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Lunes, 3 de diciembre 2018, 11:22
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Las cifras, en este caso, no son el retrato fidedigno de los problemas a los que se enfrenta cada día el docente. El Defensor del Profesorado, figura creada por el sindicato independiente Anpe, tramitó el curso pasado dos expedientes de asistencia a educadores. Sin embargo, los representantes de la organización advierten de que hay muchos conflictos que no se denuncian y que no llegan a esta institución que ampara y vela por los derechos de los docentes en Castilla y León.
Hecha esta precisión, esos dos únicos casos de asistencia prestada suponen un descenso con respecto al curso 2016-2017, cuando en la provincia el Defensor del Profesorado atendió seis casos. El psicólogo y docente Jesús Niño es el encargado de dirigir esta oficina. El responsable apunta que la conflictividad a ido en aumento desde la creación de la figura, con leves disminuciones en el volumen de expedientes atendidos como las registradas en el cómputo autonómico en los dos últimos cursos. Sin embargo, y a pesar de ese descenso en el total de los casos, admite también que «hay gravedad en el tipo de problemática».
La revisión a esos datos que solo bosquejan los conflictos que aquejan a los profesores en el desarrollo de su trabajo concluye que en el último ejercicio escolar se han disparado, sin llegar a ser significativas en cuanto a la cantidad, las peticiones de auxilio al Defensor del Profesorado relacionadas con faltas de respeto o actitudes de indisciplina por parte de los alumnos hacia el educador. El pasado curso se tramitaron ocho casos de este tipo en toda la comunidad autónoma. Niño matiza que suelen ser problemas que no acarrean graves consecuencias.
La Asociación Nacional del Profesorado también ha detectado un incremento de los episodios de acoso por parte de los estudiantes hacia el docente. Las agresiones de los alumnos constituyen uno de los motivos más frecuentes por los que el profesor llama a la puerta o al teléfono del defensor. El curso académico pasado se tramitaron trece casos en el global de Castilla y León, uno menos que doce meses antes.
Ese protagonismo en cuanto a las razones esgrimidas para reclamar ayuda es compartido con los problemas del profesor con el equipo directivo del centro. Once expedientes en 2017-2018 estuvieron relacionados con esta clase de conflictos. En cuanto a las relaciones con padres, el Defensor del Profesorado mantiene el mismo número de auxilios prestados tras haber mediado amenazas. Cuatro casos tramitados en el total de la comunidad. Una de las cuestiones que más llaman la atención para mal en las estadísticas del curso pasado es ver cómo se ha duplicado la cifra de solicitudes de apoyo y asesoramiento debido a agresiones realizadas por padres a profesores, que han pasado de tres a seis en un año.
Otros episodios conflictivos se producen a través de las nuevas tecnologías, como las grabaciones, el uso de redes sociales o Internet. El curso anterior la organización sindical atendió seis casos, los mismos que en 2016-2017.
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