Borrar
Juan Guillén y su esposa, Ana, en una imagen de archivo durante las últimas fiestas patronales de Sepúlveda. El Norte
«Cada día que pasa es más difícil encontrar a quienes atropellaron a mi padre»

«Cada día que pasa es más difícil encontrar a quienes atropellaron a mi padre»

La familia de Juan Guillén, quien falleció el 12 de enero tras ser arrollado por una moto en Madrid, pasa largos periodos en Sepúlveda

quique yuste

Segovia

Martes, 22 de enero 2019

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La familia Guillén, vinculada a la localidad de Sepúlveda, vive días muy complicados. Al dolor por la pérdida de un ser querido se suma en este caso la rabia, la impotencia y la indignación. Juan Guillén falleció el pasado 12 de enero tras casi un mes en el hospital. En la mañana del 15 de diciembre salió a comprar el pan y el periódico, como hacía todos los días. Pero en un paso de peatones regulado por un semáforo de la calle Guzmán el Bueno de Madrid, una motocicleta se cruzó en su camino. Le atropelló a gran velocidad y se dio a la fuga. El Samur acudió al lugar del accidente y le trasladó al Hospital Clínico, donde falleció hace poco más de una semana.

Ha sido un mes muy difícil para la familia Guillén, en el que además de estar pendientes del estado de Juan han buscado a los causantes de su fallecimiento. «No sabemos nada con absoluta certeza. Lo único que sabemos es que fue a comprar el pan y el periódico por el camino de siempre y, a la vuelta, una moto que iba muy rápido le atropelló», explica Carlos, uno de los hijos del fallecido. Por ello pide la colaboración ciudadana para tratar de esclarecer lo ocurrido e intentar dar con el conductor de la moto, aunque es consciente de que «cada día que pasa es más difícil encontrar a los responsables, aunque confiamos en la labor de la Policía».

Búsqueda de testigos

El atropello está siendo investigado por la Policía, que tampoco ha podido trasmitir hasta la fecha excesiva información a la familia. «La Policía no nos puede decir absolutamente todo lo que está pasando», indica. Según los datos que han podido recabar hasta el momento, eran dos personas las que iban en una moto deportiva y de marca japonesa, aunque el modelo todavía no se ha determinado. «Consiguieron no caerse y se dieron la fuga», relata Carlos Guillén, quien subraya que la familia está colaborando «en todo lo que puede» en la búsqueda de testigos.

Pero la investigación no es fácil. Cuando los servicios de emergencia llegaron al lugar del atropello no había testigos del mismo. Además, las cámaras de videovigilancia de la calle «tienen una resolución bastante mala», por lo que han decidido colocar carteles por todo el barrio para «intentar contactar con alguien que haya visto algo». La última esperanza es un taxista que «pudo haber visto todo desde cerca» y al que están buscando, ya que la familia piensa que puede ser el testigo principal que ayude a encontrar a los autores del atropello. «Si damos con él confiamos en que pueda esclarecer todo bastante».

Enamorados de la villa segoviana

La familia Guillén es muy conocida en Sepúlveda. Hace «unos cincuenta años», señala Carlos, sus padres, Juan y Ana, visitaron la villa segoviana y se quedaron prendados de su belleza. Decidieron alquilar una pequeña casa y al poco tiempo construyeron un chalé en la zona conocida como La Picota. Allí se escapaban siempre que tenían oportunidad. En verano, Semana Santa, puentes... el matrimonio hacía las maletas y se desplazaba a Sepúlveda, donde les gustaba dar largos paseos por el campo. Un amor por la villa sepulvedana que transmitieron a sus hijos y nietos, que también son habituales del municipio segoviano durante las vacaciones de verano. «Es un lugar al que tenemos mucho cariño, un pueblo muy divertido en el que nos sentimos muy bien», indica Carlos sobre Sepúlveda, localidad que también llora la muerte de Juan Guillén.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios