase, el máximo se acercaba a 27.000 euros, con un 60% para las obras de conservación, un cien por cien para la mejora de la calidad y la mitad del presupuesto en las obras para mejorar la accesibilidad. En la próxima convocatoria el límite de las ayudas será el 40% de la inversión, si bien podrá llegar al 75% (con un máximo por vivienda de 12.000 euros) cuando los ingresos de los solicitantes sean inferiores a tres veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) o si las obras son para mejorar la accesibilidad en viviendas de personas con movilidad reducida o mayores de 65 años.
Precedentes
Con el tiempo, la evolución de los sucesivos planes estatales de vivienda siguió la tendencia de las políticas europeas, y extendieron la practica rehabilitadora a barrios degradados y sus entornos, y también fue un ejemplo de Áreas de Regeneración Urbana (ARU) el de San José Obrero y El Palo Mirasierra, que en el inicio fue Área de Rehabilitación Integral (ARI). Entre 2009 y 2014 se rehabilitaban en la primera fase del barrio de San José 315 viviendas y se realizaron mejoras de diversos espacios públicos.
En la segunda, de 2014 a 2016, fueron incluidos otros 101 inmuebles dentro del marco definido por el Plan Estatal de Vivienda 2013-2026, con una inversión total de 2,38 millones de euros, de los que 737.000 euros correspondían a subvenciones municipales y unos 240.000 euros a inversiones de los particulares.
Para el desarrollo ahora de la tercera fase «la propuesta está en manos de la Junta», declara De Santos, quien confía en que cuando se presente la memoria adaptada y la solicitud no tarde mucho el convenio.
Otros, solo en proyecto
Al principio, los objetivos de los Planes Estatales de Vivienda estaban orientados a fomentar la iniciativa privada y a poner en valor las áreas históricas. Se programaban, de forma prioritaria, actuaciones de rehabilitación en cascos históricos (Áreas de Rehabilitación de Cascos Históricos- ARCH) que promovían la recuperación de los tejidos históricos y la conservación de su patrimonio arquitectónico, como informó en su día la Junta de Castilla y León. En la comunidad, de las 59 áreas de rehabilitación, 25 afectaron a conjuntos históricos como los de Canonjías y la Judería en Segovia, o barrios degradados como San José-El Palo. De hecho, Segovia fue la única ciudad española con tres áreas de rehabilitación casi simultáneas, y Claudia de Santos pudo presumir (y lo hizo) de esta circunstancia y del desarrollo de los proyectos.
Sin embargo, el ARU de San José y el ARCH de Canonjías tienen luces y sombras. Los representantes vecinales aseguran que en San José no llegó a terminarse la segunda fase, que habría quedado al 90%, y el Área de Rehabilitación Centro Histórico de Canonjías tampoco llegó a todos los edificios y calles previstos, según el equipo de gobierno del Ayuntamiento porque los propietarios no llegaron a cubrir el porcentaje necesario de rehabilitación.
El Ayuntamiento descarta por ahora impulsar el ARU de Acueducto-El Salvador
Así, en calles tan emblemáticas como la de Daoíz sigue a la vista en fachadas recién rehabilitadas el cableado aéreo, pero la falta de fondos municipales y las normas del ARCH impidieron su retirada. A pesar de que han pedido fondos adicionales tanto la Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado (Avras) como el grupo municipal del Partido Popular.Incluso el equipo socialista lo ha planteado a través del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, conuna petición al Gobierno de medidas legislativas que, al menos, faciliten retirar el cableado.
Por eso puede considerarse que el ARCH de Canonjías no está terminado. Y por razones parecidas siguen a la espera otros planes. El más notorio es el del Área de Rehabilitación Integral (ARI, como fue aprobada su memoria en marzo de 2011) Acueducto-El Salvador-San Justo, con una proyección presupuestaria (entonces) de 7,2 millones de euros y 315 viviendas incluidas enla zona que comprendía.
Ahora «la Junta está más restrictiva», dice De Santos, «la época en que el Ayuntamiento gestionó tres ARI es agua pasada, y los recursos son escasos». Reconoce la concejala que en este momento «no se dan las condiciones económicas ni administrativas, y no hay expedientes de declaración de nuevas áreas de regeneración».
Y, sin embargo, añade que hay que «dejar constancia de que el Ayuntamiento tiene interés en acometer otros ARU», como el de Acueducto-El Salvador o el de San Lorenzo. Pero es obvio que, ambos, igual que el desarrollo de la tercera fase del ARU de San José, dependen de los presupuestos de tres administraciones y de los particulares.
