Borrar
Consulta la portada del periódico en papel
Susana Herranz, delante del puesto de fruta y verdura. F. de la Calle
«La gente ha vuelto al mercadillo muy respetuosa y agradecida»

«La gente ha vuelto al mercadillo muy respetuosa y agradecida»

Susana Herranz, vendedora de fruta y verdura, elogia la respuesta del público de Santa María de Nieva y Nava de la Asunción

fernando de la calle

Nava de la Asunción

Lunes, 1 de junio 2020, 11:48

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Con la llegada de la fase 1 a nuestra provincia, han sido muchos los mercadillos que han vuelto a reabrirse. En principio solo están autorizados los puntos de venta dedicados a alimentación y plantas, pero es un primer paso para recuperar uno de los enclaves más característicos de nuestros municipios.

Susana Herranz lleva casi cuarenta años dedicándose a la venta ambulante de frutas y verduras. Primero acompañando a sus padres de pueblo en pueblo y desde 1992 por cuenta propia. Así hasta que el pasado viernes 13 de marzo, cuando tuvo que parar en seco a causa del confinamiento provocado por la covid-19. Más de dos meses de parón que han finalizado estos días con la autorización parcial de la reapertura de los mercados. «Los que se cerraron se abrieron ya el pasado lunes, aunque no todos estaban cerrados, en algunos pueblos si han dejado abrirlos, era según los ayuntamientos. Más que una prohibición era una recomendación para prevenir», comenta Susana, recordando que cuando tuvo que parar de trabajar afortunadamente no echó a perder género. «No me sobró mucho, porque últimamente estaba haciendo solo los mercados de Santa María de Nieva y Nava de la Asunción y compro el día anterior en Frutas Hernández de Segovia. Si me sobra suelo guardarlo para el mercado siguiente, pero ese último día la gente hizo mejores compras y lo poco que sobró, nos lo comimos nosotros después en familia».

Para la vuelta y como prevención, Susana ha optado por convertir su puesto de venta en prácticamente un invernadero, cubriéndolo en su mayor parte con plástico transparente que deja ver perfectamente los productos sin permitir que los clientes los puedan tocar. Además, ella lleva guantes, mascarilla y pantalla protectora. Con el dinero en efectivo que recibe está poniendo especial cuidado, dejándolo apartado y desinfectándolo con alcohol, por lo que el cambio a los clientes lo efectúa con monedas que lleva limpias desde casa. Lavarse con alcohol tras cada contacto con dinero, es otra medida que repite constantemente.

Protegidos

«La gente se lo ha tomado bien, van muy respetuosos y agradecidos. Les ha gustado por estar bien protegidos, además, al poner el plástico no hace tanta falta mantener los dos metros de distancia, yo creía que era un poco aparatoso, pero la gente lo ha tomado bien. Cuando acabo, lo pulverizo bien con el alcohol antes de recogerlo. Se trabaja con más tranquilidad, los clientes piden y yo se lo saco por un lateral o se lo meto a sus carros o bolsas directamente» destaca.

La afluencia de la clientela, sin llegar a parecerse a fechas previas al confinamiento, sí que se está recuperando en estos primeros días de regreso de los puestos de alimentación a los mercadillos. «El primer día en Santa María fue muy bien, parecía un mercado como los de antes, fue genial. En Nava el fallo fue que no se había enterado mucha gente, luego me han preguntado por el móvil porque no lo sabían. Aun así, para el miedo que hay y ser el primer día, acudió mucha gente», apunta Susana Herranz, destacando también cómo al primer mercado de la desescalada, a Nava acudieron todos los puestos habituales de alimentación y plantas. «Solo faltó uno de venta de embutidos, porque Joaqui, la que lo lleva, tiene niños pequeños con clases 'on-line' y no los puede dejar con nadie».

Los precios de los productos sí que parecen haber variado tras el parón obligado. «Están desorbitados, ha subido todo una barbaridad, especialmente la fruta de verano que está un euro más cara que el año pasado y aun así la gente está tirando mucho de sandías y melones», destaca Susana, sin atreverse a hacer predicciones sobre cómo se plantea el futuro de su sector, aunque sí desea que todo vuelva a la normalidad lo antes posible. «El futuro lo tenemos todos un poco en el aire, pero ojalá pueda volver a los mercados toda esa la gente más mayor que sí se ha echado en falta, bien porque no se han enterado o porque les da miedo, pero de momento, no está acudiendo», concluye.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios