La proyección del festival Fogo Rock reaviva la llama en la Segovia más despoblada
Los organizadores, que esperan alcanzar el próximo año los 6.500 asistentes y un impacto económico de medio millón de euros, defienden soluciones imaginativas para el medio rural
maría martínez
Segovia
Sábado, 21 de diciembre 2019, 08:05
La tercera edición de Fogo Rock, que se celebrará en Ayllón en julio, traerá en julio a más de ocho grupos. «Los más importantes ya ... están cerrados y estamos terminando de perfilar los horarios y los espacios», dice Jonás Sánchez, miembro de la organización. Ayllón tiene una población de 800 personas en invierno, de las cuales 100 están apuntadas a la escuela de música, «un porcentaje brutal». Sánchez considera necesario luchar por el entorno rural por ser el lugar donde muchos han nacido y quieren seguir viviendo. «Los que lo organizamos tenemos un punto de vista que en muchas ocasiones difiere del resto de gente con la que convivimos. Los que lo estamos sacando adelante vemos que las cosas no están tan mal, vemos más oportunidades que debilidades».
Se calcula que el 17 y 18 de julio, días en los que tendrá lugar el festival, se logren 6.500 asistentes y un impacto superior al medio millón de euros. Para calcular estas cifras han tenido en cuenta la parte subjetiva, pensando en función del grupo cuánta gente podrá acudir, y la parte objetiva, a través de diferentes estadísticas y datos. «Gente especializada ha colaborado en dar esta información. Los hemos establecido en base a lo que nos han dicho y han facilitado empresas dedicadas a ello». Estas cifras han sido comunicadas con la intención de marcar unos objetivos más bajos para que si los logran, o incluso los superan, como esperan, la celebración sea todavía mayor. Ahora mismo se encuentran en negociaciones con las empresas que ya ha participado en las dos ediciones anteriores. «La mayoría van a volver a colaborar y creemos que vamos a aumentar la participación de la comarca un 35%». Notan el apoyo de cerca e incluso han recibido «broncas» de algunas de la zona por no preguntarles si querían participar, lo que le parece muy positivo. «La gente lo hace sin obligación, en muchos casos no sacan beneficio. Muchas colaboran aunque saben que es muy difícil que recuperen lo que aportan y, sin embargo, ayudan por principios y por valores, porque creen que es una cosa importante para la zona».
Como han cambiado de formato el festival, alargándolo dos días, y cada vez se van profesionalizando más, están estudiando cuál es la mejor fórmula para contactar con las asociaciones de los pueblos y lograr que también saquen el máximo beneficio. Hasta ahora se les había ofrecido quedarse con parte de la recaudación obtenida por los socios en la venta de entradas. «Algunas sacaron sumas importantes de dinero, llegaron a los 600 euros, pero para otras no fue tan productivo. El año pasado les dábamos dos euros por entrada».
Para esta ocasión, se han desligado de Ayllón Medieval. «La feria está en el aire. Yo estoy convencido de que se va a seguir organizando, pero hasta marzo o abril no lo van a decidir. Nosotros no podemos esperar tanto, hubiera sido imposible contactar con los grupos». El realizarlo en otro fin de semana les otorga el beneficio de poder alargar su duración a dos días, conseguir más grupos, más público y más actividades. Para que todo el mundo pueda acudir al Fogo Rock sin problema y conectar a los pueblos evitando la dependencia de un coche, este año han logrado que la Diputación de Segovia se involucre y que el precio del autobús sea inferior, pero para el 2020, querían que fuera gratuito. «No nos está siendo fácil. Principalmente es porque las administraciones se pasan la bola los unos a los otros y ninguno se cree responsable de la movilidad de la gente del entorno rural».
Cercanía
Jonás estudió Comercio en la Universidad Complutense y el vivir en Madrid hizo que cada vez tuviera más necesidad de estar en el pueblo. «Es muy difícil valorar las cosas si solo se conoce una. Conocer las dos hace que prefiera vivir en Ayllón. Hay cosas fundamentales como son la cercanía con la gente y el lugar tan importante que ocupa cada persona en un pueblo. En el saber y el conocer está la clave de todo». Cuando realizaba sus estudios, seguía pasando más tiempo en su pueblo y cuando los finalizó, regresó a él. «La carrera de Comercio en Ayllón tiene tantas o más salidas que en Madrid. Estoy segurísimo de que nos quejamos de muchas cosas cuando la cuestión solo sería de enfoque».
Sobre la España vaciada, sostiene una visión diferente a la manifestada en los medios. «La economía de España en parte está basada en hacer algo que sustenta el mundo rural. A nivel sociocultural el impacto que tienen las actividades que se desarrollan en los pueblos también es muy importante. A nivel general creo que el foco también se debe dirigir a todas las cosas buenas que tiene. Intentar no solo ver problemas, también oportunidades, creo que eso falla mucho».
Considera que desde la concentración de Madrid, quizás no está teniendo unas connotaciones positivas para los pueblos. «Siempre van a lo mismo, la vida rural no es solo el chico que se queda en el campo o con el ganado, hay otro tipo de industrias que sobre todo gracias a internet ahora son posibles. No creo que se la esté dando el suficiente valor o la suficiente cobertura».
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