Homenaje a la tapa

La presentación ayer de la séptima edición del Concurso Provincial de tapas, con su modalidad de 'peketapas' para la cantera y cócteles, puso sobre la mesa alguna de las invenciones que el público podrá probar desde mañana hasta el 7 de octubre en una treintena de establecimientos. La presentación fue en el salón de actos de la Federación Empresarial Segoviana, donde también tiene su sede la Agrupación Industrial de Hosteleros Segovianos que organiza el certamen en el que colaboran el Ayuntamiento, la Diputación y Saborea Segovia.

En esta presentación había nombres tan sugerentes como 'Deep in the forest' (en lo profundo del bosque), una propuesta con jabalí, mora, greosella, pan, seta, salsa de verduras y aceite de oliva. Estaba acompañado en la mesa de exposición por una pizzeta de butifarra, una teja de cochinita segoviana, un explosivo cochinillo molotov –guiso de cochinillo con boletus– y otros nombres pomposos como los ravioli de untosa de carrillera de cerdo con patata crujiente. También había cócteles transgresores como un gin tonic de hierba luisa o nubes de violeta, que lleva ron blanco, licor de violetas, zumo de limón, nubes de coca-cola y caramelos.

Con ese aroma presente y el reto de no salivar, el presidente de la Agrupación Industrial de Hosteleros Segovianos, Cándido López, desgranó las bases del programa que rinde homenaje a «uno de los iconos más universales de la gastronomía española» como es la tapa.

Esgrimió la variedad de la «rica despensa provincial» como base y planteó el reto de las creaciones culinarias: gustar a clientes de todas las edades a cualquier hora del día. Un evento este concurso que, a su juicio, debe «multiplicar la buena imagen» de la hostelería segoviana. «Queremos que el concurso sirva de estímulo para el sector».

López recordó la tradición de los locales segovianos con la tapa. «En muchas provincias esta moda ha surgido después, pero Segovia siempre ha tenido una tradición muy estrecha con el chateo, el vermut y la tapa. Esa costumbre de subir a la plaza a tomarte una caña. Hemos visto durante años en los concursos la evolución que ha tenido la tapa en Segovia, hasta el punto de que hemos tenido establecimientos en concursos nacionales». Como ejemplo, un hojaldre relleno de cochinillo confitado con una salsa roja y amarilla que simulaba la bandera de España, de El Fogón Sefardí, que triunfó en París. «El objetivo de este concurso es que siga habiendo inquietud y ganas de evolucionar», apostilló.

La concejala de Patrimonio y Turismo del Ayuntamiento de Segovia, Claudia de Santos, puso en relieve la colaboración con el proyecto y de la marca Saborea Segovia, que parte de la iniciativa de la agrupación hostelera. «Esta es una prueba más de todo lo que se puede degustar en la ciudad. Felicitémonos por este empuje conjunto, esa imagen de unidad y de coherencia es fantástica para afianzarnos como destino gastronómico consolidado».

De Santos destacó al concurso por ampliar la oferta tradicional de la ciudad y reivindicó el componente social del tapeo. «Es una interrelación real, y no con esto», dijo mientras levantaba su teléfono.

La Diputación, presente a través de los diputados de Promoción Económica, Jaime Pérez, y de Turismo, Magdalena Rodríguez, resaltó el esfuerzo por «dinamizar» a la sociedad segoviana. «Que cada vez sean más los restaurantes de la provincia que se adhieran quiere decir que vamos todos a una», apuntó Rodríguez. Pérez definió a la tapa como un evento gastronómico y turístico de primer orden y apeló a los dueños de los restaurantes a que usen productos de la provincia porque «colabora al mantenimiento de una economía muy potente a nivel de restaurantes pero también a nivel de producción».