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Domingo, 26 de noviembre 2017, 12:36
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La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, y los Colegios Oficiales de Farmacéuticos mediante su órgano autonómico, suscribieron hace unos meses un acuerdo para formar a los boticarios en materia de la violencia machista. Se trata de convertirles en agentes activos en la atención integral a las víctimas. La primera acción pedagógica celebrada en Segovia se ha llevado a cabo esta semana y ha consistido en un taller consistente en apuntalar el papel de los farmacéuticos a la hora de saber detectar casos de violencia sexista.
No en vano, este gremio es «uno de los más accesibles y cercanos, sobre todo en los pueblos», pone de relieve el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Segovia, Francisco Javier Alcaraz. En muchos de estos pequeños, aislados y envejecidos municipios, el boticario es «el único profesional sanitario e incluso el único titulado superior». Su formación complementaria en el ámbito de la atención integral a los casos de violencia machista se antoja un valor añadido a esa «capilaridad» que se quiere aprovechar y a su «capacidad de llegar a todo el mundo», explica el presidente.
«La violencia no es solo lo que sale en la televisión, sino que hay muchos detalles intermedios y hay que ser conscientes de que podemos detectar casos y habilitar recursos que tiene el sistema y que pueden ayudar a la prestación del servicio a las víctimas», argumenta Francisco Javier Alcaraz, quien recuerda amplitud de la red de oficinas que hay en la provincia, con 99 farmacias y más de veinte botiquines.
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