El meta Alejandro Postigo, en el partido que jugó este verano ante el Atlético. Juan Martín / G. Segoviana

Iñaki Bea: «Si tiene que jugar Posti, a muerte con él»

La Segoviana evaluará las molestias de Carmona en el isquio, pero Iñaki Bea asume sin preocupación que su segundo portero debute ante el Real Ávila

Jueves, 16 de octubre 2025, 11:27

La cascada de accidentes musculares de la Gimnástica Segoviana este curso puede llevar a Alejandro Postigo a debutar como portero del primer equipo a sus ... 19 años en todo un derbi ante el Real Ávila, el domingo en La Albuera. Todo dependerá de la evolución de Pablo Carmona, que acabó tocado el duelo del pasado sábado en Luanco ante el Marino. De las pruebas a las que se sometió ayer y su evolución en los próximos días, de las sensaciones de un veterano, dependerá la alineación de Iñaki Bea, que expresa su confianza en la profundidad de plantilla en el guardameta segoviano. «Si tiene que jugar Posti, a muerte con él».

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El parte de lesiones empieza por las bandas. La de Samu Manchón, que tendrá que someterse a una intervención menor en la mano por una fractura en un dedo que se hizo en una caída accidental. «Yo creo que en diez días ya estará con todos, no es preocupante». Y la de Ayán, una rotura en el isquio que se hizo en el entrenamiento previo al viaje a Asturias, menos grave de lo que parecía en un primer momento. «No es una rotura como tal que digas, va a estar un mes fuera. Es una microrrotura, no es nada excesivo». La otra baja segura es la de Josep Jaume, que tuvo que dejar el partido del 28 de septiembre ante el Numancia y se perderá, según los cálculos del técnico, «otro par de semanas». Es una zona especialmente sensible en la que cualquier recuperación incompleta puede tener réplicas.

Sí vuelven otros ausentes de jornadas anteriores. Lo hizo a medias Pau Miguélez, que salió en el descuento en Luanco tras dos semanas de baja. «Quería parar un poco el partido, Álex Castro estaba muy cansado y estaba buscando que alguien llevara el equipo lejos y la aguantara. La verdad es que estuvo perfecto en los cinco minutos que jugó». Tras ese breve regreso, estará el domingo ante el Ávila. Como Diego Campo, que se incorporó el martes al grupo en el primer entrenamiento de la semana, y Fer Llorente, en plenas funciones tras perderse el último partido por el nacimiento de un nuevo hijo.

Pese a la acumulación de incidentes, Bea no ve un problema en la preparación global. «Estas cosas tienen que venir, que si un problema en la vaina semimembranosa de no sé qué… No son roturas». Sí hubo sobrecargas en el caso de Diego y de Josep, un caso que el técnico explica. «Al final, por algún lado le tiene que salir. Empezó mas tarde a entrenar. Estamos tranquilos». Sostiene que el colectivo ha mantenido el rendimiento, pese al 0-0 de Luanco. «Yo entiendo que a la gente no le guste, pero es que no se podía hacer más, el campo estaba horrible. Ya les dije, como intentemos jugar por abajo, nos meten seis. Aquí consiste en pegarla cuanto más arriba, mejor».

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La filosofía del entrenador en los riesgos con el físico es conservadora. «No te lleva a ningún lado. Si tenemos una plantilla, hay que confiar en ella. Y los chavales están respondiendo». Por eso en lugar de forzar a Diego Campo, algo que quizás hubiera hecho con la temporada en juego, dio media hora a Rodrigo Ibañes. «El chaval estuvo muy bien en un campo que te aprieta». Ahora, a la ecuación se suman las molestias en el isquio de Carmona. Ese mismo criterio invita que, ante la más mínima duda, juegue Postigo. «Vamos a ver las pruebas. También es verdad que la posición de un portero no tiene nada que ver con la de un jugador, los esfuerzos son menores. A Pau y a Diego no les pregunto, corren 11 kilómetros; será Carmona el que nos diga como está». El pucelano no entrenó el martes, un entrenamiento ligero para «desentumecer las piernas» en el que Postigo y Li, el tercer guardameta, hicieron de jugadores.

«Cuando vinimos aquí, la idea era traer un portero sub-23, pero después de ver entrenar a Postigo enseguida se nos quitó la idea de la cabeza», esgrime Bea, al que terminó de convencer la pretemporada. Ya fue convocado como segundo de Oliva el curso pasado. «Tiene muchísima envergadura, es valiente y tiene tranquilidad. Evidentemente, es muy joven, tendrá carencias, pero yo no tengo ninguna duda de que va a competir, por cómo es él. A mí es un chico que me ilusiona. La Segoviana tiene ahí un producto muy bueno». Continente y contenido. «Encima de parar, creo que tiene pinta. Les ves y tiene planta, sabe de qué va esto».

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Sin entrenar hasta el martes por la tarde: «Dos días y medio sin oírme es la leche»

El técnico de la Segoviana, Iñaki Bea, dio a sus jugadores unos días de descanso desde el partido de Luanco del sábado al entrenamiento de ayer, que desplazó al horario vespertino para conciliar los regresos. Los de perfiles como René, que tenía por la mañana el tren para volver de Asturias. O su propio regreso desde Murcia, adonde viajó tras presenciar el domingo en el Adolfo Suárez el duelo entre Real Ávila y Real Oviedo Vetusta, dos rivales empatados en segunda plaza. «Tenemos un grupo que trabaja muchísimo, son muy profesionales. Yo soy muy exigente, muy intenso, no oírme dos días y medio es la leche para ellos». Una organización con la que el técnico vasco busca conciliar las agendas particulares de mucho jugador que vive fuera. «Que tengan ese día tranquilo, duerman en casa con la familia y se dediquen a viajar por la mañana. Más allá de los resultados, es que no tenemos ninguna queja. Hemos competido en los seis partidos, los chavales se merecen desconectar».

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