«Debemos diseñar un futuro que, inevitablemente, pase por la innovación»

–¿Cómo anda Segovia de talento?

–Es una ciudad muy talentosa. Cogemos el Ave de las siete de la mañana y podemos ver que todos y cada uno de los vagones van llenos de talento a Madrid o a Valladolid, o si cogemos un autobús de los que van a Madrid a esa hora vemos cómo hay cantidad de personas jóvenes y no tan jóvenes que siguen yendo a dar lo mejor de sí porque no hemos sido capaces de conseguir que se queden a vivir en la ciudad.

–Claro, es un talento que se va. Los años de la crisis fueron extremadamente malos. Supongo que es uno de los principales retos del Ayuntamiento.

–Aunque el Ayuntamiento no es la institución con la competencia en materia de empleo, ha demostrado una gran sensibilidad. Es una pérdida para la ciudad que nuestro talento, nuestras capacidades, se vayan a otro sitio porque aquí no seamos capaces de proporcionar a esas personas un espacio donde puedan desarrollar su proyecto profesional. En este sentido, el Ayuntamiento tiene en marcha algunos proyectos, algunos muy conocidos, como el CIDE, que es fundamental, pero también otros más pequeños que deben llenarnos de orgullo, como el vivero de empresas, los programas del Open Future, las políticas de apoyo a los emprendedores, los más de cien cursos de formación 'on line' que tenemos, al alcance de todos...

–Es complicado, ¿no? Se siembra, pero se tarda en recoger...

–Sí, porque los modelos productivos hacia los que nos encaminamos son muy diferentes al actual. Si aquí apostáramos por el monocultivo empresarial, seguramente hubiéramos estado buscando una empresa muy puntera, muy tractora (por ejemplo, una gran manufacturera de automoción). Pero hemos visto que, en otros lugares, cuando esa empresa de automoción se marcha, el solar que deja es enorme. Creemos que el futuro va por otra vía, por una economía más digitalizada, más vinculada a las personas, en la que probablemente la gente ya no tenga interés en hacer toda su vida laboral en una única empresa, sino en un sector, con independencia de que el pagador suyo sea la misma empresa o no de cuando empezó a trabajar.

–¿El modelo es el tecnológico, el de la innovación?

–Apostamos por la innovación. De hecho, el plan estratégico en el que estamos trabajando se llama Plan Estratégico e Innovación para la Ciudad de Segovia. En él, junto con todos los actores sociales, estamos tratando de diseñar ese futuro que, inevitablemente, debe pasar por la innovación. Segovia es una ciudad con un valor cultural impresionante y un auténtico 'boom' desde el punto de vista turístico, pero el reto es no morir de éxito, sino consolidarlo y tratarlo bien.

–Esta semana hemos conocido que el edificio del CAT, el CIDE, acogerá ocho empresas. ¿El futuro de la ciudad pasa por ahí?

–Indudablemente. Al margen de las cuestiones políticas, debemos tener en cuenta que el CIDE debe ser la bandera del futuro; la bandera de un ecosistema de empresas tecnológicas, punteras, muchas de ellas internacionalizadas. Da igual que sean empresas como Indra u otras más pequeñas, también con un bagaje internacional impresionante. Ese debe ser el modelo; un modelo capaz de absorber la mano de obra cualificada que genera la ciudad, pero también de servir de polo de atracción de talento.

–¿Qué espera del futuro?

–En cuanto al CIDE, que seamos capaces de consolidar ese proyecto y de identificarlo como un éxito de la ciudad, no de unos o de otros. Por otra parte, estoy convencido de que podremos frenar esa fuga de talento. Es muy bueno que viajemos, que nos mezclemos, que salgamos, pero también que tengamos la posibilidad de decir: «Yo quiero quedarme en mi ciudad». Seguro que, con los pasos que se están dando, con este CIDE en marcha, con las políticas de empleo que se están desarrollando, con el Plan Estratégico, tendremos un futuro mejor. Nuestra generación corre el riesgo de dejar a nuestros hijos un país peor del que nosotros recibimos. Estamos a tiempo de cambiarlo y cada uno, con nuestro grano de arena, tratar de modificar esa tendencia. Trabajaremos con esperanza, con ganas, con buena actitud y buscando lo mejor para nuestra gente.