Los daños en el arbolado de Segovia por la nieve son «inmensos»
La Concejalía de Medio Ambiente tardará meses en evaluar el estado de las masas forestales y en reponer los ejemplares
El trabajo realizado y el que está por hacer tienen el mismo calificativo: «inmenso». El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Segovia, Jesús García Zamora, no puede hacer una estimación de cuánto tiempo tardará en recobrar la normalidad el arbolado de la ciudad y de todo el término municipal. Los daños causados por el temporal de nieve de los días 6 y 7 de enero son «considerables» y desde entonces los equipos del servicio de Parques y Jardines, el personal de las empresas Acciona (encargada del mantenimiento de distintos parques y zonas arboladas) y La Unidad Especial (que se ocupa de los valles del Eresma y del Clamores) no han tenido una sola jornada de descanso. La valoración requiere tiempo y García Zamora no sabe decir si en marzo estará terminada.
La prioridad es garantizar la seguridad de las personas con la retirada de ramas y ejemplares caídos
El concejal de Medio Ambiente utiliza primero un término para definir las consecuencias del temporal en las zonas verdes, de forma coloquial se refiere a «una catástrofe medioambiental». Luego lo matiza: «Es catastrófico porque no van a volver las ramas y troncos abatidos por el peso de la nieve». Y lo relativiza porque «nos han zurrado mucho», dice, pero está poniendo los medios necesarios para restablecer cuanto antes una situación parecida a la de antes del temporal.
«Ha quedado claro, por si alguno tenía alguna duda, que la naturaleza está por encima de nosotros», asegura García Zamora. Hay zonas realmente devastadas. Los primeros daños se produjeron ya en la tarde y la noche del día de Reyes. La nevada, con más de veinte centímetros ya ese día en muchas zonas, desgajó ramas y troncos. Árboles sanos y jóvenes sucumbieron ante el peso de la nieve acumulada. Esa misma tarde, los bomberos tuvieron que actuar en la plaza de Día Sanz (para retirar un pino derribado) y en el Paseo de Santo Domingo de Guzmán (para despejar la acera y la calzada de varias ramas grandes). Al día siguiente se vieron mejor las consecuencias. En toda la ciudad había ramas por el suelo, y en muchos sitios, árboles abiertos por la mitad.
Los daños estaban a la vista para quienes pudieron salir a pasear por el cinturón verde. Aún se ven hoy los restos en muchas zonas. Los dos valles, la Alameda del Parral, la de la Fuencisla, El Pinarillo, el jardín del instituto Mariano Quintanilla, el de los Huertos, el parque de la Dehesa, los Jardinillos de San Roque, la Plaza Mayor... la relación de lugares con árboles dañados abarca en la práctica todo el término municipal.
Singulares
Los más afectados, apunta el concejal, son los de hoja perenne, en general las coníferas, cedros y pinos, pero también otras especies de gran follaje como los olmos, «que tienen un ramaje extenso, abigarrado, donde se acumuló bien la nieve». Y, como cabía esperar, las especies de madera más quebradiza, como las acacias, que «acaban cascándose aunque no tengan hojas», dice García Zamora.
Para lamentar queda el hecho de que hayan caído árboles singulares como los cedros de los jardines de San Roque y de la plaza de la Merced, y los daños en la olma del paseo de Ezequiel González que ha sobrevivido a la grafiosis y de todas las coníferas, pues «sus ramas se rompen para siempre».
Prioridad
Con todo, la prioridad continúa siendo estos días «garantizar la seguridad, trabajar a riesgo cero para las personas», con la corta de ramas y árboles en riesgo de desprenderse, y el estudio a la vez de los ejemplares que más adelante tendrían que ser talados, aunque con el otro objetivo también, comenta el edil, de «preservar al máximo las especies que tenemos porque cuando son árboles aceptables desde un punto de vista botánico, cuesta quitarlos aunque estén dañados». Y son muchos si se considera que las zonas verdes de Segovia ocupan una superficie de más de un millón de metros cuadrados.
Además del personal de Parques y Jardines y de las empresas de mantenimiento, la Concejalía de Medio Ambiente está contando con medios externos «en la medida que nos lo permiten los términos económicos y administrativos». El procedimiento que marca la ley de contratación administrativa es una limitación, otro el criterio que marca el interventor del Ayuntamiento, y uno más buscar los fondos necesarios «para ver la forma de hacerlo lo más rápido que se pueda, siendo escrupulosos con la seguridad jurídica de los contratos que podamos hacer con las empresas».
Estas consecuencias del temporal han causado también una ralentización de las tareas normales del servicio de Parques y Jardines, porque dejan de hacer otras cosas. «Una vez que acabemos con este episodio, iremos recuperando poco a poco la normalidad; ya estamos viendo la reposición con especies más aclimatadas al clima y la orografía», apostilla García Zamora.