Borrar
Mochilas colgadas en una clase de un centro educativo. EFE
La Fundación Alonso Lozano prestó apoyo educativo a casi ochenta niños

La Fundación Alonso Lozano prestó apoyo educativo a casi ochenta niños

La entidad plantea extender sus programas, en los que invierte 30.000 euros, a otras localidades, pero necesita la implicación económica de las administraciones

Mónica rico

Cuéllar

Martes, 23 de julio 2019, 12:48

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La Fundación Alonso Lozano de Cuéllar baraja extender sus actividades, que este curso se han realizado en los colegios de Cuéllar y el CRA de Peñafiel, a otros centros educativos. A través de 'Apoya', uno de los programas que desarrolla la entidad, un total de 77 niños de familias con dificultades económicas recibieron clases particulares para tratar de mejorar sus calificaciones académicas .

Mediante juegos, estudio y ayuda pedagógica, la Fundación les proporciona profesores y las herramientas de estudio necesarias para que puedan alcanzar un nivel acorde con sus capacidades, ofreciéndoles así la oportunidad de que aprendan a ser autosuficientes en sus clases y tareas. La iniciativa ha alcanzado en los últimos años a más de 300 alumnos de todos los niveles.

La actividad que la Fundación desarrolla en la actualidad está destinada principalmente a la población infantil más vulnerable y que, por motivos ajenos a los menores, puede sufrir situaciones de exclusión social. Para evitar esto, la Fundación pone en marcha distintos programas, entre los que destaca el 'Nana Alonso Lozano', dividido en dos acciones dirigidas a los centros escolares de Cuéllar (los colegios Santa Clara, La Villa y San Gil) y el CRA La Villa de Peñafiel (Valladolid). Una de ellas es 'Apoya' y la otra 'Niños Integrad@s', que se plantea como una ayuda directa a los centros escolares para que puedan dotar a los alumnos con desventajas sociales de todos los recursos necesarios para que puedan desarrollar su experiencia académica con éxito.

Se trata de un proyecto que se viene desarrollando tanto en Cuéllar como en Peñafiel desde el curso 2013-2014 y ha obtenido grandes resultados, según fuentes de la Fundación, que señalan que «gracias a la iniciativa se consigue que a los pequeños no les falten elementos tan esenciales para el desarrollo educativo como puedan ser unas gafas, excursiones con el resto de la clase o material escolar».

Supervisión

Para comprobar que esta medida realmente llega a las personas que lo necesitan, el equipo directivo de cada centro supervisa y analiza cada caso antes de obtener el visto bueno de la Fundación. Este tipo de ayuda llega a familias con necesidades económicas reales y que, además, tengan una actitud positiva ante los compromisos que exige la escolarización.

Desde la Fundación Alonso Lozano se destaca que estos programas e iniciativas se pueden desarrollar gracias a la colaboración e implicación de los centros educativos, «que son los que ayudan a ponerlos en marcha al iniciar el curso y detectan las verdaderas necesidades de los jóvenes». Además, el equipo docente está en contacto continuo con el grupo de la Fundación durante todo el curso para conseguir los mejores resultados posibles.

De cara al próximo curso, que se iniciará en septiembre, la intención de la Fundación es poder seguir realizando ambas acciones e ir incorporando otras nuevas, como la colaboración con la puesta en marcha de un huerto escolar, que se intentará desarrollar junto al colegio San Gil y la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del centro a lo largo del próximo curso. Esta iniciativa «puede suponer una herramienta educativa muy valiosa, que fomentaría el respeto medio ambiental, los valores ecológicos y el conocimiento de sostenibilidad, además de practicar actitudes y hábitos de cuidado y responsabilidad», señala la Fundación, que destaca los «buenos resultados de las acciones y programas que se desarrollan», razón por la que el patronato está valorando la posibilidad de extender el programa a otros centros educativos. En la actualidad, en las distintas líneas de se invierten unos 30.000 euros anuales. Para ampliar su acción a otras localidades, la entidad necesitaría la implicación económica de las administraciones locales y provinciales, pero también de las empresas y particulares del entorno, a quien que entiendan este proyecto como una inversión de futuro para nuestros jóvenes», señalan.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios