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Khadija Bouzid, ganadora de la San Silvestre de Segovia, en las pistas de atletismo. Antonio Tanarro
La corredora segoviana de las dos culturas
Atletismo

La corredora segoviana de las dos culturas

Khadija Bouzid, nacida en Marugán hace 16 años de padres marroquíes, fue valiente para ganar la San Silvestre y está dispuesta a trabajar para ser atleta

Domingo, 12 de enero 2025, 17:35

En sus sueños, Khadija Bouzid, la ganadora de la San Silvestre de Segovia con 16 años, quizás sea Majida Maayouf, la española de origen marroquí que tiene el récord de España en maratón. Un abismo de casi 20 años separa a ambas, suficiente para que el legado genético y cultural de África ya no emigre, sino que sea autóctono. Para ella, el «orgullo» de representar a su país tiene dos banderas: la de su árbol genealógico y la del país en la que nació. La cadencia que exhibe corriendo la demuestra también hablando. El fruto de entrenar y estudiar duro, aunque no haya tiempo para fiestas. «Es una decisión, si quieres dedicarte a esto o tener una vida para pasarla bien con tus amigos. A mí me gusta y, quién sabe, a lo mejor tengo futuro». Es la segoviana de las dos culturas.

Antes de apuntarse a atletismo, Khadija echó sus primeras carreras en Marugán, donde nació. «Mi padre iba con el coche y mis hermanos y yo le seguíamos en el campo». Allí se asentó una familia migrante. La primera que dejó Marruecos fue su madre, que siguió los pasos de su hermano y llegó a Segovia con un contrato de trabajo. En uno de sus viajes de vuelta, conoció a su marido: tras casarse, tuvieron dos hijos en Madrid antes de hacer las maletas. Así que ella es la única segoviana. Y la única corredora.

La niña que quedaba en los primeros puestos en el Memorial Santi, la carrera de Marugán, se mudó a Segovia en 2018 y demostró maneras en los Juegos Escolares. «Se me daba bien. Mi madre siempre había querido que corriera, preguntó a mi profesor de Educación Física y me apuntó». Empezó en el Velox y pasó al Sporting Segovia. Su relato es que las nuevas generaciones están dejando atrás las dificultades de la mujer para hacer deporte en ciertos países árabes. «Tradicionalmente, el entorno laboral de la mujer ha sido el hogar, pero ahora en España hay muchísimas marroquíes. Mi madre ha sido siempre de mente abierta, lo ha visto bien. Toda mi familia, en general». Un prestigio que explica por tradición. «La genética norafricana está mejor adaptada a recorrer largas distancias. Hay muchísimos más marroquíes en pruebas de fondo que en otras más cortas o las combinadas»,

Khadija se destapó en 2019 quedando tercera en los 1.000 metros de un campeonato autonómico, un puesto que valió la mínima para el Campeonato de España. «No me lo esperaba porque yo tenía una marca de 3,30 e hice 3,05. Es mucha diferencia». Pasó todavía un tiempo hasta que subió la distancia: probó su primer 3.000 y se enamoró de los obstáculos, su prueba favorita. «Me parece divertido en comparación con otras pruebas de pista. Sobre todo, la ría». No es casual, pues su compatriota Sufián El Bakkali es el campeón olímpico y el gran dominador de la distancia. «Es un orgullo en Marruecos. Es un atleta al que sigo mucho, lo consideraría un ídolo. Es muy difícil, obviamente, pero ojalá algún día se diera la oportunidad de ser como él».

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Tras correr varios años las categorías inferiores de la San Silvestre –con podios, pero sin victorias– se estrenó el año pasado y demostró maneras quedando cuarta pese a las circunstancias. «Venía de estar con fiebre. Pude correrla, es verdad que me costó muchísimo, me encontraba mal y al acabar no paraba de toser» ¿Por qué pasar ese trago? «Me hacía mucha ilusión. Es en mi ciudad, el ambiente es brutal; tampoco iba a ganar, pero quería probarla». Habitual en cross escolar, en circuitos como Cantimpalos, alucinó. «Yo destacaría al público, cómo te animan, me gustó muchísimo». Buscará el domingo en Valladolid un billete al campeonato de España de cross por autonomías.

Dados los precedentes y la mejora, salió el día 31 con el podio en mente. «Sin presión. Yo soy más de ir regulando durante la carrera en vez de pensar cómo voy a correr. Me encontré bien y fui a por ello. ¿Por qué no?» Aprovechó la parte llana para distanciarse y sobrevivió en la última cuesta, su «punto débil». Cruzó la meta aliviada y lo celebró con su madre, su descubridora.

El Blume pone en valor un 35,4% más de corredores que en 2023

La San Silvestre tuvo el 31 de diciembre 2.429 corredores en meta, un 35,4% más que los 1.793 de 2023. «Estamos muy contentos. Queríamos ir poco a poco recuperando participantes, nunca hubiéramos imaginado pasar superar los 2.300», resume el presidente del Blume, Gustavo Gómez, que recuperaba la organización una década después y amplió esa cifra en más de 300 inscritos. Un balance que valdrá como referente para el próximo año. «Podríamos organizarla con los mismos participantes, hemos demostrado que somos capaces y la gente está contenta».

Gómez esgrime que «un circuito mucho más accesible», con cuatro kilómetros en vez de cinco y menos cuestas, no ha restado público. Sí replanteará el cajón rojo, pues muchos de los 100 mejores tiempos de 2023 no participaron y no todos los huecos pudieron asignarse. La ampliación de dorsales requirió pedir más camisetas, pues no había suficientes hechas. La organización informará por correo electrónico y a través de sus redes sociales cómo efectuar la recogida de las prendas en Mundo Laboral.

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