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El efecto Postigo da a la Sego la primera alegría a domicilio
El segoviano detiene a Mancebo una pena máxima con 0-1 y su equipo se impone con un latigazo de Rubén y un cabezazo de Silva
Una semana después de debutar con victoria ante el Real Ávila con su madre al borde de la muerte, Alejandro Postigo engrandeció este domingo su ... figura salvando la ventaja de la Gimnástica Segoviana en Salamanca. El penalti que detuvo a los charros con 0-1 a la media hora de partido sirvió a la postre para impulsar, a la cuarta, la primera victoria a domicilio de la temporada ante un anfitrión que venía de ganarlo todo ante su público. Un triunfo ante un teórico rival directo que comprime la tabla, pues pone a los de Iñaki Bea terceros, a dos puntos del líder.
Salamanca CF UDS
Leo, Parra, Marotías, Souley, Cristeto, Alba, Mancebo, Dani Hernández, Javi Delgado y Servetti.
1
-
2
Segoviana
Postigo, Silva, Josín, René, Iker, Fer Llorente, Diego Campo, Rubén, Ivo, Marc Tenas y Álex Castro.
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Cambios Salamanca CF UDS: Pulpón por Alba (min. 65), Abraham por Souley (min. 65), Tomi por Parra (min. 75) y Hugo Marcos por Cristeto (min. 87).
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Cambios Segoviana: Pau Miguélez por Ivo (min. 57), Rodri Ibañes por Diego Campo (min. 70), Juanma por Marc Tenas (min. 70) y Manu por Fer Llorente (min. 82).
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Goles: 0-1 Rubén (min. 5), 0-2 Silva (min. 63) y 1-2 Dani Hernández (min. 90+3).
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Árbitro: Miguel Gómez Carral (Cantabria). Amonestó con amarilla a Dani Hernández y Javi Delgado por el Salamanca; a Josín, Silva, Fer Llorente, René y Diego Campo por la Segoviana.
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Otros datos: Pistas del Helmántico (Salamanca).
Como el postre que se ve, pero no se toca, el partido se jugó en los anexos del Helmántico, el templo cerrado a falta de un arquitecto que verifique los arreglos. Pese al forzado realojo en el escenario de las pistas de atletismo, el ambiente no desmereció, con decenas de aficionados charros haciendo cola a una hora del inicio, decenas de azulgranas y la clásica banda sonora de Canal Plus en la megafonía. El Salamanca UDS tuvo el detalle de guardar un minuto de silencio por la madre de Postigo. Una decisión previsible porque Carmona sigue recuperándose de sus problemas musculares, pero Iñaki Bea sorprendió al abandonar su dibujo de confianza, el 4-4-2, por un dibujo con tres centrales: los dos que le quedan sanos –Josín y Silva– más el comodín, René. La apuesta era paliar las bajas en los extremos –Ayán y Manchón– utilizando a los laterales como carrileros. Salió algo parecido a un 5-4-1, con Castro en punta y Tenas e Ivo en segunda línea.
Sin tiempo para calentamiento, el colegiado sacó una amarilla a Diego Campo a los 20 segundos por un corte cerca de la línea del semicírculo central. El Salamanca probó suerte acumulando efectivos para un tiro desviado de Souley desde el balcón del área. La amonestación no desconectó ni un ápice al cántabro del partido, atento para robar y conducir el esférico ante la banda derecha sin dársela a Tenas. Tenía claro el plan: ganar línea de fondo y sacar un centro con pólvora al corazón del área. No hubo remate por alto y el rechace le cayó a Rubén, en ese papel entre extremo y lateral que tenía asignado. No lo desaprovechó el segoviano, que tiró de zurda y la cruzó de primeras a la escuadra.
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El gol, no exento de talento, fue paradigma del plan de juego de un equipo incisivo para robar en campo rival y esgrimir su pólvora arriba. La Sego jugaba cuesta abajo, a favor de viento, y Marc Tenas rozó el segundo al engatillar contra el lateral de la red un mal rechace de Casado a la hora de sofocar una falta lateral. El delantero al que aún se le resiste su primer gol como azulgrana tuvo una aún mejor tras una pared con Iker que engatilló desde el punto de penalti. Un buen tiro, con altura, pegado al palo, al que respondió con nota Leo Mendes.
El aroma a 0-2 se adueñaba de las pistas, pero lo salvó el Salamanca, que redujo las pérdidas y se empezó a mostrar en campo rival. Amagó con un cabezazo de Marotías que se marchó fuera y otro de Servetti que paró Postigo. En esas, llegó una falta lateral y el colegiado señaló penalti por una mano que ningún local protestó. Se defendió Rubén diciendo que el esférico había tocado en la pierna. Y se enfadó Josín, que vio la amarilla. Todo a favor de Mancebo para igualar la contienda desde los 11 metros, pero su apuesta, más por la potencia que por la colocación, se encontró con Postigo, que también salvaría poco después, con la ayuda de Iker, un tiro a bocajarro de Javi Delgado. Pese al penalti, los locales fueron a más y el descanso fue un alivio para los azulgranas.
Los locales mantuvieron ese punto de intensidad en el regreso de vestuarios con un bombardeo de balones en largo, compromisos para Josín y Silva. Era la forma de sortear el deterioro con el paso de los minutos de un césped que ya amaneció tocado por la lluvia y por el partido que disputó el filial en la víspera. A falta de una ocasión clara, más presión, como la falta propicia en el balcón del área de Fer Llorente, que ya había visto la amarilla minutos antes. Las tarjetas del doble pivote y de dos de los tres centrales reducían el margen de error en una Segoviana en los cortes.
Con todo, Bea confió en la capacidad de sus amonestados para contemporizar y cuando movió el banquillo lo hizo sumando pólvora. La entrada de Pau Miguélez por Ivo cambió inmediatamente la inercia. En un dibujo perfecto para él, encontró acomodo en el perfil izquierdo y amasó la posesión para dar tiempo a sus compañeros a desplegarse. Con más espacio vital, los visitantes volvieron a acumular efectivos en el último tercio y llegaron los córners. El aviso lo dio Rubén, que mató dos pájaros de un tiro al finalizar, como mandan los cánones para evitar la contra, un misil envenenado que obligó Leo Mendes a otra estirada notable. El mejor de los locales no pudo hacer nada a la siguiente: un envío tenso de Fer Llorente desde la esquina para un testarazo inteligente de Silva que pilló al guardameta a contrapié.
Un golpe letal para el Salamanca, que trató de desquitarse en otra falta en el balcón del área de Javi Delgado que rozó la escuadra, pero acusó la brecha. Ahí ya sí, con el partido bajo control, Bea extendió su confianza a Ibañes –en detrimento de Manu, que tampoco jugó contra el Ávila– y quitó a Campo, una decisión prudente en su primera titularidad tras lesionarse. También retiró a Tenas, en su partido más completo. Lejos de rendirse, los locales quemaron sus naves y murieron con tres delanteros. Su resiliencia estuvo cerca de dar réditos en las primeras dudas de Postigo, que salió a medias, pero Delgado, forzado, no embocó a puerta vacía. El gol terminaría llegando con un remate a bocajarro de Dani Hernández en el tercer minuto del descuento, el premio a tanto aluvión a balón parado. Así que todavía dio tiempo a un último córner, con el tiempo cumplido y el portero local como rematador, pero el último testarazo no cogió puerta. El embrujo de Postigo continúa.
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