Cuarenta contenedores desaparecerán de las calles con el nuevo servicio de basuras

Entre los requisitos que se incluyen en el grueso documento está la supresión de cuarenta contenedores cuyos emplazamientos son calificados como «puntos negros» debido al negativo impacto visual que generan. El portavoz socialista explica que se trata de contenedores en superficie o soterrados que por su ubicación afean, interrumpen o estropean la visión del patrimonio en distintos entornos concentrados fundamentalmente en el casco histórico. Para muestra, el botón de los instalados en la plaza de Artillería. Además, la lista negra incorpora otros contenedores que a día de hoy están colocados pegados a monumentos, como por ejemplo los que están en la Catedral.

En total, cuarenta desaparecerán de las calles con el futuro servicio municipal de limpieza. En este grupo entran también aquellos que están ubicados en calles angostas y estrechas del centro de la ciudad y que entrañan enormes dificultades para los camiones a la hora de maniobrar.

Otra de las novedades que recoge el pliego es que, por regla general, se descarta la instalación de más contenedores soterrados. La razón que da el concejal es, de nuevo, el impacto visual que producen estas estructuras, además del elevado coste que llevan consigo. Otro riesgo que quiere evitar el Ayuntamiento es que en las obras se descubran restos arqueológicos, como ya ha ocurrido, lo que además obligó a paralizar los trabajos de instalación.

El portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento añade que será la empresa la que proponga el mejor método para sustituir los contenedores que se supriman. Entre las modalidades que se han barajado durante la redacción del pliego está, por ejemplo, el sistema de quita y pon. Éste consistiría en que la adjudicataria del servicio colocaría en determinados lugares y a ciertas horas unos depósitos específicos para que los vecinos tiren en ellos los residuos. Estos contenedores se retirarían cuando se cumpliera el horario establecido de la recogida.

Ante las quejas por la mala imagen de papeleras y contenedores llenos hasta rebosar, Jesús García afirma que el futuro contrato también va a tratar de atajar este problema. «No se va a permitir que contenedores o papeleras estén a más del 80% de su capacidad». Esta medida acarrea que, quizás, «haya que hacer doble recogida en el mismo día» por ciertas zonas de la ciudad.

El edil también ha confirmado que el pliego garantiza la continuidad de la mano de obra actual, 110 empleados. Incluso, la incorporación de nuevas prestaciones puede elevar la cifra de operarios hasta los 115. Más del 70% de los 7,42 millones anuales que costará el servicio están destinados al personal.