La incertidumbre de los precios vuelve a amenazar el futuro del sector resinero
Una jornada nacional analiza en Coca las fortalezas de esta actividad ambiental estratégica y su fragilidad
mónica rico
Coca
Viernes, 20 de diciembre 2019, 11:58
Decenas de resineros de distintos puntos del país analizaron ayer en Coca la situación del sector resinero, su fragilidad y la posibilidad de una nueva ... crisis por la incertidumbre de los precios. Y al mismo tiempo, sus fortalezas para convertirse en una industria estratégica en lo que se refiere a conservación y gestión de recursos naturales, conservación de población en el medio rural, bioeconomía, economía circular y producto local. Fue una intensa jornada de debate en la que se expusieron los resultados de distintos ensayos de pastas estimulantes, mecanización y nuevas experiencias en territorios resineros y se dibujaron escenarios de futuro para la profesión en un sector muy interesante pero muy frágil, debido a su dependencia de los precios internacionales y por situarse en el límite de la rentabilidad, lo que ha llevado a distintos problemas en los últimos meses, justo en el cierre de la campaña.
El encuentro estuvo guiado por Aida Rodríguez, investigadora de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) cuyo trabajo se desarrolla en la Escuela de Ingenieros de Montes, y por otros compañeros que también están en la línea de investigación en resinas naturales en la que se lleva trabajando varios añosy que se retomó en 2010, momento en el que el precio de la resina volvió a tener interés. Las investigaciones que se han desarrollado a través de este equipo se centraron los primeros años en la anatomía y fisiología del pinus pinaster y en cómo entender los mecanismos de producción de resina para hacer una investigación aplicada a mejoras en la práctica del resinero. Se trataba, según Rodríguez, «de entender cómo se resina el pino para que podamos darle recomendaciones al resinero». En los últimos dos años se han centrado en el desarrollo de pastas de estimulación, unas pastas ácidas que se aplican al pino durante la resinación para que el producto fluya durante más tiempo.
El equipo de investigación de la Universidad Politécnica de Madrid trabaja con un proyecto europeo Interreg en el que están involucrados Francia, Portugal y España. Durante tres años, con diferentes socios, analizarán el sector de la resina. El grupo de Rodríguez se centra en las pastas estimulantes, realizando parcelas en toda la Península y probando distintos estimulantes en cada una de ellas. Este estudio comenzó en 2018, aunque el encuentro celebrado ayer estaba financiado a través de otro proyecto, el GreenResin, con cargo al programa Climate-Kic. El objetivo es conocer la opinión del resinero para dirigir las líneas de investigación hacia sus demandas actuales.
En la jornada se dieron a conocer los resultados de los ensayos de mecanización realizados desde la Universidad, el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) y la Junta de Castilla y León, y las ventajas e inconvenientes en distintos puntos del país de la pica tradicional o la pica con taladro. En este último caso se puso de manifiesto que este método es posible, pero no beneficioso para el resinero en todas las masas. Una vez que se ha llegado a la conclusión de que el método funciona, ahora hay que desarrollar cómo llevarlo a cabo, puesto que en la experiencia se han utilizado bolsas de plástico para la recogida, pero únicamente como prueba, por lo que el sector debe ir en busca de un recipiente reutilizable y cómodo para los resineros, tal y como ocurre ahora con los potes.
Algunos de los asistentes también pusieron el acento en la necesidad de la recogida de esos potes y que estos no queden en los pinares. En este sentido, apuntaron la posibilidad de que estos depósitos se realicen con derivados de la resina y no del petróleo, lo que puede abrir una nueva línea de investigación. La necesidad de invertir en investigación fue otra de las conclusiones de la jornada, en la que se anunció que el INIA está abordando la mejora genética, una cuestión que también se trabajó hace años en la provincia de Segovia para mejorar la producción por pino
Los estudios presentados revelan un funcionamiento diferente en los distintos territorios, por lo que es peligroso sacar una única conclusión para toda la geografía. Por ejemplo, en Segovia se dan condiciones climatológicas más extremas, por lo que funcionan mejor diferentes productos que, por ejemplo, en Galicia o Extremadura, donde la orografía del terreno es muy diferente.
Lejos de la población urbana
La resina enarbola todas las banderas que ahora mismo llegan desde las políticas europeas en relación al impulso de las economías verdes y locales que, además, asientan población en el medio rural. Sin embargo, se hizo hincapié en la falta de conciencia sobre ello. Aida Rodríguez incidió, por ejemplo en la lejanía del sector respecto a la población urbana, «que apenas sabe que existe, porque a veces hay una desconexión entre lo urbano y lo rural que se refleja, por ejemplo, en ver un pino con una herida y algunos les parece un atentado contra la naturaleza, en vez de pensar que es una manera de mantenerla viva».
La fragilidad del sector viene dada no solo porque esta falta de reconocimiento sino por el aspecto económico, puesto que depende en gran medida de un mercado internacional con mucha variación, «donde además de tener un producto que viene de fuera a un precio muy barato, entramos en la competencia de los derivados del petróleo. Y aunque en el discurso sea totalmente lo contrario hacia lo que vamos, la realidad es que es más barato y más flexible». En las curvas de mercado cada vez se refleja más cómo se obtiene más resina de derivados de hidrocarburo frente a las naturales.
Por todos estos factores, el sector de la resina puede volver a entrar en crisis, tal y como ocurrió a finales del siglo pasado, cuando estuvo a punto de desaparecer. De hecho, los investigadores advierten de que puede ocurrir en cualquier momento. Este mismo año, al final de la campaña se han detectado momentos de mucha tensión, dado que alguna industria de transformación redujo el precio de compra a los resineros. Esa tensión puede reproducirse al inicio de la nueva campaña, sobre todo si el precio a nivel internacional se desploma, por lo que es posible que la industria no pueda mantener las cifras que se han venido pagando en los últimos años y al resinero no le sea rentable trabajar en la explotación.
La jornada puso de manifiesto la importancia de apoyar al sector de la resina desde todos los ámbitos, no solo desde la investigación, sino también desde las instituciones y la propia industria, mientras que el resinero tendrá que continuar realizando esfuerzos para estabilizar un sector que ya de por sí es poco estable, pero que tiene una importancia crucial de cara a las políticas sostenibles.
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